31 de marzo de 2011

Antigua técnica de manifestación poderosa

La mente subconsciente sólo conoce el lenguaje de las imágenes y los símbolos. Esta es la razón por la que  vemos imágenes y símbolos por todos lados. Detrás de cada símbolo se codifica como un programa de matemática con la intención del creador del símbolo.

Por ejemplo, cuando usted ve el símbolo de Mcdonalds sus ojos ver la letra M, pero la mente subconsciente considera el código detrás del símbolo y si la mente consciente no rechazan ese código, entonces la mente subconsciente adopta el código del símbolo como una creencia y que comenzará a influir en su vida cotidiana. 


El código detrás del símbolo de Mcdonalds podría decir, comer más, usted es adicto a este producto, usted quiere comer todos los días, etc. Con esta antigua y poderosa técnica aprenderá a crear sus propios programas de matemáticas y el usarlospara manifestar sus deseos.


Escriba en una hoja de papel un objetivo, con tantos detalles como sea posible y en la misma página cree un símbolo único, todo lo que quiera, algo fácil para recordar y afirmar que este símbolo representa el objetivo. Después escriba la frase "Que así sea".



La mente subconsciente sabe ahora que este símbolo representasu objetivo. Usted ha creado un potente programa matemático. Visualice el símbolo tan claro como sea posible (si no lo puede ver claramente use su poderosa intención) antes de dormir y cuando se despierte o cuando medite, sienta, que ya pasó, sin duda, sienta la alegría de tener lo que desea


También puede llevar el símbolo cerca de su cara, a 30cm y cierre los ojos suavemente hasta que lo vea doble durante 3-4 minutos. Esto estimula la glándula pineal. Si por un momento mientras hace la visualización el cerebro cae en estado mental theta (4-7 Hz), el nuevo programa entrara. Cuanto más energía mental ponga en el símbolo más cerca estará el objetivo. Es muy potente cuando muchas personas trabajan juntas con la misma meta y símbolo. 

30 de marzo de 2011

Discurso Steven Seagal: "En Tierra Peligrosa"

CARTA DEL DR. MASARU EMOTO - Plegaria Mundial 31 de Marzo

A todas las personas del mundo 
Les ruego que envíen sus oraciones de amor y gratitud al agua de las centrales nucleares de Fukushima (Japón) 

Debido a los fuertes terremotos de magnitud 9 y a los surreales y fuertes tsunamis, todavía hay desaparecidas más de 10.000 personas... incluso hoy día... Ya han pasado 16 días desde que ocurrió el desastre. Lo que agrava la situación es que el agua de los reactores de las centrales nucleares de Fukushima comenzó a tener fugas y contamina el océano, el aire y las moléculas de agua de las zonas circundantes. 
La sabiduría humana no ha podido hacer mucho para solucionar el problema, dado que sólo intentamos calmar la cólera de los materiales radioactivos vertiendo agua sobre ellos.
 ¿Realmente no hay nada más que hacer?
 Pienso que sí hay algo más que hacer. Durante los veinte años que llevo investigando la técnica fotográfica de cristales de agua y de medición hado, he sido testigo de que el agua puede volverse positiva cuando recibe la vibración pura de la oración humana sin importar la distancia. La fórmula de la energía de Albert Einstein, E=MC2, realmente significa que la Energía es igual al número de personas y al cuadrado de la conscienca de las personas.
 Ha llegado el momento de comprender el verdadero significado. Unámonos todos en una ceremonia de oración como conciudadanos del planeta Tierra. Me gustaría pedirles a todas las personas, no sólo de Japón, sino detodo el mundo, que nos ayuden a ¡buscar una salida a la crisis del planeta!
La manera de hacer la oración es como sigue:
 Nombre de la ceremonia:
«Envíemos nuestros pensamientos de amor y gratitud a todo el agua de las centrales nucleares de Fukushima»
 Día y fecha:
31 de marzo de 2011 (jueves)
12:00 del mediodía de cada huso horario

Ruego que pronuncien la siguiente frase:
«Agua de la central nuclear de Fukushima, sentimos hacerte sufrir. Perdónanos. Te damos las gracias y te amamos».
Díganlo en voz alta o mentalmente. Repítanlo tres veces mientras mantienen las manos juntas en posición de oración. Les ruego que expresen una oración sincera.  
 Muchas gracias de corazón.
 Con amor y gratitud,
Masaru Emoto 
Mensajero del Agua


To All People Around the World

Please send your prayers of love and gratitude to water at the nuclear plants in Fukushima, Japan!


By the massive earthquakes of Magnitude 9 and surreal massive tsunamis, more than 10,000 people are still missing...even now... It has been 16 days already since the disaster happened. What makes it worse is that water at the reactors of Fukushima Nuclear Plants started to leak, and it’s contaminating the ocean, air and water molecule of surrounding areas. 

Human wisdom has not been able to do much to solve the problem, but we are only trying to cool down the anger of radioactive materials in the reactors by discharging water to them.

Is there really nothing else to do?

I think there is. During over twenty year research of hado measuring and water crystal photographic technology, I have been witnessing that water can turn positive when it receives pure vibration of human prayer no matter how far away it is.
Energy formula of Albert Einstein, E=MC2 really means that Energy = number of people and the square of people’s consciousness.

Now is the time to understand the true meaning. Let us all join the prayer ceremony as fellow citizens of the planet earth.   I would like to ask all people, not just in Japan, but all around the world to please help us to find a way out the crisis of this planet!!
The prayer procedure is as follows.


Name of ceremony:
“Let’s send our thoughts of love and gratitude to all water in the nuclear plants in Fukushima”

Day and Time:
March 31st, 2011 (Thursday)
12:00 noon in each time zone

Please say the following phrase:
“The water of Fukushima Nuclear Plant, we are sorry to make you suffer.  Please forgive us.  We thank you, and we love you.”  Please say it aloud or in your mind. Repeat it three times as you put your hands together in a prayer position. Please offer your sincere prayer.  

Thank you very much from my heart.

With love and gratitude,
Masaru Emoto
Messenger of Water

27 de marzo de 2011

Richard Bach. Alas para vivir



Si buscas seguridad antes que felicidad, la segunda será el precio que tendrás que pagar por la primera. 

Dr. José Argüelles

saludo josé arguelles - valum votan

"Si piensas más en los demás, tus problemas se minimizan" Jetsun Pema

Jetsun Pema,’la madre de Tíbet’, hermana menor de SS el Dalái Lama


ENTREVISTA DE IMA SANCHÍS - 04/12/2010 - LA CONTRA, LA VANGUARDIA - BARCELONA


No necesita adornos ni maquillaje. Su sencillez, su sentido del humor y su dulzura hacen de ella una mujer muy atractiva, sin edad. No necesita doctorados, su humildad y su plena entrega durante 45 años a la educación de los niños tibetanos en el exilio, como responsable del Tibetan Children's Village, la han convertido en una experta en las necesidades humanas desde la infancia. Siempre llamó a todos los niños por su nombre y ellos la llaman Ama La (madre respetada). Como todos los tibetanos, ha pasado y pasa por situaciones muy dolorosas, pero no tiene cicatrices. Ha dado una conferencia sobre Educación: valores humanos para la paz y la no violencia, en la Fundació Casa del Tibet.

- Tengo 70 años. Nací en Lhasa (Tíbet) y vivo en Dharamsala (India). Estoy casada por segunda vez. Tuve tres hijos. Mi hija pequeña falleció hace 5 años, iba a cumplir 36. Tengo un nieto. Mi principal aspiración es que su santidad el Dalái Lama pueda volver a Tíbet. Soy budista. Mi infancia transcurrió en un Tíbet feliz y en una familia feliz pese a que mis padres, humildes campesinos, tuvieron dieciséis hijos y sólo sobrevivimos siete.

- Todo cambió cuando reconocieron a su hermano como el XIV Dalái Lama.
- Sí, a él se lo llevaron al palacio de Potala, y a mi familia, a una gran casa en Lhasa donde nací rodeada de lujos y sirvientes. Pero a los 9 años mi madre (mi padre murió cuando yo tenía 6) me envió a un internado de monjas católicas en India, donde viví hasta los 20 años.

- ¿Cuándo fue la primera vez que vio al Dalái Lama?
- No intimé con él hasta los 16 años, cuando le acompañé a un viaje por India de dos meses y medio. A partir de entonces tuve claro que debía servir al pueblo tibetano.

- Usted no quería, pero acabó convirtiéndose en la madre de Tíbet.
- Yo quería trabajar junto al Dalái Lama. Mi hermana mayor se encargaba de las aldeas de niños tibetanos en el exilio, colegios, capacitación vocacional, hospedajes juveniles, hogares para ancianos...Pero mi hermana murió y el Dalái Lama me pidió que la sustituyera. Había mucho que hacer.

- Pero no era su elección...
- Para el budismo, lo importante es sacar el mayor provecho del ahora. Esa forma de pensar hace que la vida se convierta en algo más sencillo.

- Ha vivido usted muchas muertes.
- Cuando empecé a trabajar con niños, muchos morían porque llegaban en muy malas condiciones al exilio. Yo era muy joven y lo pasaba muy mal. Luego murió mi marido en un accidente de coche, y luego mi hija a los 35 años. Fue muy difícil.

- ¿Qué le ayudó a superarlo?
- Todo el mundo que me rodeaba había pasado por tragedias en su vida, y lentamente aprendes a aceptarlo. Los budistas creemos en el renacimiento, así que morir no es el final, sino otro principio, y eso ayuda.

- ¿Y nunca ha dudado de la ley del karma?
- Por supuesto. A mí me da aliento vivir una vida útil, con objetivo. Si has intentando hacerlo lo mejor que has podido, al final de tu vida todo cobra sentido.

- Entonces, ¿hay que esperar?
- No, hay que perseverar. Las muertes por las que he pasado han sido los momentos más difíciles de mi vida, pero me hicieron más fuerte, me hicieron crecer. Cuando logras superar esos descalabros, entiendes que ya nada va a poder contigo y llegas a estar en paz contigo misma, y esa paz es lo que me parece más importante.

- ¿Cuál es el camino?
- Ser menos egoísta. Si puedes pensar más en los demás, tus problemas se minimizan. Si eres menos egoísta, no tienes tantos aferramientos, y eso te da paz. Pero es muy importante aprender a conocerse uno mismo.

- ¿Cómo?
- Creo que los retiros son muy útiles, esenciales. No todo el mundo puede hacerlos, pero todos podemos encontrar unos minutos al día para pensar si nuestro día ha sido útil. Pero la gente está muy ocupada, no tiene tiempo para lo fundamental. Si miras atrás y analizas en qué has estado tan ocupado, puede que empieces a reírte de ti mismo, porque todo lo que hacías quizá no tiene ningún sentido o no tiene importancia. Pero has de encontrar el tiempo para mirarte.

- Entiendo.
- ... Y este no es un consejo budista, es un consejo de anciana, porque cuando era joven no pensaba de esta manera. Si lo hubiera hecho, ahora sería más sabia.

- ¿Era impulsiva?
- Sí, y tenía mal carácter. Todos a mi alrededor decían: “Hay que darle rápido el té, porque si no se va a poner nerviosa”, ja, ja, ja.

- ¿Le gustaba ser ministra?
- No, nada, yo quería estar con los niños. Siendo ministra pierdes el contacto con las cosas del día a día, con la gente, y no llegas a entender qué es lo que realmente necesita. Pedí cuatro veces al Dalái Lama la dimisión.

- ¿Qué ha sido lo mejor?
- He visto niños discapacitados convertirse en artesanos maravillosos; ver que sus vidas tienen sentido me hace muy feliz.

- ¿Qué se debe enseñar a los niños?
- Lo esencial es ganar su confianza y ayudarles a aprender a sacar lo mejor de sí mismos. Si lo consigues, todo va como una seda.

- ¿Y cómo se hace?
- Teniendo un sistema educativo muy holístico que haga que los niños puedan pensar por sí mismos, se encuentren a sí mismos y confíen en ellos mismos.

- ¿Qué está descubriendo en la vejez?
- Por fin puedo asistir a las enseñanzas de su santidad y tener una comprensión más profunda del budismo. Estoy aprendiendo a hacer las cosas sin presión; mi tiempo está en mis manos y disfruto de esa libertad.

- ¿Qué merece la pena en la vida?
- Su santidad dice que es muy importante buscar la felicidad en la vida, ser feliz. Y para eso tienes que preguntarte cuál es el objetivo en tu vida y buscarlo. Para mí, la felicidad ha sido servir a los niños; de manera que al final de mi vida miro hacia atrás y veo un camino con sentido.

- ¿A través de los otros?
- Cuando miro a mi alrededor y veo jóvenes felices, me siento feliz, sí. Vivir en armonía con los demás me parece esencial.

"La ira y el enfado consumen tus recursos" Raymond Novaco, experto en psicología sobre el enfado

"La ira y el enfado consumen tus recursos"
IMA SANCHÍS - 01/07/2010

El enemigo interior
Vive rodeado de airados. Es pionero en el tratamiento cognitivo-conductual de la ira. Ha realizado trabajos de investigación con población reclusa y veteranos de guerra (Iraq y Afganistán) sobre el estrés postraumático, y asegura que lo que arraiga más el trauma es precisamente la ira. Ha pasado por Barcelona para impartir un taller sobre Evaluación y tratamiento de la ira y dar una conferencia en la 25a Jornada de la Societat Catalana de Recerca i Teràpia del Comportament. "Amor y gentileza - me dice- son buenos antídotos contra la ira". Ahora estudia los efectos sobre los niños de padres iracundos: "Si queremos mitigar la violencia en nuestra sociedad, hemos de empezar en casa".


63 años. Nací en Nueva Jersey y vivo en California. Soy catedrático de Psicología y Conducta Social en la Universidad de California, Irvine. Casado, sin hijos. ¿Política? Que el gobierno deje a la gente en paz. Creo que hay un poder divino que no tengo capacidad de comprender

¿Qué le pone iracundo?
Los políticos y mi madre..., mírela, aquí está, jugando al golf.

Lleva su foto encima.
... Es italiana, un carácter, pero la quiero muchísimo.

¿Por eso estudia la ira?
No, ja, ja. La ira es una emoción humana corriente muy importante para vivir, lo que pasa es que a menudo se confunde con la agresión, que es un comportamiento.

La frontera es borrosa...
La ira es un problema cuando es demasiado frecuente, intensa, rápida, duradera y se expresa violentamente. La ira es una emoción normal, pero necesita regularse. Además, en una intensidad elevada, la ira nunca es útil.

¿Lo es en algún caso?
La ira da energía al organismo, es una de sus funciones. En circunstancias difíciles puede ayudarnos a persistir, a no rendirnos. Y también tiene una función comunicativa.

Curiosa forma de comunicarse.
A veces las personas no se comunican hasta que aparece la ira, de manera que el enfado sería el vehículo para comunicar emociones negativas. La ira nos da fuerza, poder.

Por eso tiene adeptos.
Moviliza contra sentimientos de opresión o de victimización, fortalece al grupo.

¿Cómo se aprende a controlarla?
La ira es líquido caliente en un recipiente, para aprender a controlarla se necesita un termostato. Hay que estar muy atento a las propias sensaciones. El control de la ira reside en la reflexión. Hay que preguntarse si había motivo para enfadarse tanto.

Pero eso es a posteriori.
Hace ya mucho que sabemos que nuestros pensamientos y percepciones influyen en nuestro comportamiento. Los primeros en afirmarlo fueron Séneca y el médico de Marco Aurelio, así que los conceptos teóricos que barajamos hoy tienen dos mil años.

¿Sabemos algo nuevo?
No nos enfadamos sólo por lo que pasa, sino por el significado que le damos; y eso tiene que ver con el sistema cognitivo. Y en nuestra vida desarrollamos normas sobre cómo la gente debería comportarse y actuar.

... Y si te las saltas, hay quien se enfada.
Así suele ser. Y también la ira tiene que ver con nuestro sistema de activación fisiológica: si tenemos la presión alta o tensión muscular, estamos más predispuesto a un ataque de ira. También influye el sistema conductual: según como actuemos, pensaremos.

Qué interesante.
Si la persona desarrolla hábitos de agresividad, estos influirán en la manera de pensar y en las emociones. La persona a quien le faltan habilidades de conducta para sobrellevar ciertas situaciones, como la comunicación o la capacidad para solucionar problemas, fácilmente usará la ira para resolverlos. Es un sistema interconectado entre pensamientos, emociones, conductas y entorno.

Un popurrí.
Nuestro comportamiento, a su vez, modela el entorno en el que nos movemos. Las personas que actúan de forma antagonista apartan a los que podrían darles apoyo.

¿Por dónde empezar?
Reformulando las experiencias personales para cambiar su significado. Alguien que se enfada con frecuencia verá fácilmente maldad y hostilidad en los otros, hay que encontrar un análisis alternativo. La gente muy airada pierde la perspectiva. La ira es la ausencia de apreciación.

Eso es vivir mal.
Perder la capacidad de apreciar a los otros y la belleza del mundo es muy dañino. La ira es un veneno en la mente.

¿Cómo regular el sistema fisiológico?
Yo utilizo la respiración (lenta y profunda) como foco de relajación, ya que es un ritmo central del cuerpo. A nivel conductual, la persona necesita desarrollar habilidades verbales y empáticas para confrontar las situaciones de ira.

¿Alguna estrategia?
Hay que desarrollar una jerarquía de situaciones provocadoras de ira empezando por las de baja intensidad, porque si no controlas estas, no controlas ninguna.

¿Pero cuál es el fondo del problema?
No entender bien el mundo y la vida. La vida es corta, si te pasas el día enfadándote pierdes muchas situaciones de disfrute. Guarde su enfado para cosas importantes. La ira y el enfado consumen tus recursos. Hay que preguntarse a menudo: ¿mi carácter, mis enfados están interfiriendo con mis relaciones, mi salud, mi trabajo?

Las personas de pronto fácil no pueden evitarlo, aunque luego se arrepientan.
La ira es un hábito: puede y debe controlarse incluso en situaciones de supervivencia. En una pelea a vida o muerte, la ira es una desventaja. Los profesionales lo saben, si no estás airado peleas más rápido, atacas en diferentes niveles y manipulas el espacio.

Treinta y cinco años investigando y tratando, ¿qué ha entendido del ser humano?
Que es importante creer en cosas más grandes que uno mismo, que hay más alegría en dar que en recibir, y que la apreciación de la amistad y el amor es lo que te sostiene en la vida. Amor, gentileza y humor son unos buenos antídotos contra la ira. Sobrellevar el dolor es la capacidad que te hace fuerte.

¿Qué hay detrás de la ira?
 Cuando nos enfadamos, lo que estamos haciendo es intentar controlar la situación. Tras la ira hay alguien cuya perspectiva de vida es demasiado estrecha y que exagera la importancia de los acontecimientos.

Stages of Meditation by the Dalai Lama

Al escuchar a las enseñanzas uno de los defectos es escuchar como un recipiente con agujeros. Esto significa que a pesar de que están escuchando las enseñanzas, no conservan su contenido. En este caso nos falta la atención y la memoria. La práctica del Dharma significa que debemos ser capaces de beneficiarnos de lo que hemos oído. No es un pasatiempo, como escuchar una historia. Las enseñanzas nos dan orientación sobre cómo vivir vidas significativas y cómo desarrollar actitudes apropiadas. Así que para beneficiarse de las enseñanzas, hay que mantenerlas con atención.

En todo tipo de procesos de aprendizaje, escuchar, leer, etc, debemos prestar atención y esforzarnos para recordar su contenido. Cuando nuestro interés es a medias, sólo recordamos la mitad de los puntos, y los conservamos por un corto tiempo. Debemos reflexionar y pensar acerca de lo que hemos oído, una y otra vez. De esta manera, el conocimiento se quedará en nuestra mente desde hace mucho tiempo. Otra técnica para recordar las instrucciones es un debate como se practica en las escuelas tradicionales de debate.

El optimista vive más y mejor - LUIS ROJAS MARCOS

LUIS ROJAS MARCOS PSIQUIATRA, PROFESOR EN NUEVA YORK

MITXEL EZQUIAGA -  DIARIO VAZCO 

Viaja tanto entre los dos lados del Atlántico que ya tiene sus propias recetas para superar el 'jet lag': comer poco y una pequeña siesta. El psiquiatra sevillano afincado en Nueva York llegó ayer mismo a San Sebastián para clausurar 'Diálogos de cocina' con una defensa encendida del optimismo y el sentido del humor.

- No es fácil defender el optimismo hoy: peligro nuclear en Japón, Gadafi recupera fuerzas en Libia, la crisis econonómica golpea...

- No es fácil, no, pero soy un opimista histórico: el mundo está hoy mejor que hace cien años, y mucho que mejor que hace mil. La gran mayoría de las personas tenemos la capacidad de adaptarnos y superar la adversidad. Optimismo consiste en ver el futuro con esperanza, analizar el pasado primando los recuerdos positivos sobre los negativos y enfrentarnos al presente sabiendo que los problemas pueden tener solución. No pensar «que sea lo que Dios quiera», sino tener un papel activo. Y hablar: hablar es bueno para el corazón y para la mente. Al poner palabras a tus sentimientos reduces la intensidad emocional negativa. El optimista ve más motivos para vivir.

- Vivimos en una sociedad en la que el pesimista parece más inteligente y el optimista un ingenuo.
- ¡Pues yo para viajar en un avión prefiero un piloto optimista! Se ha avanzado tanto en la psiquiatría que cada vez hay más científicos que se dedican no a curar enfermedades, sino a otros aspectos que ayuden a superar problemas del ser humano. El optimismo y el amor se estudian de manera científica. Aplicando esos baremos comprobamos que la mayor parte de las personas es en realidad optimista. De cero a diez, la gente se sitúa mayoritariamente entre el 6 y el 8. El optimismo tiene mala fama en Europa. Los filósofos europeos llevan siglos lamentando qué desastroso es el mundo. En Estados Unidos, en cambio, se glorifica el optimismo: si vas a una entrevista de trabajo ni se te ocurra decir que no eres optimista. Allí se presume de felicidad.

- El amargado aquí mira al resto por encima del hombro, como con superioridad intelectual.
- El amargado desconfía de todo. Si tu le invitas a comer en casa, en vez de agradecértelo piensa que le quieres tender una trampa. Desconfiar de todo no lleva a ningún sitio. Yo empecé con 23 años de médico residente en un psiquiátrico de Nueva York: cuando llegaba el invierno los indigentes se acercaban y en muchos casos fingían una enfermedad para quedarse y dormir bajo techo. Un joven colega y yo nos enfrentamos al caso de un vagabundo que amenazaba con suicidarse. Pensamos que nos quería engañar: le citamos para el día siguiente y le dijimos que se fuera. Al instante intentó suicidarse allí mismo: sus tendencias suicidas eran reales. No hay que desconfiar por sistema, no hay que dar tantas vueltas a las cosas.

- ¿El optimista vive más?
- Sin duda. Más y mejor. Acabo de leer un estudio sobre enfermos renales que necesitan diálisis. Quienes dan un nivel alto en el estudio de optimismo viven más. Pero no por magia: el optimista piensa que puede ayudar a superar la enfermedad, toma las medicinas, va a la diálisis... Ni tira la toalla ni se encomienda a Dios: actúa. Quien tiene esperanza tiene más probabilidades: lucha más. Alguien que ha sufrido un infarto o un cáncer también vive mejor con esa actitud constructiva y positiva.

- ¿Hay estrategias para alimentar el optimismo?
- No es fácil en el caso de los adultos. Primero, la persona debe querer cambiar de verdad; segundo, necesita tiempo, y tercero, si va a un psicólogo necesita dinero. Pero en el caso de los niños sí se pueden fomentar actitudes positivas, valorar las pequeñas metas, hacer sentir al crío que puede controlar las situaciones.

- En un mundo tan informado una persona de San Sebastián con todas las comodidades puede vivir angustiada por el terremoto de Japón.
- ¿Pero dejará de pasear por la playa de La Concha por eso? Los seres humanos tenemos una gran capacidad para filtrar. Antes no vivíamos las desgracias ajenas en tiempo real, ahora sí. Pero lo que ocurría antes y ahora es que nos fascina la violencia. Hace dos mil años las gentes más educadas iban al Coliseo a ver gladiadores. Ahora la sublimamos en la tele. Y las malas noticias venden más.

- Usted recomienda que en los botiquines de urgencias haya un frasco de sentido del humor.
- Absolutamente, aunque sin llevarlo a extremos absurdos. El sentido del humor es útil para iluminar el futuro o el pasado o para torear incongruencias. Mi madre murió hace cinco años. Antes, le preguntamos si, una vez fallecida, prefería ser enterrada o incinerada. «Dadme una sorpresa», respondió con una sonrisa. El humor ayuda a relativizar. Darwin decía que la risa era útil como ejercicio físico.

- Nueva York dio la vuelta al 11-S, como usted estudió. El País Vasco se enfrenta hoy al fin de la violencia. ¿Sabremos superar cicatrices?
- Sí. Hace sesenta años la Segunda Guerra Mundial dejó más de cincuenta millones de muertos y el mundo lo superó con capacidad de adaptación y 'mala memoria'. El olvido ayuda a liberarnos. Veo en los hospitales cómo la gente supera enfermedades terribles: eso vale para sociedades enteras. Antes había más violencia. ¿Quién preferiría vivir en el mundo de hace cien años? Ver la evolución con perspectiva invita al optimismo, también en el caso vasco.

- ¿Por qué un psiquiatra en una cita llamada 'diálogos de cocina'?
- Me resulta divertido. Es un congreso muy bien organizado: estoy convocado desde hace un año. Mezclar psicólogos y cocineros es bueno para unos y otros.

- ¿Le gusta comer?
- De pequeño sufría muchas gastritis, pero descubrí que el problema era de cabeza, no de estómago. Aprendí a comer: sé qué me sienta bien y qué mal.

Frases Marianne Williamson

Cada mañana, decide los rasgos que deseas mostrar hoy; los tipos de experiencias que deseas tener y el tipo de vida que deseas vivir. Pon a punto tus músculos actitudinales consiguiendo tener claras estos temas, sosteniendo los pensamientos y luego entrégalos a la Divinidad. Entonces tu mente subconsciente empieza a hacer que se manifiesten. 



23 de marzo de 2011

¿Qué harías si supieras que no vas a fracasar? Verónica Andrés y Florencia Andrés



"El amor a uno mismo es el sentimiento más malentendido y olvidado"

Las especialistas Verónica Andrés y Florencia Andrés muestran herramientas para desarrollar la inteligencia emocional en el libro 'Confianza total'

ALBERT DOMÈNECH - La vanguardia


Verónica Andrés y Florencia Andrés son madre e hija, y más allá de su relación personal, han unido fuerzas para invitarnos a observar de qué modo nos movemos por el mundo, a ser más conscientes de las motivaciones y efectos de nuestros actos, o a tomar las riendas de nuestro presente. Las autoras argentinas aportan en el libro 'Confianza total' información sobre coaching, inteligencia emocional, liderazgo, motivación y neurociencias. Nos revelan también el poder que tienen nuestros pensamientos, palabras y emociones, y nos brindan ejemplos y estrategias para aprovechar nuestro tiempo de otra manera e intentar vivir mejor. La fórmula parece fácil de asimilar, eso sí, el paso decisivo será saberla aplicar a nuestra vida diaria. 

-Vamos primero al concepto global del libro. ¿Qué entienden ustedes por confianza total?
-Florencia Andrés: Es un conjunto de habilidades que se pueden sintetizar en la habilidad para creer en uno mismo, para superar miedos, para usar el poder de los pensamientos y de las emociones a nuestro favor y para transformar sueños en metas alcanzables. Lo interesante es ver, que este concepto de confianza total, es algo con lo que todos hemos nacido, es innato, y eso quiere decir que si lo hemos perdido, lo podemos recuperar. 

-Está claro que la pregunta es, ¿cómo recuperarla? En su libro, dejan claro que hay una gran parte de trabajo interior. ¿Es esa la llave de todo?
-Verónica Andrés: Lo que nosotros le queremos devolver al lector es el poder que le ha otorgado al exterior, a la opinión de los demás y a sus comentarios negativos. Le queremos devolver el poder que tienen sus propios pensamientos, mucho más allá de lo que sucede en el mundo externo. Los hechos, los acontecimientos, no dependen de nosotros, pero sí que depende de nosotros la interpretación que le demos a esos acontecimientos. Y eso es lo que cambia el resultado. Fíjate que esto no es nada nuevo, alguien podría decir, ahora está moda con estos del coaching como dicen ustedes. Quien dijo “no podemos cambiar nuestras circunstancias, pero sí que podemos elegir cómo responder frente a ellas” fue Epíteto, que era un esclavo romano que vivió en el silgo I, y que llegó a ser luego un consejero del mismísimo Marco Aurelio. Siempre hubo a lo largo de la historia de la humanidad personas que supieron utilizar las circunstancias a su favor. Hay un espacio que es la libertad de elegir cómo responder frente a lo que me sucede. Y eso es lo que nosotros proponemos a las personas a lo largo del libro, libertad para elegir lo que pienso, libertad para elegir lo que digo, libertad para elegir mis acciones y para modificar el curso de la vida que vas llevando por los acontecimientos externos. 

-Quedémonos con la palabra “elegir”. Exponen en el libro que hay dos paradigmas en el mundo que lo mueven todo y que son el amor y el miedo. ¿Por qué somos tan autodestructivos y siempre solemos quedarnos con los segundo?
-Verónica: En piloto automático, cuando las cosas salen mal y el peligro te acecha, lo que responde en nuestro cerebro, es una parte muy antigua de la que estamos dotados desde que el hombre estaba en la selva. Es el cerebro reptiliano, el centro de las funciones autónomas. Esa parte del cerebro que tenemos en común con los reptiles, prepara todas las reacciones automáticas de huir o luchar frente a un peligro. Es la parte de nuestro cerebro que no siente, reacciona. 

-¿Cuándo se activa?
-Verónica: El mundo moderno nos presenta diferentes situaciones que pueden ser vividas como peligrosas, que a veces son peligros reales, pero que otras veces son peligros imaginarios. Eso nos coloca en una situación defensiva o violenta. Puede servirnos en caso de que haya un peligro muy real, pero normalmente no necesitamos de esa reacción tan automática que podemos necesitar si viene un ladrón y nos persigue. Nosotros necesitamos conectar más el cerebro emocional con el cerebro pensante, que cuando trabajan en armonía nos llevan a tomar las mejores decisiones. 
-Florencia: Uno de los frutos del paradigma del miedo, y que tiene mucho que ver con ser autodestructivo, es el perfeccionismo. El perfeccionismo es un camino de infelicidad garantizada, porque nadie es perfecto. Es mejor buscar la excelencia. 

-¿Cuál es la diferencia entre alguien que busca el perfeccionismo y el que busca la excelencia?
-Florencia: Su actitud frente al error. El perfeccionista cada vez que se equivoca sufre y se siente mal consigo mismo, y si trabaja con otros hace sentir mal a los demás. Quien busca la excelencia frente al error, siempre se hace la pregunta de, ¿qué aprendí de él? Y capitaliza sus errores, y allí es cuando el error se convierte en oportunidad de aprendizaje y dejamos de ser tan duros con nosotros mismos. 

-¿También en épocas de crisis?
-Verónica: Frente a las crisis es importante conocer este doble significado de ver que la crisis es la oportunidad de despertar talentos que estaban dormidos. 

-Filosofía oriental total…
-Verónica: Sí, filosofía oriental pero fíjate que la teoría del desafío como concepto la acuñó un inglés, Arnold J.Toynbee, describiendo lo que hacían los egipcios con los desbordes del Nilo, “o sucumbían o se agrandaban”. Descubrieron como encauzarlo y transformaron el desierto en la base fértil del Nilo que permitió florecer su civilización. En realidad las crisis vienen a nosotros, y lo hacen de todos los tamaños y colores para que nosotros nos superemos, siempre y cuando nos demos cuenta de que en la crisis está la oportunidad. De lo contrario, sucumbimos. 

-¿Tener miedo puede ser positivo?
-Florencia: Decimos que todas las emociones vienen con un mensaje concreto a nuestra vida. Cuando aprendemos a escuchar qué mensaje traen, es cuando las emociones nos empiezan a jugar a favor y se puedan convertir en una brújula para saber qué acción tomar. Muchas veces el miedo sano nos puede estar indicando que hay algo real que proteger, que nos tenemos que preparar más, que nos faltan recursos para que ese miedo baje. Si lo escuchamos y lo atendemos, estamos haciendo que bajen las posibilidades de que suceda aquello que tememos. Si no atendemos a ese miedo es cuando podemos caer en estados de ansiedad, o de desmotivación. Al prepararnos, ese miedo pierde su fuerza.

-¿Estamos faltos de una educación emocional que nos enseñe a acompañar el miedo en lugar de intentar combatirlo?
-Verónica: No solamente no nos enseñan, sino que en realidad lo que nos enseñan es el camino contrario. Me quedé pensando en tu pregunta anterior y en porqué somos tan autodestructivos. La investigación ha demostrado que a un niño se le dan un promedio de 45 comentarios positivos por día, contra más de 400 negativos. Está documentado. Imagínate, si de temprana edad lo que empezamos a recibir son comentarios negativos hacia nosotros mismos, qué vamos a interiorizar con respecto a nosotros mismos. ¿Por qué somos tan duros con nosotros? De todos los juicios que recibimos los seres humanos a lo largo de nuestra vida, el más duro es el que hacemos nosotros con nosotros mismos. Esa es la mala noticia, la buena es que es algo que podemos modificar. Nosotras decimos en el libro que nos han enseñado todo al revés, que la letra con sangre entra, que no le digas a alguien que lo ha hecho bien porque se agrandará, y es todo lo contrario. Los seres humanos estamos preparados para funcionar bien con emociones positivas. Nuestro cerebro es como un paracaídas, no funciona si está cerrado. ¿Qué lo cierra? Las emociones negativas. ¿Qué lo abre? Las emociones positivas. El reconocimiento, la alegría, la celebración. También darle la bienvenida a la tristeza, al enojo. Pero hemos descartado lo positivo por temor a crear seres arrogantes. Todo lo contrario, la celebración y el reconocimiento en justa medida nos devuelven de nosotros mismos una buena imagen, que es lo que necesitamos para ponernos metas y atravesar desafíos. 

-¿Qué diferencia hay entre la confianza y la autoestima?
-Verónica: La autoestima es un juicio de valoración que hacemos acerca de nosotros mismos. Todos tenemos una imagen de nosotros mismos cuando miramos hacia dentro, cómo nos sentimos con respecto a esa imagen es la medida de la autoestima. La confianza es la fuerza interior con la que nacemos y que nos permite atravesar retos y desafíos. Están relacionadas, decimos que la autoestima es la confianza que no se puede fingir. Podemos tener mucha confianza, pero si de verdad no tengo autoestima, es decir, una sana valoración de la persona, no habrá meta que me alcanza. La autoestima no debe depender, ni de mis aciertos ni de mis desaciertos. Tengo un valor intrínseco. ¿Por qué? Porque soy ser humano. 

-¿Pueden describirme algunas acciones que nos sirvan para cultivar nuestra autoestima de manera diaria?
-Florencia: La autoestima se reconstruye reconociendo lo que hacemos bien, nuestros talentos, nuestros logros. Es algo que también recomendamos en nuestros cursos, hacer una lista con los cien logros que hayas tenido en tu vida. Un logro no tiene porque ser grandes cosas, puede ser aprender a cocinar tal cosa, o ir de viaje a tal sitio. Es importante hacer una lista con cien logros para subir tu autoestima. 
-Verónica: Sí, reconocer cuáles son mis talentos, hacer una lista simultánea de cuáles son los talentos que tenemos. Estamos más acostumbrados a pensar en lo que no sabemos hacer que en lo que sabemos hacer. Eso hace que demos por sentados los talentos que tenemos. 
-Florencia: Y luego tres cosas muy cortitas. Dejar de compararnos, no sirve para nada y siempre nos comparamos con alguien que está en mejor posición. Dejar de quejarnos, la queja parece aliviadora pero no soluciona nada. Y dejar de escondernos, que tiene que ver con reconocer cuáles son nuestros talentos.
-Verónica: Y tiene que ver también en proponernos tener un sueño. En el momento en que yo empiezo a pensar cuál es mi sueño, salgo al mundo, corro las cortinas y digo “aquí estoy”. Atravesando el miedo que va a venir con la meta nueva, pero sabiendo que voy a crecer dentro de este sueño, y eso hace que aumente tu autoestima. 

-¿Por muy mal que esté la situación? Se lo digo porque puede haber lectores que estén atravesando por momentos personales duros y no vean la luz del túnel desde hace tiempo…
-Florencia: Dos cosas, primero recordar que no podemos elegir nuestras circunstancias externas, es cierto, si se enferma un familiar, me echan del empleo, o me deja mi pareja, son cosas que no podemos elegir. Pero siempre podemos elegir cómo responder a eso, cómo interpretarlo. Y si lo interpreto como una desgracia, o como el fin del mundo, lo será. Si decido preguntarme, ¿cuál será la oportunidad que hay en esta crisis? Quizás la encuentre, o por lo menos sospechar. ¿Habrá una oportunidad en esto que estamos atravesando? Eso hace que mi cerebro busque. Hay que recordar que los momentos de incertidumbre pueden despertar talentos en nosotros que no sabíamos que teníamos y que nunca se despertarían si todo estuviera bien. 

-¿Sabemos perdonar y quitarnos piedras de encima?
-Verónica: No sabemos, porque no nos damos cuenta del peso que nosotros mismos estamos acarreando. Muchas veces no perdonamos porque creemos que perdonar es ser condescendiente con lo que el otro ha hecho, y hay cosas que no puedo perdonar, claro que sí. Tenemos que ser conscientes de que perdonar es liberarme a mi mismo del peso que voy acarreando, y de un resentimiento que me estanca y no me permite fluir. Eso genera un estado de ánimo negativo. En el momento en el que yo decido perdonar, me alivio y entro en paz, y esa paz me da energía para seguir viviendo alegre y feliz, con nuevas metas. Todos necesitamos de perdón, porque no hay ningún ser humano que no se haya equivocado, así que cuando perdono al otro, en el algún punto estoy perdonando algo de mí. 

-Aseguran en su libro que los pensamientos tienen mucho poder. ¿Cómo podemos cambiar los pensamientos negativos por positivos?
-Verónica: Convirtiéndonos en observadores de nuestros pensamientos, nosotras decimos que tenemos que silenciar al crítico interno. El crítico que está todo el día diciéndome que esto no me va a salir, o no lo podré hacer. Hay que dar lugar a que salga el observador, ¿cómo observo lo que estoy pensando? Escuchándote a ti mismo, y haciéndote estas preguntas, ¿este pensamiento me sirve? ¿Me abre los caminos o me los cierra? ¿Me hace sentir bien o mal? Porque si no me abre los caminos, me hace sentir mal y no me da ninguna posibilidad, ¿qué hago? Sabiendo que los pensamientos no son verdades absolutas, los pensamientos son pensamientos, y por lo tanto hay que elegir uno que me haga sentir bien, que me abra los caminos y que me de posibilidades. 

-Ya no es un secreto que socialmente no está muy bien visto expresar las emociones, especialmente las negativas, como la tristeza o el dolor. ¿Estamos logrando cambiar esta tendencia y darle la importancia que merecen las emociones?
-Florencia: Sí, a partir de la neurociencia y de las escuelas de negocios que han demostrado que el 75% del éxito laboral depende de factores ligados a la inteligencia emocional, y sólo el 25% tiene que ver con el coeficiente intelectual. A partir de este tipo de descubrimientos, hay mucha más conciencia de la importancia de saber manejar las emociones con inteligencia. Para ello, hay que conocerlas, a veces no sabemos ni lo que sentimos. Tenemos que saber a qué me invita esta emoción. La neurociencia ha demostrado que nuestros cerebros están diseñados para contagiar emociones, quiera yo o no. Las emociones han dejado de ser parte de tu vida privada, si voy a una reunión enojada, acabaré contagiando a los demás. La buena noticia es que las emociones se propagan como un virus, pero las que más rápido lo hacen son la alegría y la cordialidad. 

-Un tabú establecido desde hace tiempo es el de que la gente no cambia. Ustedes parecen no estar de acuerdo en su libro…
-Verónica: Sí, hay una frase muy famosa en un tango argentino que dice, “si soy así, qué voy a hacer”. Como diciendo, yo soy así, no puedo cambiar, es muy pesimista. El nuevo paradigma, que tiene que ver con la investigación, afirma que el lenguaje no solamente describe al mundo, crea al mundo. De manera que los seres humanos sí que podemos cambiar si nos damos permiso, y si empezamos a ser conscientes de que lo que decimos crea una realidad, la pregunta es, ¿qué realidad quiero crear?

-Se han convertido durante todos estos años en observadoras de la actitud del ser humano ante la vida, ¿cuál dirían que es la más común?
-Verónica: Hay ciertos temas que son universales, y lo que más ha fallado es el amor por nosotros mismos, es el sentimiento más mal entendido, el más difícil de todos, el más olvidado. Creo que ese es el gran tema y la gran necesidad de los seres humanos. A partir de aquí, todo lo demás es posible. Como decimos nosotras: ¿Imposible? Yo, soy posible, y a partir de aquí, todo es posible