30 de noviembre de 2012

"Disfruta de la vida, es más tarde de lo que crees "


Dietrich Grönemeyer, catedrático, médico y padre de la microterapia

59 años. Alemán. Casado, tengo 3 hijos y 2 nietos. Soy el titular de la cátedra de Radiología y Microterapia de la Universidad Witten/Herdecke y dirijo mi propio instituto de investigación en Bochum y mi propia clínica en Essen. En política y espiritualidad creo en la unidad

"Disfruta de la vida, es más tarde de lo que crees "



Médicos de futuro
Interrumpe a menudo la entrevista preocupado por mi palidez y me hace llegar desde Alemania unas vitaminas en las que ha escrito "¡Salud!". Con más médicos como él la gente sanaría antes y a mitad de coste: harían falta menos medicinas y quirófanos. Considerado el padre de la microterapia, su especialidad son los huesos y pequeños tumores: "Entro en el cuerpo con una cámara y opero con instrumentos de un milímetro. El impacto es mínimo". Tiene una fundación para enseñar a los niños hábitos saludables, está recopilando el conocimiento de todas las medicinas del mundo y ha escrito un libro para reflexionar: Vive con corazón y alma (Plataforma).
Sólo los peces muertos nadan a favor de la corriente.
O como decía Sten Nadolny: la vida es demasiado valiosa para que la echemos a perder con una actitud acomodaticia.

Sea bueno, doctor.
Deseo romper una lanza a favor de los individuos autónomos, de los que han alcanzado la mayoría de edad. Uno ha de encontrar su propia fuerza para seguir su camino.

¿Y dónde se halla esa fuerza?
Tómese tiempo, no se robe la vida a sí mismo. Nuestro tiempo es limitado, deberíamos conducirnos amorosamente con el tiempo que nos queda: cantar, jugar, encontrarnos, reunirnos para comer con los que amamos lejos del televisor.
Es que nos perdemos en laberintos de preocupaciones.En Alemania, el 30% sufre dolores de espalda, en el mundo la diabetes sube de manera estrambótica y también los infartos en jóvenes de entre 20 y 30 años. Tenemos que empezar a ser más dueños de nosotros mismos, mejorar nuestra calidad de vida.

Pero el sistema...
Nacemos sin prejuicios ni preocupaciones, esa inocencia es poder, es libertad, y eso es lo que como adultos debemos recuperar.

¿Cómo lo hace usted?
Paseo por el bosque para calmar mi mente, y me gusta ir a los lugares de culto en los que se canta colectivamente, esa resonancia de las voces te llena de paz.Me gustaría que los jóvenes lo experimentaran, recuperaran esa comunión.

¿Qué dice la ciencia de cantar y bailar?
Que los niños que aprenden en movimiento y cantando tienen niveles de concentración mucho más elevados, retienen más y durante más tiempo. En Alemania, entre el 30% y el 40% de los niños de entre 3 y 5 años son incapaces de dar tres saltos hacia atrás sin caerse y todos ellos tienen dificultades para la resta. El equilibrio y las disciplinas abstractas como las matemáticas están muy relacionados.

Todos precisamos juego y calma.
Hagamos lo que hagamos, si lo hacemos sosegadamente y no dejamos que nada nos distraiga, la experiencia será de eternidad. Y de este modo conseguimos reunir las fuerzas que necesitamos para vivir. Este es el misterio del trato con nuestro tiempo.

Un paso hacia atrás, dos hacia delante.
Necesitamos más tiempo para pensar en todas las consecuencias de nuestras decisiones. Hay que reunir fuerzas mediante la lentitud y avanzar después con decisión.

¿Qué nos vuelve locos, doctor?
Quien no sabe reflexionar corre el peligro de caer enfermo. Estoy convencido de que parte de lo que llamamos demencia está relacionado con la necesidad de desconectar, es una respuesta a la sobrecarga de nuestra vida. Hay que entender que sólo hallamos descanso en nosotros mismos.

¿El miedo enferma a las personas?
¿Se ha fijado en que la gente en el ascensor aparta la mirada y clava la vista en el suelo?

Sí, y no sólo en los ascensores.
Hay temor al contacto emocional. El miedo se apodera de nosotros cada día un poco más. Tememos envejecer, perder los ahorros, que nos despidan, que nos dejen... Y la angustia se contagia como una epidemia. Hablar de miedo es hablar de enfermedad.

¿Cómo puedo espantarlo?
La cercanía y el cariño son una terapia que convierte una nada química en un proceso bioquímico. Hay estudios que revelan que ante situaciones de mucho estrés si alguien te coge la mano las hormonas del estrés bajan. Los que cultivan relaciones sociales estrechas son más felices y están más sanos.

¿Y mientras intentas cultivarlas?
Una modificación consciente de la postura corporal puede ser de gran ayuda: corregir hombros caídos, ensanchar pecho... Y la movilidad corporal también tiene que ver con la movilidad interior: en eso consiste la vivacidad. Muévete hasta que te mueras.

¿Qué es cuidar?
Está estrechamente relacionado con escuchar. Según un estudio, en EE.UU. los pacientes son interrumpidos por el médico tan sólo 18 segundos después de haber comenzado a contarle lo que les sucede.

¿Si compartes la pena sufres menos?
Sí, de la misma manera que la felicidad compartida nos aporta el doble de dicha.

Hasta que llegan las discusiones.
Todos tendemos a situar nuestro punto de vista por encima de los demás. Hay que aprender a discutir constructivamente y ser conscientes de que el lenguaje es limitado (por eso es tan difícil la comunicación); hay que captar al otro.

Y sobre todo disfrutar.
Quien no disfruta con nada se vuelve desagradable. La alegría es un proceso de aprendizaje. Supone lidiar con el sufrimiento. Tras superar cualquier crisis nos queda un sentimiento de gratitud por haber conseguido salir adelante, y creo que ahí está la clave de la alegría y la felicidad.

¿Gratitud después de sufrir?
Para estar sano -decía el médico y filósofo Heinrich Schipperges- , uno tiene que decir sí a la vida como un todo. Disfruta de la vida, es más tarde de lo que crees.

29 de noviembre de 2012

Sueña

Sueña, no dejes de soñar. Usa tu mente para plasmar la belleza de tu alma en el mundo, no para repetir lo ya existe.

14 de noviembre de 2012

Paracelso - Las 7 reglas



1º Lo primero es mejorar la salud. Para  ello  hay  que  respirar con la mayor frecuencia posible, honda y rítmica, llenando  bien  los  pulmones,  al  aire  libre  o  asomado a una ventana. Beber diariamente  en  pequeños  sorbos,  dos  litros   de  agua, comer muchas frutas, masticar  los  alimentos  del  modo más perfecto posible, evitar el  alcohol, el tabaco y las medicinas, a menos que estuvieras por alguna causa grave sometido a un  tratamiento.  Bañarte  diariamente,  es  un  habito  que  debes  a tu propia dignidad. 

Desterrar absolutamente de tu ánimo, por más motivos que existan, toda idea de pesimismo, rencor, odio, tedio, tristeza, venganza y pobreza.
Huir  como  de  la  peste  de  toda  ocasión  de tratar a personas maldicientes, viciosas,  ruines,  murmuradoras,  indolentes, chismosas, vanidosas o vulgares e inferiores  por  natural  bajeza de entendimiento o por tópicos sensualistas que forman  la  base de sus discursos u ocupaciones. La observancia de esta regla es de  importancia  decisiva:  se  trata  de cambiar la espiritual contextura de tu alma.  Es  el  único  medio de cambiar tu destino, pues este depende de nuestros actos y pensamientos. El azar no existe. 

3º Haz todo el bien posible. Auxilia a todo desgraciado siempre que puedas, pero jamás tengas debilidades por ninguna   persona.   Debes   cuidar   tus   propias  energías  y  huir  de  todo sentimentalismo. 

4º Hay que olvidar toda ofensa, mas aún: esfuérzate por pensar bien del mayor enemigo. Tu  alma  es  un  templo  que no debe ser jamás profanado por el odio. Todos los grandes seres se han dejado guiar por esa suave voz interior, pero no te hablara así  de  pronto,  tienes que prepararte por un tiempo; destruir las superpuestas capas de viejos hábitos, pensamientos y errores que pesan sobre tu espíritu, que es divino y perfecto en si, pero impotente por lo imperfecto del vehículo que le ofreces hoy para manifestarse, la carne flaca. 

5º Debes recogerte todos los días en donde nadie pueda turbarte, siquiera por media hora, sentarte lo más cómodamente posible con los ojos medio entornados y no pensar en nada. Esto  fortifica  enérgicamente  el cerebro y el Espíritu y te pondrá en contacto con  las  buenas  influencias. En este estado de recogimiento y silencio, suelen ocurrírsenos  a  veces  luminosas  ideas,  susceptibles  de  cambiar  toda  una existencia.  Con  el tiempo todos los problemas que se presentan serán resueltos victoriosamente  por  una  voz  interior  que  te  guiara  en tales instantes de silencio, a solas con tu conciencia. Ese es el daimon de que habla Sócrates. 

6º Debes guardar absoluto silencio de todos tus asuntos personales. Abstenerse, como si hubieras hecho juramento solemne, de referir a los demás, aun de tus más íntimos todo cuanto pienses, oigas, sepas, aprendas, sospeches o descubras. por un largo tiempo al menos debes ser como casa tapiada o jardín sellado. Es regla de suma importancia. 

7º Jamás temas a los hombres ni te inspire sobresalto el día de mañana. 
Ten tu alma fuerte y limpia y todo te saldrá bien. 
Jamás te creas solo ni débil, porque  hay  detrás  de ti ejércitos poderosos, que no concibes ni en sueños. 
Si elevas  tu  espíritu  no  habrá  mal que pueda tocarte. 
El único enemigo a quien debes  temer  es  a  ti  mismo.  
El miedo y desconfianza en el futuro son madres funestas  de  todos  los  fracasos,  atraen las malas influencias y con ellas el desastre.  

Si  estudias  atentamente  a  las personas de buena suerte, veras que intuitivamente,  observan  gran parte de las reglas que anteceden. Muchas de las que  allegan gran riqueza, muy cierto es que no son del todo buenas personas, en el  sentido recto, pero poseen muchas virtudes que arriba se mencionan. Por otra parte,  la  riqueza no es sinónimo de dicha; Puede ser uno de los factores que a ella  conduce, por el poder que nos da para ejercer grandes y nobles obras; pero la  dicha  más  duradera  solo  se  consigue por otros caminos; allí donde nunca impera  el  antiguo  Satán  de  la leyenda, cuyo verdadero nombre es el egoísmo. Jamás  te quejes de nada, domina tus sentidos; huye tanto de la humildad como de la  vanidad. La humildad te sustraerá fuerzas y la vanidad es tan nociva, que es como si dijéramos: pecado mortal contra el Espíritu Santo.