31 de marzo de 2010

"Cuidar a una persona es como cuidar a todo el mundo"

Abraham Verghese, médico y escritor
"Cuidar a una persona es como cuidar a todo el mundo"
IMA SANCHÍS  - 31/03/2010
Bendita vocación
"No hay nada más romántico ni apasionante que ser médico", dice. Como paciente, me pondría en sus manos con los ojos cerrados. Verghese despide una humanidad y un respeto poco comunes. Este hombre reflexivo es autor de dos galardonados libros de memorias, The tennis partner y My own country

54 años. Nací en Adís Abeba (Etiopía) y vivo en California. Me licencié en Medicina en Etiopía e India. Casado por segunda vez, tengo tres hijos. Soy docente en la Universidad de Stanford y ejerzo la medicina. La sanidad debería ser un derecho básico. Soy cristiano

Recuerdo la primera vez que de niño entré en un hospital: me impactaron las baldosas blancas, las batas blancas, los instrumentos, el olor; me pareció un templo exótico.

Etiopía dejó de ser su patria.

Fue muy perturbador. El gobierno militar cerró la universidad y ordenó marcharse a todos los expatriados. Era la primera vez que oía esa palabra, tenía 21 años.

¿Era usted un médico tercermundista intentando abrirse camino en EE. UU.?

Tuve que trabajar mucho, y es irónico que la formación que me dieron en Áfricay en India, hablar y tocar al paciente, sea lo que no saben hacer en EE. UU.

Se le conoce por saber leer el cuerpo como si fuera un texto.

En EE. UU. no tienen fe en sí mismos para poder hacerlo, dependen demasiado de la tecnología. Los mandas a un campamento de refugiados y están perdidos sin ella. Para mí, la interacción humana es lo principal.

La medicina, ¿una vocación espiritual?

 
Eso creo, y me entristece que se lea como negocio. Yo hago una distinción muy importante entre sanar y curar. En la medicina occidental hemos olvidado la importancia de que el paciente acepte su enfermedad; lo entendí trabajando con los primeros enfermos de sida, en los años 80. Sólo podía ayudarles a que se sintieran mejor con mi presencia y mi cariño, y eso no se puede recetar.

¿Cómo se especializó en sida?

Me formé en enfermedades infecciosas por razones equivocadas: era la única rama de la medicina que siempre podía curar.

Y entonces surgió el sida.

Durante cinco años traté esa enfermedad en Tennessee y aprendí mucho de la comunidad homosexual, sobre el amor y sobre cómo ser hombre, y arraigó en mí el lado espiritual de la medicina.

Sobre cómo ser hombre, dice.

En EE. UU. muchos jóvenes asocian la violencia a la hombría. Tratando a homosexuales pude ver que ser hombre es mucho más.

¿Qué aprendió sobre el amor?

Había familias campesinas que decían: "¡Si mi hijo es gay, lo mato!", no soportaban la idea de un enfermo de sida en casa, pero cuando les ocurría, se transformaban. Fue una lección maravillosa: el amor de la familia siempre acaba superando los prejuicios.

...

Vi a tantos jóvenes morirse..., y, cuando estaban en el final, todos intentaban buscar el significado de la vida y se daban cuenta de que no residía en la apariencia, el triunfo social o el dinero, sino en el éxito de sus relaciones humanas, especialmente con sus padres. Entendí que no hay que aplazar los sueños ni buscar el significado en las cosas, sino en las relaciones humanas.

¿Se implicó mucho con los pacientes?
Empezó con un paciente al que traté tres años; llegó un momento en que no tenía sentido que siguiera yendo al hospital. Como lo echaba de menos y estaba preocupado, decidí ir a visitarlo a su caravana. A la familia y a él les impactó tanto mi visita, que les ayudó a que la muerte fuera menos dolorosa.

... Y decidió visitar a sus enfermos.

Sí, me di cuenta de la importancia de que supieran que siempre estaría allí. Creé un equipo que iba a las casas de los moribundos para estar con ellos hasta el final.

Qué sencillo y qué importante.

Incluso para las cosas más pequeñas, el subconsciente de cualquier paciente que acude a ti está diciendo: "¡Papá, mamá, ayúdame!"; y el médico contemporáneo no quiere aceptarlo. El paciente necesita un gesto, una mano en el hombro, pero hoy los pacientes se han convertido en una serie de datos en un ordenador.

Tras esos años tratando con la muerte, decidió escribir.

El director administrativo del hospital me preguntó: "¿Vamos a ver muchísimos casos de sida en los próximos años?"... "¡Claro que sí!", le dije. "¿Y si tú no estuvieras aquí, veríamos tantos?"... La gente viajaba de lejos para tratarse conmigo. Yo pensaba que estaba haciendo un gran servicio a esa comunidad, pero aquella pregunta hizo que me lo planteara de otra manera.

¿Por qué optó por las novelas?

La ficción es una gran mentira que cuenta la verdad sobre cómo vive el mundo. Por medio de la ficción quería ilustrar la verdad sobre la medicina, todo lo que odio y amo.

¿Qué odia y qué ama?

La buena medicina es la mayor expresión del amor, y la mala medicina es la que no conlleva ninguna interacción humana. Cuando cuidas a una persona es como si cuidaras a todo el mundo.

¿Para sanar has de tocar?

Examinar al paciente forma parte de un ritual importante, te ganas el derecho a tratarle. Mis manos no son como un escáner, pero puedo leer mucho con ellas, yhe comprobado que vas un día y medio por delante del médico que espera las pruebas, muchas de ellas evitables si conversas y examinas.

¿Qué más caracteriza al buen médico?
Reconocer que el instrumento más poderoso es el conocimiento de sí mismo e interactuar con la mejor ciencia. Si sólo tienes conocimientos científicos y no te conoces a ti mismo, eres un buen técnico pero no aportas ningún consuelo. No tratamos con hígados enfermos, sino con personas.

¿Qué le ha ayudado a conocerse?

Escribir. Siempre animo a mis estudiantes de Medicina a que escriban un diario
.

27 de marzo de 2010

"Habla con una pared: ¡hablar solo es muy saludable!"

Luis Rojas Marcos, psiquiatra
"Habla con una pared: ¡hablar solo es muy saludable!"
VÍCTOR-M. AMELA - 26/03/2010


"No importa lo que pase: ¡importa cómo vives lo que pasa!", dijo un viejo sabio. A esa capacidad la llaman hoy resiliencia, y Rojas Marcos le dedica el manual Superar la adversidad (Espasa), pistas para asimilar mejor reveses. Una cita de Darwin lo encabeza: "No son los más fuertes de la especie los que sobreviven: sobreviven los más flexibles y adaptables a los cambios". Y para ello conviene autoconfianza, nacida del cariño ("yo era un desastroso estudiante... hasta que una profesora me hizo sentir que confiaba en mí", recuerda don Luis), y el escudo del humor: cuando don Luis preguntó a su madre qué prefería que hiciesen con su cuerpo al morir, ella dijo: "Dadme una sorpresa".


Tengo 66 años. Nací en Sevilla y vivo en Nueva York desde 1968. Soy médico y psiquiatra. Estoy casado y tengo cuatro hijos (de 40 a 19 años) de dos matrimonios, y un nieto (1 año). ¿Política? Social. ¿Dios? No creo, y respeto a los que creen. Afectos y autonomía dan resiliencia


Resiliencia es…
La capacidad humana de asimilar y superar adversidades graves. Deriva del latín resilire:rebotar.


¿La resiliencia nos ha llevado hasta aquí como especie?
Es un mecanismo adaptativo, sin duda.


¿Qué adversidad es la peor?
Perder a alguien muy querido. Padecer una enfermedad terminal, o un accidente traumático, o una agresión violenta... En términos generales: una ruptura fuerte.


¿Ruptura con qué?


Con tus conexiones con la vida hasta el momento. Si depositas tu identidad en tu empleo, ¡perderlo será una grave adversidad!


Y me quedaré sin sustento material.
Ya, pero adversidad grave es la que sacude tu sentido de la vida, la que te lleva al "¿tiene ahora algún sentido seguir viviendo?".


¿O resiliente o suicida?


Sí. Aunque habrá también quien siga vivo sin vivir, pasivo. O con hábitos autodestructivos, que es otro modo de suicidio.


Deme tres ejemplos de resilientes.
Joseph (54 años) superó un cáncer de páncreas. Hoy se le ha reproducido, le afecta ya a los huesos. ¡Yo hubiese tirado ya la toalla! Él sigue activo, relacionado, sin hundirse.


Otro.
Rose (44 años), de clase media-alta: desde los 5 años su tío abusó de ella sexualmente. Eso le ha dificultado confiar en los demás, relacionarse... Pese a todo, ha sabido sobreponerse y cultiva la confianza.


Y tres.
Marie ha visto morir de leucemia a su único hijo (23 años), que ella crió como madre soltera. Hoy me dice que ese trauma la ha hecho sabia, que hoy sabe qué es esencial y qué es superfluo. A este fenómeno le llamo crecimiento postraumáutico.


¿Aprender de la desgracia?
La mayoría preferiría no haber vivido ese sufrimiento, pero a la vez te confesarán que eso los ha hecho mejores…


Un tetrapléjico me dijo que no cambiaba su vida por la anterior al accidente...
Estudios con personas que han sufrido una grave adversidad revelan que su grado de felicidad presente es casi idéntico al que tenían antes del suceso. Se observa lo mismo entre gemelos idénticos.


En tal caso, la resiliencia podría ser una aptitud genética.
Tiene una base genética, seguro. Pero interfieren después factores ambientales.


¿Cuáles?
Dos, fundamentalmente: uno, el grado de conexiones afectivas; y dos, el grado de autonomía personal.


Repasemos: uno, conexiones afectivas.
Se trata de haber recibido afecto y tener una red de amigos. ¡Cultívelos! Si tienes con quien hablar y compartir, ¡estás salvado!


¿Sí? ¿Basta con hablar?
Sí: cuando me abandonó mi primera mujer, yo caí en una depresión. Y hablar con un amigo me salvó.


¿Ha sido esa ruptura conyugal la mayor adversidad de su vida?
Sí..., hasta que estuve a punto de morir en el 11-S, donde desaparecieron varios conocidos míos, como el mismo jefe de bomberos... Lo superé también hablando con amigos...


Necesitamos ser escuchados.
Es algo aún más elemental: hablar supone objetivar verbalmente las emociones, empaquetarlas en palabras, sacarlas de ti, alejarlas..., y eso va diluyendo el conflicto emocional. Incluso hablar con tu perro, tu gato...


¿Y si no tengo ni un amigo, ni un perro ni un gato?
Háblate a ti mismo al espejo.


...
¡Sí, sí...! O con la pared. Habla con una pared. ¡Habla! Que sí, que eso te aliviará: ¡hablar solo es muy saludable!


Le creo, pero mejor cultivaré amigos. Dos: autonomía personal, me decía...
Un científico, Sanderson, hizo un experimento ilustrativo: reclutó a personas que se ahogan ante el CO y les hizo respirar aire 2 por un tubo, inyectando crecientes dosis de CO ..., pero haciendo creer a la mitad de


2 ellos que girando una llave podían minimizar la dosis. Eso era mentira, ¡pero el 75% de estos permanecieron tranquilos..., mientras que el resto padecía accesos de pánico!


Conclusión.
Sentir que dominas las riendas de tu vida te da poder sobre tus circunstancias.


Sabiendo todo esto, ¿cómo puedo aplicármelo para fortalecer mi resiliencia?
Uno, cultiva tus relaciones afectivas. Dos, narra lo que te pasa, cuenta tu historia. Tres, intenta pensar que tienes poder sobre tus circunstancias, y así minimízalas. ¡Crecerás en autoestima y autocontrol! Serás más resiliente: alejarás la infelicidad.


¿Quiénes son más resilientes en general, los hombres o las mujeres?
Aunque nacen más hombres que mujeres, acaban sobreviviendo más mujeres que hombres... Es un dato.


Si le pregunto: "Vivir, ¿para qué?", ¿qué me responde, doctor?
Dímelo tú. Si tú no encuentras motivo alguno para vivir, ¡nada puedo hacer yo! Pero siempre suele salir algo ínfimo: ver salir el sol, ver un partido... Y tirando de ese hilo, de lo que se esconde detrás de eso, encontraremos las conexiones con la vida...


¿Cuál es su motivo para vivir, doctor?
¡Tengo tantos, felizmente...! Pero si me obligas a quedarme sólo con uno, te diré uno: "Ya que estoy aquí..., ¡aprovecho!".

20 de marzo de 2010

Paisajes Internos - Ashana- Inner Landscapes

Navegando encontre esta cantante y sanadora ASHANA
Trabaja con cuencos de cuarzo y su voz ademas de otros instrumentos.

Encontre este video. Espero lo disfruten




19 de marzo de 2010

LA VERDAD TRAS EL ESPEJO

Me habia llegado hace tiempo y ha vuelto a aparecer en buen momento. Que lo disfruten.

El cambio (The Shift) Wayne Dyer

Creo que muchos de nosotros hemos leído algo de Wayne Dyer: Tus Zonas Erróneas, El Cielo es el Limite, El Poder de la Intención, etc. 

Creo que es uno de los "maestros" en el tema de auto-ayuda. Con su fortalezas y debilidades: para mi sus libros terminaron siendo una repetición "haz esto y seras feliz". Como si la felicidad fuera la misma para todos y con una formula farmacéutica.

Un poco me resistía a ver otra película de él. La recomendaciones de amigos y que fuera del mismo director de "Usted Puede Sanar Su Vida" me llevo a verla.
La idea de una entrevista a Dyer con gente reticente a sus enseñanzas entrelazada con historias de personajes que suceden en el mismo lugar de la filmación tiene una dinámica atractiva.

Además, me gusto porque no es el típico "haz esto o aquello para ser feliz", sino que habla de encontrar "la canción que uno lleva en su interior", de encontrar la "sintonía de uno con el fluir de la vida".
Se enfoca en una visión, tal vez, mas taoista (cita mucho a Lao-Tse). Habla de como nos pasamos corriendo en pos de objetivos (dinero, fama, familia, etc.) olvidándonos de "ser".
La recomiendo. Es para verla más de una vez.

10 de marzo de 2010

Fritz Perls 2- Gestalt

Yo hago lo que hago,
tú haces lo que haces.

No vine a éste mundo a cumplir tus expectativas.
Tú no viniste a cumplir las mías.

Yo soy yo.
Tú eres tú.

Si por suerte nos encontramos,
será maravilloso.

Sino, no tiene remedio. 





Falto de amor a mi mismo
cuando en el intento de complacerte me traiciono
Falto de amor a ti 

cuando intento que seas como yo quiero en vez de aceptarte
como realmente eres


Yo soy yo.
Tú eres tú
   


--- Fritz Perls

Fritz Perls- Gestalt

Sé como tú eres,
De manera que puedas ver
quién eres
y como eres

Deja por unos momentos,
lo que debes hacer
Y descubre lo que realmente haces
Arriesga un poco si puedes

Siente tus propios sentimientos
Dí tus propias palabras
Piensa tus propios pensamientos

Sé tu propio ser
Descubre
Deja que el plan para tí
surja de adentro de tí
Fritz Perls

2 de marzo de 2010

"No tengas miedo a probar algo nuevo"

Robert Horvitz, premio Nobel en Fisiología y Medicina en el 2002

IMA SANCHÍS - 02/03/2010

Yo puedo

Es un hombre orquesta, que va de la ciencia a la filosofía y a la política. ¿Qué vitaminas toma para tener tanta vitalidad?, le pregunto: "Descubrir algo que nadie ha visto anteriormente, crear un fármaco para pacientes que antes no tenían otra posibilidad, tener un papel para poder cambiar algunas políticas como la de las células madre... es emocionante, y esa sensación de ´yo puedo tener un impacto´ es muy gratificante". Su consejo para un joven estudiante sería: "Ten confianza, trabaja muy duro, no olvijavascript:void(0)des pasártelo bien y sigue lo que te dicte tu corazón". Ha venido invitado por los laboratorios Esteve para participar en el III simposio internacional de respiratorio de Barcelona.

62 años. Nací en Chicago y vivo en Boston. Estoy casado y tengo una hija de 16 años y dos hijastros. Soy catedrático de Biología en el Instituto Tecnológico de Massachusetts e investigador del Howard Hughes. Mi política es promover la salud mundial. No tengo creencias

¿La muerte es necesaria para la vida?

Sí, y ese es el descubrimiento por el que se me conoce: la comprensión de cómo y por qué las células mueren.

Algunas no quieren morir.

Y provocan las enfermedades autoinmunes.

¿Son células programadas para suicidarse o hay células policía que las matan?

La gran mayoría tiene esa capacidad de suicidarse, pero otras son instruidas.

¿Algunas consiguen burlar a la policía?

Sí: las células oncológicas, que interrumpen el suicidio celular. El cáncer son células que se dividen y dividen, pero también ocurre que algunas deciden no morir.

¿Entonces, un tumor es el ansia de vivir de esas células suicidas?

Sí, en un tumor hay exceso de poca muerte.

Usted dio conferencias sobre la paz.

Una cosa que tiene recibir el Nobel es que al día siguiente de que te lo entregan todos suponen que eres un experto en casi todo. Pero mis conocimientos de la paz se resumen en una frase: la paz mundial es buena.

¿Qué es lo más importante que ha aprendido en su vida?

Tener bien claras las prioridades: las personas son lo primero, la familia es crucial, los amigos y, en general, nuestra responsabilidad de unos con otros. Si pensáramos en los demás, el mundo sería un lugar mucho mejor, porque todos somos muy parecidos.

Espejos los unos de los otros.

Pat McGovern es un hombre de negocios de mucho éxito. Fuea un país y encontró personas maravillosas pero que odiaban a las del país vecino. Acudió entonces al país vecino y encontró de nuevo personas maravillosas que odiaban a sus vecinos.

Muy humano.

"¿Por qué la gente es de naturaleza buena pero desarrolla esos sentimientos de odio?", se preguntó, y llegó a la conclusión de que la respuesta debía de estar en el cerebro y fundó el instituto en el que yo trabajo, el McGovern para la Investigación Cerebral del MIT, con la esperanza de mejorar la sociedad. Este planteamiento es el que me llevó a mí a aceptar la invitación de hablar sobre la paz mundial.

¿Y han entendido algo?

Llevamos muchos años intentando comprender cuáles son las diferencias entre el hemisferio izquierdo y el derecho, y lo hacemos a través del cerebro de un pequeño gusano, el mismo que yo he utilizado para comprender la muerte celular.

El C. elegans.

Hemos identificado los genes que hacen que los hemisferios sean diferentes. Ahora nos planteamos cómo funcionan y qué controlan, pero no se lo hemos dicho a nadie.

De acuerdo. ¿Cuál ha sido la decisión más difícil de su vida?

He tomado decisiones que algunos considerarían difíciles, pero yo las he vivido como experimentos. Verá: me licencié en Matemática Teórica y en Economía, pero continué estudiando Biología, una gran decisión.

¿Qué le llevó a ese cambio?

En la universidad compartía habitación con un compañero que decía que la biología era interesante, así que en el último año me matriculé en Biología, me gustó y le dije al profesor: "Me voy a licenciar en Matemáticas y Economía, pero me gusta lo que usted explica, ¿le parece una tontería que continúe?".

¿Y qué le dijo?

"Mis estudios y mi doctorado son de Física". El mensaje que interpreté y el que ha regido mi vida es: no tengas miedo a probar algo nuevo. Si te es atractivo, inténtalo, y si no funciona, prueba otra cosa.

Valiente.

Yo me doctoré en el estudio de los virus que infectan a las bacterias, pero decidí que quería aprender sobre los sistemas nerviosos: otro experimento. Me trasladé a Inglaterra para hacer ese trabajo.

¿No le tildaron de picaflor?

Biólogos muy reconocidos me advirtieron que si cambiaba tanto de campo acabaría con mi carrera. Pero yo quería hacerlo.

¿Cree que en su vida hay un hilo conductor?

Sí. Mis padres me inculcaron un gran respeto por el aprendizaje. Siempre me repetían: "Hazlo lo mejor que puedas", y a lo largo de mi vida eso ha sido lo que he hecho, junto con seguir mis intereses. El resultado han sido mis cuatro vidas, aparte de mi vida familiar, que es la más importante.

Cuénteme.

En el MIT soy investigador de ciencia básica y estudio un gusanito muy pequeño. Durante veinte años he colaborado con un amigo neurólogo y juntos hemos estudiado las enfermedades neurológicas. La tercera vida es ir a Washington y educar a los miembros del Congreso sobre la importancia de la investigación científica, a lo que dedico mucho tiempo: ya me he reunido con cuatro presidentes estadounidenses.

¿Y la cuarta?

Es comercial. La investigación que yo hago lleva a descubrimientos que intento que sean útiles, así que participo en la industria de la biotecnología. He fundado cinco empresas. Hemos desarrollado dos fármacos (que no me pertenecen) que se están probando en pacientes con enfermedad hepática y en enfermos de cáncer con excelentes resultados.

Impactante.

Haber podido ir de un gusano a un paciente habiendo participado en todos los pasos de ese camino es algo muy gratificante.