Una nota que hice para la revista Tu Mismo en 2007
El premio Nobel Al Gore
volvió a España y ante un numeroso auditorio, en su mayoría
empresarios, recordó su “verdad incómoda”
Ante un millar de asistentes que colmaron el auditorio del Palacio de Congresos de la Fira de Barcelona, el ex vicepresidente norteamericano Al Gore, flamante premio Nobel de la Paz 2007, ofreció una conferencia muy similar a la que pronunció en junio pasado en la Ciudad Condal, explicando las causas, efectos y acciones posibles frente al cambio climático. El disertante, rodeado de una cuidada escenificación, utilizó una gran pantalla y decenas de fotografías, gráficos y datos científicos para ilustrar el verdadero alcance del calentamiento global.
“Estamos
frente a una emergencia planetaria que requiere una aproximación holística”,
comenzó diciendo al público, mayoritariamente empresario, a quien subrayó con
énfasis que “los cambios tecnológicos han cambiado la relación entre las
personas y el planeta”.
Al
recordar un pensamiento de Carl Sagan (“el hombre cree que el planeta es tan
grande que no lo podemos destruir”), Gore apuntó que “nos hemos convertido en
la mayor fuerza de la naturaleza saturando el sistema planetario”, hecho que se
constata inequívocamente en los últimos 45 años. Y enfatizó: “Lo que estamos
haciendo es una locura”.
Con
su ya habitual estilo pedagógico, caracterizado por un toque de
entretenimiento, explicó que el grosor de la atmósfera de la Tierra está en la
misma escala que el grosor de la capa de barniz que cubre un globo terráqueo
escolar. Ese es el aire que abriga al hombre y a todas las otras formas de
vida, protegiéndonos de los letales rayos ultravioleta del Sol, y que a través
del efecto invernadero nos da una temperatura superficial por encima del punto
de congelación. Por lo cual, sin el efecto invernadero, toda la Tierra se
sumergiría bajo el punto de congelación de la agua y la vida sería imposible.
Sin
embargo, esta atmósfera tan delgada y frágil se encuentra atacada por la
tecnología. La estamos bombardeando con toda clase de productos. “Ya conocemos
la preocupación acerca de que los cloro-fluoro-carbonos están acabando con la
capa de ozono; y que el dióxido de carbono, el metano y otros gases provocan un
calentamiento global, una tendencia estable entre las fluctuaciones producidas
por las erupciones volcánicas y otras fuentes. ¿Quién sabe a qué otros retos
estamos exponiendo a esta vulnerable capa de aire que no hemos sido lo bastante
sabios como para prever?”, planteó Gore.
En
breve comparación con lo que sucede en Venus, el ex vicepresidente
norteamericano explicó que mientras el carbono en nuestro plantea se ha
decantado y ha bajado a la tierra, formando petróleo y gas, en el vecino
planeta se mantiene en la atmósfera. Por lo tanto, la temperatura en Venus alcanza
los 457 grados contra los 15 grados de media en la Tierra. Además, en Venus
llueve ácido sulfúrico.
“Algunos
se preguntan cómo puedo ir por todo el mundo repitiendo lo mismo. Para hacer
cosas así tenemos que tener un motor: la pasión. Mi pasión por esto viene
porque tengo nietos y quiero que ellos tengan un hogar dónde vivir”, aclaró al
auditorio.
La respiración
del planeta
Al
encontrarse la mayor masa de árboles en el hemisferio Norte, cuando llega el
verano, las hojas depuran el CO2 del medio ambiente y con el otoño caen las
hojas y expelen CO2. “Esto hace que en un mismo año suban y bajen los niveles
de CO2 bruscamente, podríamos decir que
es la “respiración del planeta” que se produce con el cambio de estación,
inhalando en primavera-verano del hemisferio Norte y exhalando en el
otoño-invierno de dicho hemisferio. Pero estos niveles medios de CO2 en la
atmósfera han aumentado con nuestra contaminación y la deforestación”,
prosiguió.
Con
deshielos en casi todos los glaciares del planeta, Gore advirtió que casi el
40% de la población mundial (India y China) depende del deshielo de los
Himalayas, y afluentes de ríos como el Ganges o el Yangtze se verían afectados.
Con
una realidad que indica que el 71% del planeta está cubierto de océanos, Gore
recordó que la temperatura en ellos ha aumentado, así como las tormentas y
tornados. Como resultado, apareció el primer huracán en tocar el hemisferio Sur
(Brasil) y la relación entre aumento de temperatura e incremento en la
intensidad de tornados es incontrastable. Por otra parte, dijo que
recientemente tocaron tierra dos tornados el mismo día en México y Estados
Unidos por primera vez.
El
disertante introdujo el nuevo concepto de “refugiados climáticos” luego del
paso del huracán Katrina en Nueva Orleáns. Con el aumento de inundaciones en
todos los continentes, más lluvias y mayores sequías, subirá el número de
refugiados climáticos en los próximos años. Y sentenció que “lo peor en la
agricultura es la pérdida de humedad del suelo”. Esto ya está pasando en países
de África, así como en granjas ganaderas de Australia, que han tenido que
cerrar por sequía del suelo y los ríos. Seguidamente, Gore anunció que existe
un riesgo mayor si se libera el CO2 congelado en el hemisferio Norte. “El hielo
refracta el sol que entra a la atmósfera y devuelve gran parte al espacio,
funcionando como un gran espejo. Al derretirse los polos, los rayos solares no
tendrán refractación y calentarán más el planeta. Si se derrite el polo Norte,
será una gran emergencia”, agregó. Y también explicó que el clima mundial es un
sistema no lineal.
Tras
mencionar que 6 millones de aves paran en España en su migración, resaltó que
la desaparición de especies lleva a que otras ocupen su lugar, a veces
alterando más el medio natural.
En
el aspecto sanitario, observó que empieza a notarse un aumento de infecciones
al aumentar el calor. Por ejemplo, al haber más calor los mosquitos vuelan más
alto. La fiebre del Nilo ya cubre toda Norteamérica, parásitos asiáticos han
llegado a Sudamérica y los de allí a Europa. Este colapso marcado entre la
civilización y la Tierra, graficó, tiene tres actores para considerar: el
crecimiento demográfico, la revolución científica y tecnológica, y nuestra
forma de pensar.
Tres errores
Tres
son los errores más comunes que se plantean con respecto al cambio climático.
El primero: se han publicado más de 900 investigaciones científicas en los
últimos años y ninguna está en desacuerdo ante el cambio climático. Pero hay
divulgaciones científicas en la prensa para generar la idea de que no se ponen
de acuerdo, y así no hay nada que hacer. El segundo: es necesario elegir entre
la economía y el clima. Y el tercero: si somos los causantes, ¿estamos a tiempo
de cambiarlo?
Gore
aseguró que nuestro país afronta el mayor riesgo de cambio climático de Europa,
pero así como tiene este gran reto, se presenta una gran ventaja: España es el
segundo productor de energía eólica del mundo y el primero de energía solar.
“Debería exportarla. Es energía limpia”, sugirió.
Y
al sostener que “esto es un cambio moral”, bromeó irónicamente respecto a la
posición de quienes dicen que la mejor solución es buscar otro planeta para
seguir la vida allí: “Si no somos capaces de evacuar Nueva Orleáns con el
Katrina, ¿cómo vamos a evacuar un planeta? Este planeta es nuestra casa.
Debemos afrontar el problema y solucionarlo entre todos. Como reza un proverbio
africano, si quieres ir rápido ve solo; si quieres llegar lejos ve acompañado”,
por lo cual “lo mejor que podemos hacer es aumentar la presión social sobre los
políticos”.
En respuesta a
si la limitación de la velocidad en las ciudades disminuiría la polución,
respondió que la mayoría de las ciudades tienen atascos, por lo cual no hay
velocidad posible que desarrollar. Es más importante buscar una solución
integral rediseñando el sistema de transporte y las ciudades. Y dio un último
reproche: “¿Es necesario que cada vez que nos desplacemos llevemos toneladas de
acero con nosotros?”.