por Aurelio Alvarez, Revista TÚ MISMO
Un viaje, fotografías, trabajo psicológico y búsqueda espiritual
Original,
práctico y motivador. Con estas tres palabras podríamos describir “Camino de
Santiago, camino del corazón. Cartas del peregrino”, el reciente trabajo
editorial realizado por Pablo Arturi, psicólogo, terapeuta y colaborador de TÚ
MISMO. Entre la variedad de libros que han tenido este tema como eje central,
nos comenta que “me pareció interesante sintetizar experiencias únicas,
inolvidables, que me pasaron en el Camino. Lo hice dos veces, la primera en
bicicleta, fue hermosa, pero el dueño de un albergue en Santiago de Compostela
me aconsejó que lo hiciera a pie ya que sería distinto. Y así fue: el andar, el
ritmo de cada paso…, vas con otro tiempo. El esfuerzo físico, el hecho de estar
disfrutando con otra regularidad permite bajar las revoluciones de la cabeza,
se aquietan los pensamientos, todo ello permite vivirlo de otra forma”.
De manera que,
reconoce, “el camino va haciendo mella”. Como situándose en esos escenarios,
lejanos de los avatares de la gran urbe, Pablo señala: “El camino pone a prueba
tanto tu fortaleza física como la interior. Vives días espectaculares, unos muy
simples, agradables, y otros duros, difíciles. Afrontas desafíos corporales,
salen ampollas en los pies, dolores en otras partes y no aguantas la mochila. A
la par empiezan a moverse cosas internas que no sabes cómo gestionarlas. En
algunos momentos, cuando el esfuerzo supera el placer, te cuestionas qué haces
ahí, por qué, para qué recorres ese camino”.
A pesar de todo
ello, “hay magia en el Camino”. Alternativamente van apareciendo y esfumándose
personajes con quienes el peregrino se encuentra en el sendero. “Te das cuenta
de que al estar más en sincronía con la naturaleza –dice–, vuelves a sintonizar
con lo simbólico a través de sutiles experiencias. El hecho de encontrarte en
un entorno más afín con lo humano, más tranquilo, armónico, como son los
pueblos y la naturaleza, hace más fácil percibir las señales externas
vinculadas con realidades internas. Lo simbólico se manifiesta más simplemente
que en una gran ciudad, saturada de ruidos y estímulos”.
“Camino de
Santiago, camino del corazón. Cartas del peregrino” está estructurado en 34
cartas o capítulos. Pablo explica que “son las 34 jornadas que te llevan de
Francia a Finisterre, para reflexionar un tema por día”. Artísticas fotografías
ilustran la travesía, con distintos paisajes y personajes. La disposición de
las imágenes “no siempre responde a un orden cronológico, pero muestran los diferentes
entornos, destacando experiencias que suelen suceder y que son muy comunes, con
lo cual ofrezco una visión externa del Camino”, y a continuación invito a
reconducir esa visión a nuestro mundo interior, teniendo en cuenta que “si el
Camino no te resuena internamente, no tiene sentido”.
Es decir que
“el propósito es buscar tu propio camino interior, por eso lo llamo Camino del
Corazón, y la idea principal del libro es que lo transites”, resalta Pablo,
quien propone que “tú lo puedas vivir como una experiencia a fin de descubrir
tu propio camino de vida”. A modo de ejemplo señala que hay peregrinos que no
saben porque están allí… pero sienten ‘algo’ que los movió a hacerlo. Lo que yo
llamo ‘la llamada del alma’”. Propongo un ejercicio para saber cómo conectar
con esa voz interior, descubrirla, identificarla más claramente, utilizarla en
nuestro favor”.
Como hay
“señales que no las percibimos porque no estamos atentos –explica Pablo–, trato
de dejar implícito que nos encontramos en un mar de energía, conectados con el
universo, razón por la cual éste responde a lo que vamos irradiando. Si
preguntamos al universo, nos enviará señales contestándonos”.
Otro ejercicio
que el autor incluye en esta guía del Camino hace referencia al concepto del
hogar. “Un ejemplo concreto es el albergue, y doy testimonio de la experiencia
cotidiana en estos lugares donde encontramos compañeros circunstanciales con
quienes compartimos momentos memorables. Esta imagen la reconduzco hacia
nuestro espacio interior: cómo lo cuidamos, qué pasa dentro de nosotros… Y
propongo un ejercicio desde lo simbólico para trabajar con el hogar interior”.
Imágenes,
ejercicios con visualizaciones, reflexiones… Sobre estos recursos, Pablo
manifiesta que el texto “tiene varios niveles de comunicación: el más
superficial, las imágenes, el relato que hago acerca de la experiencia; otro
nivel más profundo, que es la reflexión de un tema y la meditación, con la
puesta en práctica de lo que surge”.
El lector al
que va dirigido este e-book es tanto quien ha hecho el Camino como quien aún
no. “Incluso para quien no lo piense hacer”, aclara Pablo. “Utilizo la metáfora
de lo que es el camino exterior para descubrir cuál es tu propio camino de
vida, para ayudar a clarificar tu propio camino, transitándolo, independientemente
de que lo hagas o no. Tal vez si lo has hecho te reconecte con esa energía, y
si no es así te inspire para concretarlo”. Es más, “sugiero –acota– que hagan
esta experiencia única, aunque comprendo que hay que disponer de tiempo y
dinero, no mucho, pero sí de algunas cosas necesarias”.
Entre los
infinitos aspectos que destacan del Camino, rescata uno en particular: la
amistad. “Con los amigos del Camino se va abriendo el corazón. Se suceden
conversaciones de lo cotidiano, lo fácil o difícil que has enfrentado ese día.
Algunas anécdotas resultan ser muy
divertidas, pero también cuando pasan las horas empiezas a compartir tus
experiencias personales, cada uno cuenta qué es lo que lo ha traído hasta ahí.
Te puedes encontrar relatos de lo más variopintos, habiendo peregrinos de 133
países que recorren esta vía”.
Y una cuestión
importante: ¿al regresar eres el mismo que partió? Pablo recuerda que
“recientemente hablaba con una mujer que había hecho el camino en el 82 y lo
repitió años después, enferma de cáncer. Decíamos lo mismo acerca de cómo
quedamos enganchados con el Camino, que es transformador”, por lo cual
advierte: “Si alguien lo hace pensando que cuando vuelva a casa todo será
igual, se equivoca y puede tener un pequeño problema. Hay que estar preparado”.
Todo ello siempre y cuando se viaje una semana o dos, como mínimo. “En el
último capítulo sugiero que, al regreso, uno debe plantearse nuevos sueños,
proyectos, porque si creemos que todo será igual nos encontraremos con
desajustes interiores, frustraciones. Sucede…”.
Se puede
descargar “Camino de Santiago, camino del corazón. Cartas del peregrino” en
iTunes, disponible en español e inglés, en 51 países, para iPad y cualquier
tipo de Mac. TM
Más info en
https://www.facebook.com/caminodesantiagolibro
y
descarga en http://bit.ly/1eLrBvB