Hoy tuvimos la meditación grupal de los miércoles. Surgió de manera espontanea la necesidad de sanar al planeta. Enviamos luz al centro del planeta y ayudamos a reparar la atmósfera que lo protege debilitada por la polución y la transformación que esta sufriendo. Es importante reforzar y proteger el aura de la Tierra impidiendo que penetren agentes que la puedan alterar más.
Fue impresionante al finalizar la meditación la energía de agradecimiento que brotaba desde el centro de la tierra hacia nuestros corazones. Esto me hizo recordar lo importante que es nuestro aporte a la sanación del planeta.
Recordemos que el planeta es un ser en evolución al igual que nosotros. Es nuestra nave en la que viajamos por la galaxia. Cuando mejor funcione la nave mejor sera nuestro viaje. Cuanto mas estable este también nosotros nos sentiremos menos sacudidos.
Podemos aportar a su sanación de infinitas maneras. Desde una plegaria en cualquier momento o cuando nos sentemos cerca de algún árbol, o como enseña el Dr. Emoto orando cerca de ríos o mares. También podemos mientras nos duchamos o lavamos las manos enviar esta sanación que queda grabada en el agua, la sangre de la tierra, y sea transmitida a todos los lugares donde seguirá fluyendo, llegando el mensaje al ser de luz que esta en el centro de la Tierra.
Practicando esta sanación también sanamos nuestras raíces, nuestro primer chakra reconectándonos con la tierra, sintiéndonos mas estables. Recordemos que para distintas filosofías, especialmente la indígenas americanas, dicen que gran parte de nuestra sensación de "estar perdidos en este mundo", alienados o a veces enfermos y enfadados viene por haber perdido la conexión con todo lo que nos rodea, entre ellos es planeta que habitamos.
Les sugiero que practiquen unos minutos diariamente para ayudar a estabilizar a nuestra nave....
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