Por fin! noche fresca de verano. Pasada la medianoche.
La brisa ondea las cortinas. Salgo al balcón. La brisa golpea las hojas de los álamos temblones. Uno de mis sonidos favoritos de los veranos de mi infancia. Siento que el viento habla con ellos, cada uno tiene su sonido.
Las nubes espumosas pasan rápidamente trayendo el fresco marino.
Por fin el silencio entra y el ruido se repliega en los sueños de los durmientes.
Se escuchan los grillos. Hay grillos en la ciudad!
Por fin escucho al tiempo!
Me acerco al umbral. Atento y en silencio percibo en lo mas profundo un atisbo de "Aquello". "Aquello" que esta en los arboles, en el viento, en los grillos. Lo que me une a ellos y nos hermana.
Observa en paz, maravillado, sonriente, luminoso como su esencia
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