Nacer a sí mismo empezó a gestarse cuando su autora “perdió” todos sus bienes materiales después de una quiebra económica de la empresa que había fundado. El libro está basado en la propia experiencia de perderse a sí misma. A partir de ese punto de inflexión, vivirá el proceso de engendrarse para darse de nuevo nacimiento.
Durante esta gestación hubo un acontecimiento importante: el trabajo que realizó en escuelas con niños de edades comprendidas entre los seis meses y los dos años. Fue durante la convivencia con estos niños cuando se dio cuenta que los seres humanos vamos transmitiendo nuestras heridas de generación en generación por no hacernos responsables de nuestro dolor.
Lourdes Reina manifiesta que ha tenido la suerte de trabajar en escuelas guiadas por las bases de la pedagogía Pikler, donde los niños recibían un trato bajo los valores del respeto, la autonomía y la seguridad que los acompañaban en todas sus actividades, contribuyendo así a crear unos cimientos sólidos en el niño para que pudiera convertirse en un ser humano íntegro.
El niño se expresa a través de su cuerpo, y los adultos en nuestra mayoría ya nos hemos separado de él y no conocemos el lenguaje de nuestra parte más instintiva y a veces inconsciente.
La obra contiene tres partes: La primera está dedicada al universo del adulto que integra los padres, profesores, cuidadores; la segunda dedicada al universo del niño y la tercera dedicada a darse nacimiento a uno mismo.
En todo acto de nacimiento existe previamente una muerte simbólica a lo que ya no es, a lo que ya no está, a lo que desearíamos que hubiera sido y no fue. Transitamos continuamente por esta muerte simbólica, morimos a lo largo del día de situación en situación, de experiencia en experiencia. Este proceso de muerte va acompañado de al menos por cinco fases que iremos experimentando con mayor o menor intensidad dependiendo de nuestro grado de flexibilidad interno:
1. fase: la negación
2. fase: la ira
3. fase: la negociación
4. fase: la depresión
5. fase: la rendición.
La autora durante este viaje describe hasta ocho corazas (© MLC de Marie Lise Labonté) que se han construido desde nuestra concepción y durante nuestra infancia como protección de acontecimientos que hemos percibido como agresiones:
1.- La coraza fundamental
2.- La coraza de la impotencia
3.- La coraza del mal amado
4.- La coraza de protección
5.- La coraza parental
6.- La coraza de pertenencia
7.- La coraza narcisista
8.- La coraza social
En definitiva este libro está dirigido a todas aquellas personas que por una u otra razón están cerca de niños y que quieren responsabilizarse de ellos mismos y dejar de transmitir sus heridas a los más pequeños.
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