Aprender a través de la conciencia
Las experiencias de Ana Serrano con la
obsidiana, piedra sagrada de sanación
Roca magmática, la obsidiana va adquiriendo
cada vez más un lugar destacado en las preferencias del mundo de las terapias
complementarias, tanto que en México ya es reconocida a nivel oficial por el
gobierno la formación de terapeutas que la utilizan por sus efectos curativos.
Ana Silvia Serrano, creadora del Sistema de Sanación con Geometrías de
Obsidiana y experta en esta actividad que también encuentra apoyo en España a
través de la Asociación de Médicos y Sanadores de Barcelona, nos cuenta su
experiencia personal y profesional, volcada en dos libros, “Obsidiana, piedra
sagrada de sanación” y “Osiris, el huevo de obsidiana”.
Ana considera en un plano personal que el
aporte fundamental de la obsidiana es que “cumple con el deseo que tuve hace
años al pedir al cosmos que los seres humanos pudiéramos aprender a través de
la conciencia y no por el dolor”. Y de inmediato enfatiza sus cualidades físicas,
químicas y también energéticas: “Permite desinflamar al tener poder de
absorción de líquidos, por lo cual es capaz de quitar el dolor del cuerpo, en
un hueso, una estructura muscular, un órgano, un sistema. Tiene la capacidad de
absorber energía densa estancada, y modifica el pH”, asevera.
Estas acciones van aún más allá, en los planos
emocional y mental. Al respecto afirma que “cuando tenemos recuerdos negativos
que no nos permiten avanzar en la vida porque estamos atrapados en ellos, la
obsidiana los proyecta; debido a su corte conoidal, todo aquello que toca lo
expande, lo muestra, lo presenta”. No obstante advierte que “esa es una de las
dificultades de la obsidiana, ya que mostrará cosas que tal vez no estemos
preparados para ver, por eso recomendamos que su uso sea asistido por un
terapeuta”.
Tal como sucede con otros métodos de medicina
natural ante episodios agudos, como dolores de cabeza, diarrea, inflamaciones,
aclara que no hay que confundirlos con un empeoramiento del mal que aqueja en
un momento dado. “Es normal que suceda porque la obsidiana limpia, extrae y
proyecta como forma que siempre conduce a la sanación, y lo hace en muchos
niveles”. Ana señala, en cuanto al uso específico, que “la geometría aporta la
información que estamos buscando para realizar una terapia que ya cuenta con
una metodología específica”. Es así que en casos como la esclerosis múltiple,
artritis reumatoide o dolores en cualquier nivel físico, no se emplea cualquier
tipo de obsidiana sino aquel que “irá directamente a abrir la memoria de ese
órgano o sistema para que se exprese la emoción allí atrapada, liberando la
energía retenida”. Para estos casos lo indicado es el “Ixtli, disco de
obsidiana que ‘corta’ para abrir cierta información, permitiendo el contacto
con las emociones”.
Al mismo tiempo, la terapeuta sostiene que “la
enfermedad física para mí no existe porque lo que encontramos son bloqueos
energéticos, al limpiarlos se libera esa energía que fluye y la persona sana”,
y cita como ejemplos enfermedades como las antes citadas y otras, tales como
dolores de cabeza, de trigémino, cáncer, virus de papiloma humano,
endometriosis…
Para poder trabajar con las geometrías de la
obsidiana, consideró de particular importancia estudiar el arquetipo de la
sombra, propuesto por Carl Jung. “Si no entendía cómo estamos configurados
desde nuestro inconsciente, no podía concebir cómo trabajar con una piedra psí-
quica en nuestro inconsciente”, dice. Dicho estudio la condujo al conocimiento
de los arquetipos, los mitos y símbolos, que “para mí –resalta– son el lenguaje
del inconsciente y que si no dominamos, ignoramos dónde está el origen de la
enfermedad, repitiendo el mito; nuestros bloqueos son cárceles arquetípicas”.
“Si entendemos qué arquetipo nos habla –agrega–, recibiremos información de la
psique, permitiendo salir de donde estamos atrapados y liberar la energía. Esa
estructura energética habla de nuestra historia”.
A través de los mitos, prosigue, “observamos
cómo los seres humanos repetimos esas historias”. Las geometrías de la
obsidiana rememoran esos mitos, como el de Osiris y Set, y el nacimiento del
patriarcado en una sociedad agraria, a fin de tomar conciencia y superar esa
etapa de la historia de la humanidad. Acerca de los libros publicados, su
autora explica que en el primero, “Obsidiana, piedra sagrada de sanación”,
aborda una propuesta de trabajo con su metodología. El texto expone la
utilización del ya citado Ixtli a nivel de chakras. Este tipo de piedra ayuda a
desbloquear información que, atrapada en el cuerpo, se transforma en
enfermedad, de modo que brotan las emociones contenidas.
También cita otro tipo de geometría que se
encuentra en la urantia, esfera de obsidiana, que “asemeja al planeta y nuestro
viaje a éste, donde venimos a dejar ir todo el karma, aquello que hicimos mal o
que no supimos trabajar. Se liberan emociones que no permiten crecer, como el
odio, la ira, el apego… y continuamos con el aprendizaje del amor, la
iluminación”. Los procesos de limpieza de esos registros también se traducen a
nivel colectivo, tanto en el orden familiar como social, a escala planetaria.
“Somos parte de un todo y si cambia mi vibración, la tuya, cambia la de todos”,
expresa. Y para ello se fundamenta en los aportes del físico David Bohm, la
teoría fractal, el efecto mariposa, el modelo holográfico, entre otros.
Por esta razón se realizan numerosas
meditaciones globales, agrega. En referencia al espejo de obsidiana, afirma que
es el más indicado para emplearlo en el estudio de los registros akásicos.
“Todas las respuestas del inconsciente nos las responde el espejo”, subraya
Ana, añadiendo: “En la formación escolar habría dar más información a los
jóvenes. Que sepan quiénes son, a qué vinieron y cómo enfocar la energía hacia
donde van”.
En el segundo libro, “Osiris, el huevo de
obsidiana”, Ana muestra el uso de esta otra forma de obsidiana, que en
particular “ayuda al rescate del poder femenino que hemos perdido las mujeres,
pero también los hombres”, en estos tiempos en que “hay un despertar de la
energía femenina a nivel cósmico y planetario”. Por último, Ana pone en valor
el trabajo de la Sociedad Internacional de Terapeutas de Obsidiana, que forma y
certifica mediante el estudio de siete materias, con exámenes ante la
Secretaría de Educación Pública, en México. Este reconocimiento oficial permite
trabajar en ámbitos hospitalarios. “No es un tema de esoterismo, sino una
realidad que los sanadores colaboran con la medicina para llevar la sanación a
otra instancia”, concluye.
http://www.tu-mismo.es/
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