A veces las situaciones nos golpean llevandonos, sin darnos cuenta, a ser pasajeros de nuestra vida. Los acontecimientos marcan nuestra agenda diaria y nuestra conciencia atenta queda a la deriva. Hasta que surge la llamada interior que nos recuerda que somos los conductores. No somos pasajeros sentados en el asiento trasero.
estoy de acuerdo, queremos el camino fàcil y plácido, queremos quejarnos de todo però no hacemos nada por camnbiar.
ResponderEliminarleí hace unos días: LA VIDA NO ES UN PROBLEMA PARA SER RESUELTO ES UN MISTERIO PARA SER VIVIDO
si hiciéramos un ejercicio de bondad y agradecimiento que fàcil sería el camino !!!!!!
yo -omodestamente- lo intento