27 de abril de 2008

Circulo Mariposa Intencional (traducido de la web)

Tú eres importante

Tus pensamientos crean

Tus acciones cuentan.

Tu presencia cambia todo

Sé una Mariposa Intencional, un participante del efecto onda del afecto. Este es el principio, ahora es cuando comienzas. Es momento de despertar tu presencia, ser inspirado en tus acciones, y alcanzar el resultado más elevado para el planeta, la humanidad y toda vida sobre la tierra. Tú haces la diferencia y tú decides cual es la diferencia. Lo que piensas acerca de ti mismo afecta como te sientes y como actúas. Lo que piensas acerca de aquellos que conoces afecta a como se ven a ellos mismos. Todos creamos a los demás. No puedo ser maestro sino hay estudiantes. No puedo ser estudiante sino hay maestros.

La pregunta no es si lo que piensas cuenta. Si, por supuesto. Tu participación es obligatoria; a pesar de tu percepción. Tu estas aquí, tú eres parte de la vida, y tú haces la diferencia. Tú eres un participante en la creación de tu futuro. Entonces, la única pregunta es "¿que clase de diferencia tu quieres hacer?" Depende de ti ser un participante consciente o inconsciente. La no-acción, el no hacer nada, es una elección y tu eres el único a quien debes la explicación. La no-acción es, a veces, la elección más valiente. Pero no hacer nada porque no quieres estar implicado, es una excusa para estar sin poder y sin contar. Entonces, haz elecciones con intención. Mantente deseoso de aprender, crecer, y evolucionar en tu habilidad de discernir en que hacer y que no hacer.

En tus actividades diarias tocas diversas personas que ni siquiera conoces. La mujer o el hombre detrás del mostrador del banco que te sirve como cajero, tu interacción le suma o resta de su día en como interactúa con el siguiente cliente o colega. Tu interacción con ellos puede empujar su equilibrio interno hacia la amabilidad o hacia el enojo. ¿Que clase de influencia quieres ser? ¿Cual es la onda que tu energía esta creando?

Transfórmate en un faro de intención. Intenta paz, amabilidad, gracia, aprecio y reconocimiento del espíritu de la persona que esta enfrente de ti. No necesitas "conocerlos" para extender tu buena voluntad y buen corazón. No es la receptividad del otro la que impide tú que des lo mejor de ti en cada momento.

Practica la bondad, transfórmate en una mariposa intencional que ilumina cada interacción con la verdadera realidad que es nuestra humanidad compartida. Suma tu presencia al amor y la compasión que son agentes sanadores que libera nuestros espíritus y abre nuestras almas al conocimiento de nuestro verdadero yo.

Cada interacción es una oportunidad de comenzar una reacción en cadena de afecto, de dar al momento un toque mágico que reverbera como una onda en un estanque. Hay infinitas posibilidades de afectar con una acción imprevista.

Esta es la forma de contribuir al cambio de frecuencia para generar un cambio. Como el agua que se calienta para hervir, este es el momento antes de ebullición, pero si el calor se mantiene o decae nunca llegara a hervir y pasara a la fase de vapor, a cambiar su frecuencia. Tú puedes ser ese momento y elegir sumar al cambio de fase de otro. Puedes ser la mariposa con un toque suave que contribuye al cambio de fase. Tú puedes ser la diferencia que cambia todo. No pierdas tu oportunidad.

Únete al círculo, se una Mariposa Intencional. Haz la diferencia. Comienza ahora, se un ser humano afectuoso y consciente. Tu eres parte de una imagen mas grande, un plan mas grande que el que puedas percibir. Lo que das a uno lo das a la totalidad y al final volverá a ti.

*Abre la puerta a alguien mientras le miras a sus ojos y sonríe.

*Pregúntale al cajero del banco que tal esta.

*Felicita a tu pareja

*Da una atención especial a tus niños

*Haz una llamada a alguien que vive solo

Construir en actos simples aumentándolos en frecuencia y vibración. Eleva tus acciones con intención. Extiende tu presencia amorosa para tocar la de los demás.

Pide oportunidades de ser una mariposa intencional. Mantén tu corazón abierto. Mantente alerta a momentos aparentemente accidentales o casuales que pueden cambiar el día de alguien.


http://www.innerlinks.com/intentionalbutterfly/home.htm

La resiliencia: La escuela de la adversidad

Hay personas que, a pesar de nacer y vivir en situaciones adversas, se desarrollan psicológicamente sanas, e incluso salen reforzadas. Es lo que se conoce como resiliencia

La psicología y la ingeniería de materiales, aunque pueda parecer extraño, tienen algo en común: el término resiliencia. Esta palabra hace referencia al fenómeno por el que los cuerpos retornan a su forma inicial después de haber sido sometidos a una presión que los deforma.

La creatividad , el sentido del humor y la independencia ayudan a superar contratiempos

El concepto se ha aplicado a la psicología para descubrir por qué niños y niñas que viven en la miseria, o personas que experimentan situaciones límites son capaces, no sólo de superar las dificultades, sino incluso de salir fortalecidas de ellas. Logran resistir, sobrevivir y acceder a una vida productiva para sí y para su sociedad.

La resiliencia es una capacidad que se manifiesta:

  • Frente a la destrucción, mostrando una gran facultad de proteger la propia integridad bajo presión.
  • Frente a la adversidad, estableciendo una actitud vital positiva pese a circunstancias difíciles.

Rasgos que potencian la resiliencia de las personas

La vida diaria está sujeta a acontecimientos duros: la muerte de un ser querido, una enfermedad complicada, experiencias laborales difíciles, problemas serios de relación de pareja, la soledad, el aislamiento social, la competitividad por ocupar un puesto, el desempleo, los problemas económicos... Ante estas situaciones las personas reaccionan de distinta manera según su grado de vulnerabilidad, o dicho de una manera más actual: según su grado de resiliencia.

Hay rasgos que potencian esa habilidad.

  • La introspección: Faculta a la persona a entrar dentro de sí misma, a observarse, reflexionar y hacerse preguntas. Ayuda a preguntarse a sí mismo y darse una respuesta honesta.
  • La independencia: Ayuda a establecer límites entre uno mismo y los ambientes adversos. Potencia el establecimiento de una distancia emocional y física ante determinadas situaciones, sin llegar a aislarse.
  • La iniciativa: Capacita para afrontar los problemas y ejercer control sobre ellos.
  • El humor: Conduce a encontrar el lado cómico en las situaciones adversas.
  • La creatividad: Lleva a crear orden y belleza a partir del caos y el desorden. En la infancia se expresa en la creación y los juegos que son las vías para disfrazar la soledad, el miedo, la rabia y la desesperanza.
  • La moralidad: Invita a desear una vida personal satisfactoria, amplia y con riqueza interior. Incluye la conciencia moral, el compromiso con valores y la separación entre lo bueno y lo malo.
  • La habilidad para establecer lazos íntimos y satisfactorios con otras personas. Capacita a brindarse a otros y aceptarlos en la propia vida.

Factores que favorecen la resiliencia

  • Apego parental. Los estudios realizados destacan que una relación cálida, nutritiva y de apoyo, aunque no tiene por qué ser omnipresente, con al menos uno de los padres, protege o mitiga los efectos nocivos de vivir en un medio adverso. Es decir, se precisa una relación emocional estable con al menos uno de los padres, o bien alguna otra persona significativa.
  • Desarrollo de intereses y vínculos afectivos externos. Las personas significativas fuera de la familia favorecen la manifestación de comportamientos resilientes cuando, por ejemplo, en la propia familia se viven circunstancias adversas. Se trata de que haya algún tipo de apoyo social desde fuera del grupo familiar.
  • Clima educacional sincero y capaz de establecer límites claros en la conducta.
  • Modelos sociales que motiven poder enfrentarse de manera constructiva a las adversidades.
  • Vivir experiencias de autoeficacia, autoconfianza y contar con una autoimagen positiva.
  • Tener posibilidad de responder de manera activa a situaciones o factores estresantes.
  • Asignar significados subjetivos y positivos al estrés, describiendo a las crisis como la oportunidad de ofrecer respuesta a las circunstancias adversas.

A cualquier edad se puede cambiar

Las habilidades y los factores que potencia la resiliencia se muestran de una manera desigual en los distintos tipos de personalidades, pero se puede trabajar para lograr potenciar los rasgos que conducen a gozar de esta capacidad de superarse. La mayor dificultad a la que nos enfrentamos cuando se busca esa mejora es la convicción de que no se puede cambiar. Nos escudamos en afirmaciones como "es que yo soy así", "cada cual es como es", "a mis años yo ya no puedo cambiar". Éste es el gran error. Más o menos, a cualquier edad se puede cambiar si uno se lo propone.

Nunca es tarde para hacer el correspondiente cambio de las propias actitudes, entrenándose en técnicas de modificación del pensamiento, aprender a interpretar los acontecimientos de otra manera, recuperando la capacidad de reflexionar sobre sí mismo, trabajándose la valoración de la propia personalidad, adquiriendo habilidades sociales como la asertividad, aprendiendo a hablar positivamente... Para todo ello se puede contar con profesionales de la psicología a los que se debe acudir no sólo cuando se padecen crisis emocionales o psicopatologías, sino cuando alguien quiere entrenarse para vivir adecuadamente cada acontecimiento vital.

La resiliencia, la capacidad para resistir y no venirse abajo, para salir airosamente de los baches, si es posible con más bríos aún, también se aprende.

El aprendizaje es posible

La resiliencia la podemos favorecer en nosotros mismos y, en especial, en la educación de las personas sobre las que tenemos influencia, sobre todo si son niños o niñas.

Es cierto que hay condiciones personales que tienen mucho que ver con los factores hereditarios, pero no cabe ninguna duda de que la personalidad se educa. Los hijos no se improvisan. Es un error decir "este niño ha salido en el genio a su padre" o "esta niña tiene el carácter de su abuela" a quien no conoció. Los niños y niñas que viven en condiciones de marginalidad y gozan de las características que les hacen ricos en resiliencia no la "heredaron" genéticamente. La vida, las circunstancias, el entorno les educaron.

Por eso, es importante afirmar que es posible educarse y educar en la resiliencia. Es posible cambiar actitudes en sí mismo y en otras personas.

"La dicha de la vida consiste en tener siempre algo
que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar"
Thomas Chalmers

Como Un Hombre Piensa Asi Es Su Vida

Como Un Hombre Piensa Asi Es Su Vida
por James Allen
Nuestros pensamientos pueden ser luminosos y felices.
El carácter de una persona, es la suma de todos sus pensamientos.
Los pensamientos son como semillas que irán provocando actos, tanto espontáneos como premeditados.
Las acciones son brotes de nuestros pensamientos, en la alegoría de las semillas.
Si sembramos pensamientos negativos, obtendremos tristezas; si sembramos pensamientos correctos, alegrías. Nosotros podemos decidir qué queremos, frutos dulces o amargos.
Pensamientos elevados, dan resultados prósperos. Por tanto, hay que albergar sólo pensamientos correctos, pensamientos admirables.
En la armonía de los pensamientos, se forjan y construyen mansiones celestiales de fortaleza, felicidad y paz. Con la elección y aplicación de pensamientos correctos, el hombre asciende a la perfección divina.
El hombre es el amo del pensamiento, forjador del carácter, creador y modelador de condiciones, entorno y destino.
Como un Ser de Inteligencia, Poder y Amor, y señor de sus propios pensamientos, el hombre posee la llave de cada situación, y lleva consigo la agencia de transformación y regeneración por la cual hace de sí mismo lo que quiere.
Hay que ir enlazando causa y efecto con práctica e investigación pacientes, y utilizando cada experiencia, aún la más trivial, cada hecho cotidiano, como medios para obtener el conocimiento de sí mismo, que es Entendimiento, Sabiduría y Poder. Sólo con paciencia, práctica, e impertenencia incesante puede un hombre entrar por la Puerta del Templo del Conocimiento.
EFECTO DEL PENSAMIENTO EN LAS CIRCUNSTANCIAS
La mente de un hombre es como un jardín ¿lo queremos lleno de flores bellas, árboles y prado verde? ¿O lleno de hierbas, seco y descuidado?
El hombre ha de atender el jardín de su mente, limpiándola de pensamientos dañinos, inútiles e impuros, y cultivando hasta la perfección las flores y frutos de pensamientos correctos, útiles y puros. Sólo siguiendo este proceso el hombre tarde o temprano descubre que él es el jardinero maestro de su espíritu, director de su vida.
El pensamiento y el carácter son uno solo, y mientras el carácter sólo se manifiesta y descubre a través de las circunstancias, el entorno de la vida de una persona siempre estará en armonía con su estado interior. Esto no significa que las circunstancias de una persona en un momento dado son un indicador de todo su carácter, sino que aquellas circunstancias están íntimamente conectadas con algún elemento vital de pensamiento en su interior que, en ese momento, es indispensable para su desarrollo.
Cada hombre está donde está por la ley de su propio ser. Los pensamientos que ha construido en su carácter lo han llevado allí, y en la disposición de su vida no hay elemento de azar, sino el resultado de una ley que no puede fallar. Esto es cierto tanto para aquellos que se sienten descontentos con su entorno como para aquellos que están satisfechos con él.
Como ser de evolución y progreso, el hombre está en un punto en el que debe aprender que ha de crecer; y mientras aprende la lección espiritual que cada circunstancia le ofrece, ésta termina y da lugar a otras circunstancias.
El hombre es abofeteado por las circunstancias mientras se piense a sí mismo como un ser creado por las condiciones exteriores, pero cuando se da cuenta de que es un poder creativo, y que puede manejar las tierras y semillas de su ser de las que las circunstancias nacen, se convierte en el dueño y señor de sí mismo.
El hombre que por algún tiempo ha practicado el autocontrol y la auto purificación sabe que las circunstancias nacen de los pensamientos, porque ha notado que las alteración de sus circunstancias ha estado en exacta relación con la alteración de su estado mental. De este modo, es verdad que cuando un hombre tenazmente se dedica a subsanar los defectos de su carácter, y realiza un progreso rápido y marcado pasa rápidamente por una sucesión de cambios repentinos.
El alma atrae aquello que secretamente alberga; aquello que ama, y también aquello que teme; alcanza la cúspide de sus más preciadas aspiraciones, cae al nivel de sus más impuros deseos; y las circunstancias son los medios por los que el alma recibe lo que es suyo.
Cada semilla de pensamiento sembrado dejado caer en la mente, y que hecha raíces, se reproduce a sí misma, floreciendo tarde o temprano en acciones, produciendo sus propios frutos de oportunidad y circunstancias.
Buenos pensamientos producen buenos frutos, malos pensamientos malos frutos.
El entorno de las circunstancias toma forma en el mundo interno de los pensamientos, y todas las condiciones externas, agradables y desagradables, son factores que finalmente existen para el bien del individuo, el hombre aprende tanto sufriendo como disfrutando.
Siguiendo los más íntimos deseos, aspiraciones, pensamientos, por los cuales se deja dominar (persiguiendo visiones engañosas de impura imaginación, o caminando con pie firme el camino de elevadas aspiraciones), el hombre finalmente recibe por completo los frutos de estos en el entorno de su vida.
Las leyes del crecimiento y adaptación se cumplen en todo lugar.
Un hombre no llega a un asilo de ancianos o la cárcel por la tiranía del destino o las circunstancias, sino por el camino de pensamientos serviles y bajos deseos. No cae un hombre de pensamientos puros de repente en el crimen por estrés o por fuerzas meramente externas; pensamientos criminales han sido secretamente albergados en el corazón, y la hora de la oportunidad revela su poder acumulado.
Las circunstancias no hacen al hombre; lo revelan a sí mismo.
No puede existir condición tal como descender en el vicio mientras la persona sufre por sus inclinaciones viciosas; o ascender en la virtud y su felicidad pura sin el cultivo continuado de aspiraciones virtuosas; el hombre, por lo tanto, como amo y señor del pensamiento, es el hacedor de sí mismo, el formador y autor de su entorno. Aún en el nacimiento el alma se revela, y en cada paso de su peregrinación atrae aquella combinación de condiciones que la revelan, que son el reflejo de su propia pureza o impureza, su fortaleza y debilidad.
Los hombres no atraen aquello que quieren, sino aquello que son.
Sus antojos, caprichos, y ambiciones se frustran a cada paso, pero sus más íntimos pensamientos y deseos se alimentan de sí mismos, sean estos sucios o limpios.
La “divinidad que nos da forma” está dentro de nosotros mismos; somos Nosotros Mismos.
El hombre está maniatado sólo por sí mismo. El pensamiento y la acción son los carceleros del destino – ellos nos apresan, si son bajos; ellos son también ángeles de Libertad – nos liberan, si son nobles.
No consigue el hombre aquello que desea y por lo que ora, sino aquello que con justicia se gana. Sus deseos y plegarias sólo son gratificadas y atendidas cuando armonizan con sus pensamientos y acciones.
En el caso opuesto, pongamos como ejemplo el de un hombre miserable y pobre. Está extremamente ansioso deseando que el confort de su entorno y su hogar mejoren, aun así todo el tiempo es mezquino en su trabajo, y se considera justificado al tratar de engañar a su empleador basado en lo miserable de su sueldo. Tal hombre no entiende los simples rudimentos de los principios que son la base de la prosperidad, y no sólo está incapacitado para alzarse sobre su miseria, sino que atrae aún mayores miserias al albergar y actuar siguiendo sus pensamientos indolentes, falsos y cobardes.
O el caso de un hombre rico que es víctima de una penosa y persistente enfermedad resultado de la glotonería. Está dispuesto a gastar enormes sumas de dinero para curarse, pero no está dispuesto a sacrificar su glotonería. Quiere satisfacer su gusto con comidas poco saludables y gozar a la vez de buena salud. Tal hombre es totalmente incapaz de gozar de buena salud, porque no ha aprendido los principios básicos de una vida saludable.
O el de un empleador que adopta medidas deshonestas para evitar el pago de sueldos reglamentarios, y, en el afán de mejorar sus ingresos, reduce los sueldos de los empleados. Tal hombre no está preparado para la prosperidad, y cuando sus finanzas y su prestigio se encuentren en bancarrota, el culpará a las circunstancias, sin siquiera saber que es él mismo el autor de su condición.
He presentado estos tres casos solamente para ilustrar la verdad de que el hombre es la causa (aunque casi siempre sin ser consciente) de sus circunstancias, y que, mientras aspira un buen fin, continuamente frustra su cometido al estimular pensamientos y deseos que no armonizan con ese fin.
Buenos pensamientos y acciones jamás pueden producir malos resultados; malos pensamientos y acciones no pueden jamás producir buenos resultados. Esto no es otra cosa que afirmar que no puede cosecharse más que trigo del trigo, u ortiga de la ortiga. El hombre entiende esto en el mundo natural, y trabaja con ese conocimiento; pero pocos lo entienden en el mundo moral y mental.
El sufrimiento es siempre el efecto de los pensamientos equivocados en alguna dirección. Es indicador de que el individuo está fuera de armonía consigo mismo, con la ley de su ser. El único y supremo uso del sufrimiento es la purificación, quemar todo aquello que es inútil e impuro. El sufrimiento cesa para quien es puro. No hay sentido en quemar el oro después que la escoria se ha retirado, y un ser perfectamente puro e iluminado no puede sufrir.
Un hombre puede ser desgraciado y ser rico; puede ser bendito y pobre. La buenaventura y riqueza sólo se juntan cuando la riqueza es empleada correctamente y con sabiduría; y el hombre pobre sólo desciende a la miseria cuando considera su destino como una carga injustamente inflingida.
La indigencia y la indulgencia son dos extremos de la miseria. Ambas son igualmente innaturales y el resultado de un desorden mental. Un hombre no está correctamente adaptado hasta que es un ser feliz, saludable y próspero; y la felicidad, salud y prosperidad son el resultado de la armonía entre su mundo interno y externo, del hombre con su entorno.
Un hombre sólo empieza a ser hombre cuando deja de lamentarse y maldecir, y comienza a buscar la justicia oculta que gobierna su vida. Y al adaptar su mente a este factor gobernante, cesa de acusar a otros como la causa de su situación, y se forja a sí mismo con pensamientos nobles y fuertes; deja de patalear contra las circunstancias, y empieza a utilizarlas como ayuda para progresar más rápido, y como un medio para descubrir el poder y las posibilidades ocultas dentro de sí.
Ley, y no confusión, son el principio dominante del universo;
justicia, no injusticia, es el espíritu y sustancia de la vida;
rectitud, y no corrupción, es la fuerza moldeadora y motivadora que gobierna el espíritu del mundo.
Siendo esto así, el hombre no tiene opción más que descubrir que el universo funciona correctamente, y al rectificarse, encontrará que mientras cambia sus pensamientos respecto a las situaciones y la gente, las situaciones y la gente cambiarán respecto a él.
La prueba de esta verdad está en cada persona, y por ello puede verificarse fácilmente mediante una introspección y auto-análisis sistemáticos. Cambie un hombre radicalmente sus pensamientos, y se asombrará de la rápida transformación que operará en las condiciones materiales de su vida.
El hombre imagina que puede mantener en secreto sus pensamientos, pero no puede; rápidamente estos se cristalizan en hábitos, y los hábitos toman forma de circunstancias. Pensamientos indulgentes se cristalizan en hábitos de indulgencia respecto a la bebida y el sexo, que toman forma de destrucción y padecimiento;
pensamientos impuros de todo tipo se cristalizan en hábitos de desorientación y debilidad, que toman forma de circunstancias de perturbación y adversidad;
pensamientos de temor, duda e indecisión se cristalizan en hábitos de debilidad, falta de hombría e irresolución, que toman forma de circunstancias de fracaso, indigencia, y dependencia;
pensamientos de pereza se cristalizan en hábitos de desaseo y deshonestidad, que toman forma de circunstancias de inmundicia y mendicidad;
pensamientos de odio y condena se cristalizan en hábitos de acusación y violencia, que toman forma de circunstancias de injuria y persecución;
pensamientos narcisistas de todo tipo se cristalizan en hábitos egoístas, que toman forma de circunstancias de mayor o menor angustia.
Por otro lado, pensamientos nobles de cualquier tipo se cristalizan en hábitos de gracia y bondad, que toman forma de circunstancias de felicidad y cordialidad;
pensamientos puros se cristalizan en hábitos de temperancia y dominio de sí mismo, que toman forma de circunstancias de paz y tranquilidad;
pensamientos de valentía, auto-confianza y decisión se cristalizan en hábitos valerosos, que toman forma de circunstancias de éxito, plenitud y libertad;
pensamientos llenos de energía se cristalizan en hábitos de pulcritud y laboriosidad, que toman forma de circunstancias placenteras;
pensamientos nobles y caritativos se transforman en hábitos de generosidad, que toman formas de circunstancias de protección y preservación;
pensamientos de amor y generosidad cristalizan en hábitos de desprendimiento, que toman forma de circunstancias de prosperidad perdurable y riqueza verdadera.
La persistencia en una sucesión dada de pensamientos, sean estos buenos o malos, no falla en producir resultados en el carácter y las circunstancias.
Un hombre no puede escoger directamente sus circunstancias, pero puede escoger sus pensamientos, y de ese modo, indirectamente, pero con certeza, dar forma a sus circunstancias.
La naturaleza se encarga de ayudar a todos los hombres en la satisfacción de los pensamientos que lo dominan, y le presenta las oportunidades que hagan realidad de la manera más rápida tanto sus pensamientos constructivos como destructivos.
Cese un hombre de pensar pecaminosamente, y el mundo se ablandará para él, y estará listo para ayudarlo, deje de lado sus pensamientos débiles y enfermizos, y oh! las oportunidades nacerán en cada mano para ayudarlo en sus resoluciones; motive buenos pensamientos, y no habrá fatalidad que lo ate a la miseria y la vergüenza. El mundo es tu caleidoscopio, y la variedad y combinación de colores que a cada momento te presenta son las imágenes exquisitamente ajustadas de tus pensamientos siempre en movimiento.
EFECTO DEL PENSAMIENTO EN LA SALUD DEL CUERPO
El cuerpo es el siervo de la mente, obedece a las operaciones de la mente, sean estos deliberados o automáticos. Siguiendo pensamientos indebidos el cuerpo rápidamente se hunde en la enfermedad y el decaimiento; siguiendo pensamientos virtuosos se viste de juventud y belleza.
La salud y la enfermedad, al igual que las circunstancias, tienen su raíz en los pensamientos, pensamientos enfermizos se expresan a través de un cuerpo enfermo. La gente que vive con temor a las enfermedades es la gente que las contrae. La ansiedad rápidamente debilita el cuerpo, y lo deja expuesto a la enfermedad; mientras pensamientos impuros, aunque no tengan un origen físico, pronto destruirán el sistema nervioso.
Pensamientos energéticos, de pureza y dicha producen en el cuerpo vigor y gracia. El cuerpo es un instrumento muy delicado y plástico, que responde rápidamente a los pensamientos que lo dominan, y los hábitos de pensamiento producirán sus efectos sobre él, sean estos buenos o malos.
El pensamiento es la fuente de toda acción, de la vida y su manifestación; construye una fuente que sea limpia y todo será puro.
El cambio de dieta no ayudará a un hombre que no cambia sus pensamientos. Cuando un hombre purifica sus pensamientos, no deseará más comida impura.
Si deseas perfeccionar tu cuerpo, sé celoso con tu mente. Si quieres renovar tu cuerpo, embellece tu mente. Pensamientos de malicia, envidia, decepción, desaliento, le arrebatan al cuerpo su gracia y salud.
Una cara amarga no es cuestión de azar, sino de pensamientos amargos. Las arrugas que desfiguran están hechas por la necedad, la pasión y el orgullo.
Conozco una mujer de noventa y seis años que posee la inocente y luminosa cara de una niña. Conozco un hombre que no alcanza la mediana edad cuya cara está desfigurada por líneas sin armonía. Una es el resultado de una disposición dulce y vívida, el otro el resultado de la pasión y el descontento.
Así como no puedes tener un hogar saludable y dulce si no dejas entrar libremente el aire y la luz del sol en las habitaciones, así un cuerpo vívido, feliz, o un rostro sereno sólo puede ser resultado de dejar entrar libremente en la mente pensamientos felices, buenos deseos y serenidad.
No hay mejor medicina que los pensamientos felices para disipar los males del cuerpo; no hay mejor reconfortante que la buena voluntad para disipar las sombras de la pena y la amargura.
Vivir continuamente con pensamientos malévolos, cínicos, y envidiosos, es confinarse en una prisión hecha por uno mismo. Pero pensar bien de todos, ser amable con todos, y pacientemente aprender a encontrar el lado bueno de las cosas – tales pensamientos son las verdaderas puertas del cielo; y vivir el día a día en pensamientos de paz hacia toda criatura atraerá paz en abundancia a su poseedor.
PENSAMIENTOS Y PROPÓSITO
Hasta que el pensamiento no esté acompañado de un propósito no habrá logro inteligente alguno. La mayoría permite que sus pensamientos naveguen sin rumbo y a la deriva por el océano de la vida.
Quien no tiene un propósito central en su vida cae presa fácil de preocupaciones banales, miedos, problemas, y auto-compasión, y así se dirige, tan seguro como si lo buscara con intención (aunque por un camino distinto), al fracaso, la infelicidad, la pérdida de lo querido, porque la debilidad no puede perdurar en un universo de poder.
El hombre debe concebir un propósito legítimo en su corazón, y luchar por alcanzarlo. Debe hacer de este propósito el centro de sus pensamientos.
Puede tomar forma de un ideal espiritual, o puede ser un objeto terrenal, de acuerdo con su naturaleza y los tiempos; pero cualquiera sea, debe firmemente enfocar la fuerza de sus pensamientos hacia el objetivo que tiene ante él. Debe hacer de este propósito su tarea suprema, y debe dedicarse por completo a conseguirlo, evitando que sus pensamientos divaguen en caprichos, antojos y fantasías, este es el camino real del dominio de sí mismo y la verdadera concentración del pensamiento. Aún si falla una y otra vez en alcanzar su propósito (como tiene que suceder hasta que venza su debilidad), la fuerza de carácter ganado será la verdadera medida de su poder y su conquista, y formará un nuevo punto de partida para la victoria y el poder futuros.
Quienes no están preparados para un propósito grandioso, deberán fijar sus pensamientos en ejecutar sin faltas su asignación, no importa qué insignificante pueda parecer. Sólo de esta manera pueden los pensamientos ser concentrados y enfocados, y la energía y la resolución pueden desarrollarse, y una vez logrado esto, no habrá nada que no se pueda lograr.
El alma más débil, conocedora de su debilidad, y creyendo esta verdad – que el poder sólo puede ser desarrollado con esfuerzo y práctica, podrá aplicarla en sí misma, y añadiendo esfuerzo al esfuerzo, paciencia a la paciencia, y fuerza a la fuerza nunca dejará de crecer, y al final crecerá con fuerza divina.
Así como el hombre físicamente débil puede fortalecerse mediante un cuidadoso y paciente ejercicio, así el hombre de pensamientos débiles puede convertirlos en poderosos ejercitándose a sí mismo en el pensar correcto.
Eliminar la falta de propósito y la debilidad, y empezar a pensar con propósito, es ascender al rango de aquellos que sólo reconocen el fracaso como uno de los caminos al éxito; quienes hacen que las circunstancias les sirvan, y quienes piensan con fortaleza, se lanzan con fiereza, y vencen con maestría.
Habiendo concebido su propósito, el hombre debe marcar mentalmente una línea recta que lo lleve a su objetivo, sin mirar a la derecha ni a la izquierda.
La duda y el miedo deben excluirse rigurosamente; son elementos que desintegran, que rompen la línea recta del esfuerzo, y la desvían, son inútiles, ineficaces. Los pensamientos de duda y temor nunca han logrado una meta, y nunca podrán. Siempre conducen al fracaso. El propósito, la energía, el poder, y los pensamientos enérgicos se detienen cuando la duda y el temor se arrastran entre ellos.
La decisión y el propósito emanan de saber lo que podemos hacer. La duda y el miedo son los grandes enemigos del conocimiento, y aquel que los aliente, y no los elimine, encontrará la frustración a cada paso.
Aquel que haya conquistado la duda y el miedo ha conquistado al fracaso.
Cada uno de sus pensamientos está aliado al poder, y las dificultades son valientemente enfrentadas y derrotadas con sabiduría. Sus propósitos son sembrados oportunamente, y florecen y producen frutos que caerán de tan maduros.
El pensamiento aliado fuertemente al propósito se convierte en una fuerza creativa; aquel que comprenda esto está listo para transformarse en un ser superior y más fuerte que un simple atado de pensamientos vacilantes y sensaciones cambiantes. Quien logre esto se habrá convertido en al amo consciente e inteligente de sus poderes mentales.
EL FACTOR PENSAMIENTO EN EL ÉXITO
Todo lo que el hombre logra y todo en lo que falla es resultado directo de sus pensamientos. En un universo gobernado con justicia, en el que la falta de equidad significaría la destrucción total, la responsabilidad individual ha de ser absoluta.
La debilidad y fortaleza de un hombre, su pureza e impureza, son suyas, y de nadie más; son labradas por él mismo, y no por otro, y pueden ser alteradas sólo por él, nunca por otro. Su condición es también suya y de nadie más. Su sufrimiento y su felicidad emanan de adentro.
Como él piense, así es él; como siga pensando, así seguirá siendo.
Un hombre fuerte no puede ayudar a uno débil a menos que el débil desee ser ayudado, más aún, el débil ha de hacerse fuerte por sí mismo; debe, con su propio esfuerzo, desarrollar la fortaleza que admira en otro. Nadie más que él puede alterar su condición.
Aquel que ha conquistado a la debilidad, y ha alejado de sí pensamientos egoístas, no pertenece a opresores ni a oprimidos. Él es libre.
Un hombre sólo puede elevarse, conquistar y alcanzar el éxito, elevando sus pensamientos. Sólo puede permanecer débil, abatido y miserable al negarse a elevar sus pensamientos. Concentre su mente en el desarrollo de planes, y el fortalecimiento de su resolución y auto-confianza. Y mientras más elevados sean sus pensamientos, se convertirá en alguien más valeroso, grande y correcto, mayores serán sus logros, benditos y duraderos serán sus éxitos.
El universo no favorece al codicioso, al deshonesto, al vicioso, aunque superficialmente a veces pareciera hacerlo; ayuda al honesto, al magnánimo, al virtuoso. Todos los grandes Maestros de todas las eras han declarado esto de distintas maneras, y para probarlo y entenderlo el hombre no tiene más que persistir en hacerse más y más virtuoso elevando sus pensamientos.
Los logros intelectuales son el resultado de un pensamiento consagrado a la búsqueda del conocimiento, o de la belleza y la verdad en la naturaleza.
Tales logros pueden estar a veces ligados a la vanidad y la ambición pero no son el resultado de estas características; son el resultado natural de un arduo y prolongado esfuerzo, y de pensamientos puros y desinteresados.
Los logros espirituales son la consumación de aspiraciones divinas. Aquel que vive constantemente en la concepción de nobles y elevados pensamientos, que vive puro y desinteresado, se convertirá, tan seguro como que el sol alcanza su cúspide, y la luna llega a ser llena, en un hombre sabio y noble de carácter, y se elevará a una posición de influencia y buena fortuna.
El éxito, de cualquier tipo, es la corona del esfuerzo, la diadema del pensamiento. Con la ayuda del dominio de sí mismo, resolución, pureza, rectitud, y pensamientos bien orientados, el hombre asciende; llevado por la irracionalidad, indolencia, impureza, corrupción, y pensamientos confusos el hombre desciende.
Un hombre puede elevarse a grandes hazañas terrenales, e incluso a sublimes altitudes en el mundo espiritual, y descender otra vez a la miseria al permitir que pensamientos arrogantes, egoístas y corruptos lo posean.
Las victorias obtenidas mediante el pensamiento correcto pueden ser conservadas sólo con vigilancia. Muchos cesan sus esfuerzos cuando el éxito está asegurado, y rápidamente caen en la derrota. Todo logro, sea en los negocios, intelectual, o espiritual, son el resultado de pensamientos orientados con definición, están gobernados por la misma ley y por el mismo método; la única diferencia es el objetivo.
Aquel que quiera lograr poco ha de sacrificar poco; quien quiera lograr mucho ha de sacrificar mucho; quien quiera lograr grandezas debe sacrificar grandemente.
VISIÓN E IDEALES
Los soñadores son los salvadores del mundo. Así como el mundo visible se sostiene por fuerzas invisibles, así el hombre, entre todos sus juicios, pecados y vocaciones sórdidas, se nutre de las visiones de belleza de sus soñadores solitarios. La humanidad no puede olvidar a sus soñadores, no puede dejar sus ideales desaparecer y morir; la humanidad vive en estos, los conoce como las realidades que un día serán vistas y conocidas.
Los compositores, escultores, pintores, poetas, profetas, visionarios, ellos son los hacedores del mundo, los arquitectos del cielo. El mundo es bello porque ellos vivieron, sin ellos la laboriosa humanidad perecería.
Aquel que lleva en el corazón una visión maravillosa, un ideal noble, algún día lo realizará.
Valora tus visiones; valora tus ideales; valora la música que agita tu corazón, la belleza que se forma en tu mente, la gracia que viste tus más puros pensamientos, de ellos crecerán condiciones encantadoras, un ambiente celestial; de ellas se construirá, si te mantienes fiel, tu mundo.
Tus circunstancias pueden no ser de tu agrado, pero no han de seguir siendo las mismas si concibes un ideal y luchas por alcanzarlo. Tú no puedes movilizarte por dentro y permanecer estático por fuera.
“Dejarás la sierra y el cepillo para tomar en tus manos la regeneración del mundo”.
El descuidado, el ignorante, y el indolente, viendo sólo el efecto aparente de las cosas y no las cosas en sí, habla de suerte, fortuna, y azar. Al ver a un hombre hacerse rico dirán, “¡cuánta suerte tiene!” Al observar a otro hacerse intelectual exclamarán, “¡Que favorecido es!” Y al notar el carácter santo y la gran influencia de otro comentarán, “¡Cómo lo ayuda el azar a cada momento!” Ellos no ven los intentos, fracasos y la lucha que estos hombres han enfrentado voluntariamente para ganar experiencia; no conocen del sacrificio que han hecho, de los esfuerzos intrépidos que se han propuesto, de la fe que han ejercido para lograr lo aparentemente imposible, y realizar la Visión de su corazón. Ellos no saben de la oscuridad y la angustia; sólo ven la luz y la dicha, y la llaman “suerte”; no ven las largas y arduas jornadas, sino sólo contemplan el logro placentero, y lo llaman “buena fortuna”; no entienden el proceso, sino sólo perciben el resultado, y lo llaman “azar”.
En todos los asuntos humanos hay esfuerzos, y hay resultados, y la fortaleza del esfuerzo es la medida del resultado.
No la suerte. “Regalos”, poder, posesiones materiales, intelectuales y espirituales son el fruto del esfuerzo; son pensamientos consumados, objetivos alcanzados, visiones realizadas.
La visión que glorifiques en tu mente, el ideal que ganó el trono de tu corazón – Con esto construirás tu vida, en eso te convertirás.
SERENIDAD
La tranquilidad de la mente es una de las bellas joyas de la sabiduría, es el resultado de un esfuerzo largo y paciente en el dominio de sí mismo. Su presencia es indicadora de una experiencia madura, y de un conocimiento más que ordinario de las leyes y el funcionamiento del pensamiento.
Un hombre alcanza la tranquilidad en la medida que se entiende a sí mismo como un ser que evoluciona del pensamiento. Para tal conocimiento necesita entender a los otros como el resultado del pensamiento, y mientras desarrolla el entendimiento, y ve con mayor claridad las relaciones internas de las cosas por la acción de causa y efecto, cesa su agitación, su enfado, su preocupación y su congoja, y permanece en equilibrio, inalterable, sereno.
El hombre calmado, habiendo aprendido cómo gobernarse, sabe cómo adaptarse a otros; y estos, a su vez, reverencian su fortaleza espiritual, y sienten que pueden aprender de él, y confiar. Cuanto más tranquilo sea un hombre, mayor es su éxito, su influencia, su poder para el bien. Aún el mercader ordinario encontrará que la prosperidad de sus negocios crece mientras desarrolla un mayor dominio de sí mismo y ecuanimidad, pues la gente siempre ha de preferir hacer tratos con un hombre cuya conducta sea firmemente estable.
El hombre fuerte y calmado es siempre amado y reverenciado. Es como un árbol que brinda sombra a una tierra sedienta, o una roca en la que resguardarse de una tormenta. ¿Quién no ama un corazón tranquilo, una vida dulcemente templada y balanceada? No importa si llueve o hay sol, o qué cambios ocurran en el poseedor de estas bendiciones, pues serán siempre dulces, serenos y calmados. Aquel equilibrio de carácter que nosotros llamamos serenidad es la lección final de la cultura; es el florecimiento de la vida, el fruto del alma. Es precioso como la sabiduría, ha de ser más deseado que el oro – sí, más que el fino oro. Cuán insignificante se ve quien sólo busca el dinero en comparación con una vida serena – una vida que mora en el océano de la Verdad, por debajo de las olas, fuera del alcance de las tempestades, ¡en Eterna Calma!
Cuánta gente conocemos que envenena sus vidas, arruina todo lo que es dulce y bello con un temperamento explosivo, destruyen el equilibrio de su carácter, ¡y hacen mala sangre! Es una cuestión si la gran mayoría de gente no arruina sus vidas, y estropea su felicidad por falta de dominio de sí mismos. Cuán poca gente conocemos en la vida con un carácter balanceado, que tiene ese exquisito equilibrio que es característico de un carácter refinado.
Sí, la humanidad emerge con pasión descontrolada, es turbulenta con amargura ingobernada, está casi arruinada por la ansiedad y la duda. Sólo el hombre sabio, sólo aquel cuyos pensamientos están controlados y purificados, hace que los vientos y las tormentas del alma le obedezcan.
Almas sacudidas por la tempestad, donde quieran que estén, sea cual fuere la condición bajo la que viven – en el océano de la vida las islas de dicha sonríen, y la orilla soleada de tu ideal espera tu venida. Mantén tu mano firme sobre el timón de tus pensamientos. En la barca de tu alma se reclina el Maestro al mando; sólo está dormido; despiértalo. El control de ti mismo es poder; el Pensamiento correcto es maestría, la Calma es poder, di dentro en tu corazón, “la Paz sea contigo"

"Podemos inducir la molécula del bienestar"

Albert Figueras, médico, estudia las bases neurológicas del bienestar
"Podemos inducir la molécula del bienestar"
IMA SANCHÍS - 04/01/2008- La Vanguardia

http://www.lavanguardia.es/

46 años. Nací en Barcelona y vivo en Vilassar de Mar. Estoy divorciado. Tengo dos hijos. Mi especialidad es la farmacología, trabajo para el Institut Català de Farmacologia y soy profesor de la UAB. Publico Pequeñas grandes cosas. Tus placebos personales (col. Actual,Plataforma)

¿Se trata de inducir la química a base de amor por la vida?

S Algo así. Hay una serie de situaciones que nos producen bienestar y tienen en común unas moléculas que se transmiten entre grupos de neuronas en nuestro cerebro.

¿La oxitocina?

Sí, una sustancia que, además de estar presente en el parto y la lactancia y sellar el amor más poderoso, es esencial en el establecimiento de buenas relaciones sociales. Y se dispara no sólo cuando hacemos el amor, sino también en presencia de los que amamos, cuando escuchamos la música que nos gusta o nos hacen un masaje.

Sí, qué gustito.

Se ha visto además que la oxitocina no sólo nos produce sensación de bienestar, sino que cuando se segrega de una manera continuada produce una menor incidencia de algunas enfermedades, sobre todo de tipo cardiovascular (infartos, accidentes vasculares cerebrales), ansiedad, estrés, depresión: todas esas enfermedades que son las que definen nuestra sociedad occidental.

Hablemos de esas pastillas de azúcar y agua que curan.

Los estudios sobre el efecto placebo son muy numerosos. Grupos de pacientes, sobre todo con dolor, a los que la pastilla placebo se lo quita. Analizando este fenómeno uno se da cuenta de que hay una serie de factores que están más allá del principio activo del fármaco.

¿Aplicable a la vida cotidiana?

Sí, hay placebos cotidianos que nos disparan la oxitocina. Está demostrado que la gente que se somete a una intervención dolorosa en compañía de la música que le gusta siente menos dolor.

¿Cuál es su conclusión?

Que la sensación de placer depende de unos circuitos de neuronas y neurotransmisores, no de circunstancias externas como el tener. Debemos ser conscientes de que no dependemos tanto de objetos externos sino de nosotros mismos y de los que nos rodean.

Sí, ¿pero qué activa el bienestar?

Un estímulo que favorece la liberación de oxitocina es el tacto. El contacto físico en la pareja aumenta la oxitocina de manera continuada, lo que contrarresta riesgos para la salud acumulativos producidos por el estrés diario a lo largo de los años. Los masajes aumentan el umbral de resistencia al dolor, ¿y sabe que, al pedirle para bailar a una o un desconocido, si le roza el brazo tiene más posibilidades de que le diga que sí?

Y el olor, ¿despierta la oxitocina?

Hace unos meses se lanzó un perfume llamado Smiley: "Perfume psicotónico con micronutrientes activadores del buen humor". No encontré ningún estudio que avalara dichas propiedades, pero no es descabellado.

Sabemos que la inhalación de una fragancia dulce reduce la percepción del dolor.

¿El oído?

Ciertos estímulos auditivos aumentan las concentraciones de oxitocina. Escuchar música de manera integrada en el tratamiento de una enfermedad reduce la ansiedad y el dolor e incrementa el bienestar; se ha demostrado tanto en enfermos sometidos a intervenciones menores como en trasplantes de médula ósea y en pacientes que siguen tratamientos por cáncer.

Recomiéndeme una actividad.

Reír, tener relaciones sexuales y una buena conversación son los pilares para fortalecer las relaciones interpersonales. El humor influye en la percepción del dolor y su tolerancia. Y el juego es otro de los placebos de primer orden. Incluso en una alteración con fronteras borrosas como es la del niño inquieto se observa mejoría cuando se introduce el juego en la relación con el niño.

¿Cuál es el nivel ideal de oxitocina?

Lo ideal es conseguir tener el máximo de picos, de disparos de oxitocina. Te puede gustar la sensación del agua caliente resbalando por tu espalda, pero es algo tan efímero que, si no eres consciente, esos tres segundos pasan y con ellos la oportunidad de sumar una dosis más de oxitocina.

¿Todo es cuestión de consciencia?

La actitud en la vida viene a ser como las especias en gastronomía: añaden sabor y en muchas ocasiones determinan que algo nos sepa bien o no. Hay estudios que demuestran que los rostros sonrientes se recuerdan mejor que los severos. Además, influyen positivamente sobre el interlocutor, lo relajan.

Toda cara tiene su cruz...

La vasopresina ejerce efectos contrarios a la oxitocina en el organismo (aumenta la ansiedad, el estrés y la agresividad). Las circunstancias que favorecen la vasopresina son, sin duda, efectos nocebos de la vida, como la velocidad y el hambre por las emociones fuertes de la sociedad actual. Son todas esas cosas que hacen que no nos sintamos bien y que nos crean adicciones negativas.

¿Hay personas nocebos?

Se observó que, durante el año siguiente a la intervención cardiaca, los pacientes que tenían una pareja pesimista se sentían peor y tenían que regresar más veces al hospital.

Vaya, que hay que trabajar.

Sí, poner conciencia, saber qué te hace sentir bien y valorarlo. Los placebos de la vida no se pueden comprar; en cambio, se pueden obsequiar. Hay un koan muy ilustrativo: "Maestro, estoy muy desanimado, ¿qué puedo hacer?... Animar a los demás".

Subidón

El bienestar es química, se llama oxitocina, pero podemos ayudarla a corretear por nuestro cerebro. Lo primero es conocer el fundamento científico, saber que hay una serie de situaciones que nos disparan la oxitocina. Lo segundo es identificar qué situaciones nos provocan picos de oxitocina, porque quien más picos consigue, premio, más feliz y sano vive. ¿Cómo proveernos de ese elixir...? "Debemos hacer el esfuerzo de clarificar lo que nos hace sentir bien día a día y potenciarlo siendo conscientes, eliminando el automatismo. Y debemos potenciar las relaciones sociales con quienes tenemos más cerca. Tocarnos, hablar, reír, hacer el amor, ver una puesta de sol... Pero no valen las listas ajenas".



viernes, 04 de enero de 2008
Null
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La Contra

"La paz interior es la mejor medicina"

"La paz interior es la mejor medicina"

Ha recibido diversos reconocimientos y medallas de oro en medicina a nivel internacional y estos días visita por primera vez Catalunya.

 Foto:  ALBERT BERTRAN
Foto: ALBERT BERTRAN
GASPAR HERNÁNDEZ
--¿Si soy feliz no enfermaré?
--Si eres feliz, no tienes por qué estar enfermo. Pero este ser feliz no significa que en un momento u otro de tu vida no pases por la experiencia del sufrimiento. Podemos sufrir o sentir dolor, y a la vez ser felices.

--Pues qué bien. ¿Lo puede argumentar?
--La infelicidad proviene del miedo, de la ansiedad, del pensar demasiado y angustiarse a base de darle demasiadas vueltas a los problemas.

--¿Cómo influye el estado de ánimo en las enfermedades?
--La influencia es del cien por cien. Si usas mal tu mente, como por ejemplo preocupándote demasiado, te creas sufrimiento, y eso puede derivar en enfermedad.

--Le pregunto lo mismo que hace un mes le preguntábamos a su colega, el Lama Lobang: ¿cuál es la causa principal de enfermedad, según la medicina tibetana?
--La pérdida del estado de equilibrio del cuerpo.

--Pero a veces los motivos vienen de fuera. Estos días, mucha gente tiene la gripe...
--Los gérmenes nocivos y virulentos son una causa, pero solamente secundaria. Los gérmenes nocivos por sí mismos no pueden producir enfermedades si no encuentran un terreno propicio.

--¿Cómo está su paciente, el dalái lama, de salud?
--Estupendamente. Solo tiene usted que mirar cómo se mueve, cómo habla, lo ágil que está y lo mucho que trabaja, con horarios increíbles. Los jóvenes no puede aguantar su paso.

--Él, que está tan entrenado para ser feliz, vivirá más de 100 años...
--La duración de nuestra vida, la longevidad, tiene mucho que ver con la felicidad que cultivemos. La paz interior es la mejor medicina. También para vivir más años. Las preocupaciones interfieren en el funcionamiento de las células de los órganos. Y eso lleva a tomar medicamentos, y a estar cada vez peor.

--¿Algún otro consejo?
--Prestar mucha atención a lo que comemos.

--¿Cuál es su truco para conseguir la felicidad?
--Estar satisfecho con lo que haces y contento con lo que tienes. Y, sobre todo, no compararte nunca con los otros. La sociedad occidental estimula mucho la comparación, compararse con lo que tiene el vecino, y eso solo conduce a la infelicidad.

--Las religiones, en teoría, tendrían que ayudar...
--Son un buen camino para conseguir la felicidad, porque nos enseñan cómo querer más y cómo estar mejor con nosotros mismos. No solo el budismo. Una vida espiritual ayuda mucho.

--¿Y usted es feliz?
--Sí. Estoy contento con muchas cosas. Intento mantener el equilibrio siendo consciente de que no hay fin para el sufrimiento, a no ser que estés iluminado.

--¿Qué actitud recomienda a sus enfermos?
--En primer lugar, entender qué es lo que causa el sufrimiento, pero no solo su sufrimiento particular, sino el sufrimiento en general. Y, por otro lado, analizar cómo se puede haber generado su enfermedad y rectificar actitudes. Si nos duele el estómago, no se trata de buscar las pastillas que nos van a aliviar el dolor, sino variar comportamientos para que eso no vuelva a ocurrir. Preguntarme qué estoy haciendo yo para que me esté pasando eso, qué circunstancias están generando esa enfermedad que ahora me hace sufrir.

--¿Y algo más práctico?
--Leer libros sobre el amor y la compasión, por ejemplo. Escuchar música, un abrazo, hablar. Depende del carácter de cada persona.

--¿Y reír?
--Es muy importante. La risa cura.

--¿...?
--Le pondré un ejemplo. Durante mucho tiempo se ha tratado a los enfermos de sida como apestados. Les faltaba amor, contacto humano, y, por tanto, risas. Todo eso también es importante para curarse. De hecho, la curación es un arte.

--Usted cree en la reencarnación. En esta vida, como médico, está haciendo el bien. ¿Qué le gustaría hacer en otra vida?
--Lo mismo. Estoy muy bien siendo quien soy. Lo que eres hoy depende de lo que fuiste en vidas anteriores, y tus siguientes vidas serán según lo que estés haciendo ahora.

--La gente que ahora no sufre, ¿en vidas pasadas hizo bondad?
--Exactamente. Pero, atención, porque si no aprovecha esta existencia para llevar una vida sana y feliz, en el futuro se le acabará, si me permite la expresión, el crédito. Es importante entender el sufrimiento de los demás, aunque uno no lo haya sufrido o no lo sufra: entender el fuerte dolor de cabeza del compañero de trabajo, aunque tú no lo sufras.

"Tu psique es la respiración del cosmos"

Tarnas, filósofo, psicólogo y astrólogo arquetipal

"Tu psique es la respiración del cosmos"

VÍCTOR-M. AMELA - 19/02/2008

http://www.lavanguardia.es/

Pasado mañana cumplo 58 años. Nací en Ginebra y vivo en California. Soy doctor en Filosofía y Psicología por Harvard. Tengo pareja y dos hijos, de 33 y 20 años. Soy progresista liberal. Tengo un sentido hondo de lo divino, que descubro desplegándose en la psique, en el cosmos

¿Influyen los astros en mi vida?

Usted y ellos están conectados.

¿Y determinan lo que hago?

No es eso. Verá: ¿qué hora es?

¿Eh? Las doce y media...

¿Y cómo lo ha sabido?

Mirando aquel reloj.

¿Y las manecillas de aquel reloj causan las doce y media?

No.

Pues así sucede con los astros: no causan nada, son las manecillas en las que podemos leer las horas arquetípicas del cosmos.

Pero una cosa es el cosmos, y otra, yo.

Ah, aquí expresa usted la pasión de la mente occidental: ha querido desgajarse del cosmos hasta sentirse autónoma y dejar al cosmos como un mecanismo externo e inanimado. ¡Algo que es absolutamente irreal!

¿Por qué?

¡Porque somos cosmos en forma humana! Nosotros somos el modo en que el cosmos se hace consciente de sí mismo. Me gusta cómo lo formuló el filósofo Plotino (s. III d. C.): "Todo respira al unísono".

Pero Saturno es un pedrusco inanimado, mientras que yo soy mi psique.

Lo que usted llama "mi psique" no es sino respiración del cosmos. Cosmos y psique son dos formulaciones de una misma y única realidad. Y las conjunciones de los astros visibilizan la dinámica cósmica, es decir, la dinámica arquetípica de la psique. Y esto estudia la astrología arquetipal.

¿Es muy distinta de otras astrologías?

Su enfoque concuerda con los actuales enfoques de la psicología transpersonal, la física cuántica, la teoría del caos y de los fractales, la ecología y Gaia, la filosofía holística...

¿Hay lugar para la libertad personal?

Es precisamente una visión participativa del hombre en el cosmos: cada uno de nosotros es el cosmos actuando. Hay una dinámica cósmica, una melodía que cada uno interpreta con un estilo. Vea a Hitler y a Chaplin.

¿Qué pasa con Hitler y Chaplin?

Nacieron casi a la vez, compartían los aspectos de sus cartas astrales, ¡y hay que ver de qué modos tan distintos los desplegaron...!

¿En qué se parecían?

Ambos tenían dificultades con la autoridad, tendencias tiránicas, apetencias artísticas, atracción por jóvenes inmaduras emocionalmente, alta capacidad comunicativa...

Me habla usted de una dinámica cósmica: ¿cómo funciona, con qué mecánica?

¡Es un misterio! La ciencia no alcanza ahí.

¿De qué sirve la astrología arquetipal?

Para intuir la dinámica profunda de las cosas, igual que el buen surfista intuye la de las olas: comprender pasado y presente nos ayuda a surfear mejor la ola del futuro.

¿Desde cuándo hay astrólogos?

Desde siempre, son observaciones antiquísimas. Antes de ser perseguido por sostener que la Tierra orbitaba alrededor del Sol, ¡Galileo había sido perseguido por astrólogo!

No sabía eso...

A la Iglesia le asustaron las precisas predicciones de Galileo: ¿dónde quedaba la voluntad divina si todo estaba en los astros?

¿Ha habido otras mentes eminentes interesadas en la astrología?

Platón, Aristóteles, Dante, Goethe, Yeats, Jung, ¡Kepler...! La curiosidad de Newton por la astrología le condujo a las matemáticas. En los momentos más creativos de Occidente... aflora siempre la astrología.

¿Cómo llegó usted a la astrología?

Durante unas indagaciones psicológicas junto con Stanislav Grof nos asombró advertir cómo cartas astrales indicaban episodios de transformación psíquica. Y decidí estudiarlo, sin cerrarme a lo incómodo, como hicieron los que vituperaron a Copérnico...

¿Qué evidencias le han fascinado más?

Tantas... Me impresiona la correlación entre configuraciones planetarias y era axial.

¿Qué es la era axial?

A los siglos VI y V a. C. se les llama así por la formidable eclosión que vivió la humanidad: Sócrates, Buda, Confucio, Pitágoras, Lao Tse, Zoroastro, jainismo, los profeta hebreos... ¡No hay un periodo histórico igual!

¿Y qué nos dicen los astros de aquello?

Urano, Neptuno y Plutón se alineaban de modo casi perfecto. He observado que las alineaciones entre dos de estos tres planetas se corresponden siempre con revoluciones de conciencia. Los tres a la vez...

¿Y cómo andan ahora estos planetas?

Plutón y Urano se alinean, lo que señala innovaciones creativas y culturales.

¿Quizá como esta que postula usted?

Los cambios de paradigma no son de un día para otro, van calando en las conciencias… Copérnico hacía esta misma reflexión acerca de su revolucionario giro.

El año 2012 será apocalíptico, dicen...

Puede suceder algo que coloree el proceso de transformaciones en el que ya estamos, igual que elegimos el año 1789 para simbolizar aquel dilatado proceso revolucionario.

¿Qué debo esperar de los horóscopos de la prensa?

Sólo entretenimiento. Se focalizan en el Sol en el momento del nacimiento: equivale a querer abarcar el estado integral de nuestro organismo observando sólo el corazón.

¿Tiene sentido decir: "Soy libra"?

Es como si me dice "soy periodista": no está expresando la complejidad de su persona.

Somos lectores del cosmos: la astrología es una lectura, y leer es crear. ¿Sí?

Le ha quedado bonito, pero no entienda el cosmos como una proyección mental: el desarrollo de la conciencia es el desarrollo del proceso de autorrevelación del cosmos.

martes, 19 de febrero de 2008

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La Contra| página nº 76

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Imaginación

Desde su ensayo La pasión de la mente occidental (1991), Richard Tarnas es leído y discutido en el orbe anglosajón. Pronto nos lo traducirá la editorial Atalanta, que entre tanto nos adelanta Cosmos y psique,sesudo libro que documenta nuestra cartesiana escisión del cosmos, lo que fue útil al alto coste de aislarnos: hoy algunos vuelven a intuir que no hay una psique dentro y un cosmos fuera, sino una dinámica integrada de la que la astrología puede trazar diagramas. A mí, por ahora, me basta con ver la astrología como prueba de la fértil imaginación de nuestra psique, insaciable lectora del cosmos... Pero también es cierto que nuestra imaginación es una eclosión del muy imaginativo cosmos...