3 de abril de 2011

Ater Tumti - Matías De Stefano

¡Ayudemos a las 13 Abuelas en su trabajo de sanación planetaria!


 

Gaceta La Voz de la Arboleda - Abril 2011
MULUC8
CAMPAÑA DE AYUDA AL CONSEJO INTERNACIONAL DE LAS 13 ABUELAS INDÍGENAS
¡Ayudemos a las 13 Abuelas en su trabajo de sanación planetaria!

A todas las Guardianas de la Vida, a todos los Guerreros de la Paz:
Cuando el Consejo Internacional de las 13 Abuelas Indígenas se fundó, las 13 Abuelas acordaron
recorrer sus comunidades de orígen, repartidas por los 5 continentes, para orar por el despertar
de la humanidad y por la Madre Tierra.
En Octubre pasado visitaron Japón, comunidad de origen de la Abuela Clara Shinobu Iura. Durante
su estancia en Japón, fuertísimas tormentas las obligaron a cambiar todos los planes. Estas
perturbaciones del agua fueron interpretadas por las Abuelas como una advertencia de la gravedad
de los tiempos que se avecinan en los cuales un gran cambio debe gestarse en la humanidad,
como nos relató la abuela Clara en su carta de Octubre pasado de la que aquí cito un párrafo:
"No hay coincidencias en el mundo. Precisamente ahora que estamos en Japón, llega la treceava
tormenta de la temporada, anunciando nuestra presencia y manifestando nuestra visión. De esta
manera recibimos otra advertencia, dentro de todas las advertencias anteriores: ¡Es hora de
que la gente de la tierra despierte y elevemos nuestra conciencia a la verdad de todos los espíritus
que reinan sobre nosotros! Este es un momento de gran transformación en que todos los hombres
y mujeres deben unirse para rescatar al planeta. Es necesario arremangarse para trabajar unidos
y conectar con el Gran Espíritu.
Estos desastres naturales nos ofrecen la oportunidad de practicar la compasión y la cooperación,
así como de unirnos en oración. Hay que practicar la entrega inmediata para paliar los dolores
del mundo."
cabeceragaceta
A pesar de las dificultades externas, a pesar de las muy avanzadas edades de la mayoría de las
Abuelas del Consejo, a pesar de la falta de recursos para completar su labor con ligereza, las 13 
Abuelas no detienen su marcha para regar todo el planeta con sus oraciones, llevando con ellas
esperanza y luz a todos los pueblos que visitan.
El próximo paso será la celebración de su 9º Consejo en Alaska, tierra de la Abuela Rita Pikta
Blumenstein, del 18 al 21 de Mayo de 2011.
Los viajes de las 13 Abuelas y sus acompañante (ya que muchas no pueden viajar solas) y de
las personas encargadas de la traducción (en el Consejo se hablan 7 lenguas) se financian
mediante donaciones. 
En esta carta te invito a sembrar un sueño: movilizar a todas las mujeres de habla hispana, así
como a los caballeros que caminan con nosotras a participar de una plegaria en la acción: ayudar
a la realización del 9ª Consejo en Alaska mediante una donación.
La gaceta de Arboleda de Gaia tiene 4.231 mujeres suscritas ¿porque no nos comprometemos
entre todas y, (como hormiguitas que juntan sus semillas; o como cuando nuestra madre sacaba
dinero de donde no había para comprarnos zapatos), sembramos el sueño con la acción pequeña,
femenina y modesta: una donación para ayudarlas.
Sólo con que todas y todos hiciéramos una aportación, por más pequeña que fuera, podríamos
ayudarlas a pagar los enormes gastos que cada Consejo genera. Para tener una idea del monto
de esos gastos tenemos el ejemplo del viaje que hicieron a España que costó 160.000 € que
logramos financiar mediante pequeñas donaciones.
Todo lo que las 13 Abuelas significan, para nosotras y para el mundo, necesita de nuestro corazón
puesto al servicio incondicional para ayudarlas a sostener su trabajo.
Ayudarlas es para nosotras una gran oportunidad, es una manera de conocer el alcance de nuestro
poder amoroso, es una ocasión de manifestar nuestra unión femenina en Servicio a la Tierra.
........
Hoy las 13 Abuelas aún están con nosotras. Hagamos, pues, como nuestra maestra la Magdalena,
que rompió el frasco de ungüento puro de nardo para ungir al Cristo cuando él estaba aún a su
lado, en vez de guardarlo para su sepultura.
Nuestro frasco de ungüento puro de nardo podría existir si cada una de nosotras hiciera una
pequeña donación. 
Sola, cada una de nosotras es poco lo que puede hacer, pero unidas tenemos fuerza y podemos
cambiar el mundo. Unidas somos legión de amor y de cuidado materno.
No dejes pasar esta ocasión de ayudarlas. El momento del compromiso ha llegado, la llave está
en tu mano. Esta campaña durará sólo durante el mes de Abril, para poder enviarles el dinero a
Alaska los primeros días de Mayo.
Puedes hacer tu donación mediante transferencia a la cuenta de Barcelona que encontrarás más
abajo o, si vives en América Latina u otro lugar del planeta a través de PayPal con tu tarjeta de
crédito.

Participa aunque sea con una donación mínima, no lo dejes para después, hazlo ya mismo.
¡TU AYUDA ES NECESARIA Y PUEDE AYUDAR, AUNQUE SEA MUY PEQUEÑA!
También te invitamos a que compartas con tu círculo esta iniciativa y que reenvíes este mensaje
a todas aquellos hombres y mujeres que puedan vibrar con él. ¡Hazte embajadora de esta plegaria
en acción!
Podemos dedicar los círculos de mujeres de este mes a compartir la información sobre la existencia
del Consejo de las Abuelas. Más abajo encontrarás más información sobre ellas. También en los
archivos adjuntos para que puedas imprimirla y compartirla en las reuniones.
Desde ya gracias, en nombre de las 13 Abuelas y, especialmente en esta ocasión, en nombre de
la Abuela Rita Pikta Blumenstein, de quien tengo el honor de ser nieta adoptiva.
Siempre al servicio de la Madre Tierra y la familia humanaPor las 7 próximas generacionesPor todas nuestras relaciones.
Marianna, Arboleda de GaiaAbril 2011. Barcelona, España

Cuenta bancaria de Barcelona:Entidad: La CaixaTitular: Asociación Sociocultural Arboleda de GaiaNúmero de cuenta: 2100 – 0968 – 92 – 0200118297Dirección de la oficina bancaria: Bailén, 30. Barcelona 08000
Datos para transferencias desde el extranjero:Número de cuenta: 2100 – 0968 – 92 – 0200118297IBAN en formato electrónico: ES5021000968920200118297IBAN en formato papel: IBAN ES50 2100 0968 9202 0011 8297BIC (Código Internacional de Identificación Bancaria en el sistema SWIFT): CAIXESBBXXX
Para donar mediante tarjeta de crédito o cuenta PayPal: CLIC AQUÍ 
Ver las fotos del viaje a España del Consejo de las 13 Abuelas: BORJA, ZARAGONA BARCELONA 

"Si siempre quieres tener razón, nunca tendrás la verdad"- Laura Gutman, terapeuta familiar


LLUÍS AMIGUET


Busque compadres
Me quedo sin espacio para la reveladora conversación sobre padres e hijos que nos regala Gutman. Si la piden, la retomaremos. Extraigo aquí su primer consejo: “¡Padres y madres: busquen compadres y comadres! La modernidad nos deja sin compadres, pero no se queden solos en casa con su hijo, el sofá y la tele. Estén ustedes con alguien que esté con ustedes mientras están con sus hijos. Quedarse solo con un pequeño metidos en un piso es agotador: no se entreguen a la Blackberry: encuéntrense con otros padres e hijos; no con compañías depredadoras que vengan a decirles que todo lo hacen mal, sino buenos amigos que quieran compartir con usted la maravillosa condición de padres”.

Cuando eres niño, tu familia te adjudica un papel y así te conviertes en el tonto o el listoel vago o el empollónla guapa o la simpática... de la familia.
 
Y lo sigues siendo toda tu vida. ¿Y si te toca serel vago, el feo y el tonto de la familia?
Tienes un problema, pero no menor que el que deciden que sea el listo, el guapo y el emprendedor. Porque ni uno ni otro han elegido ese papel y, hasta que no descubra que representa un personaje que no es él, estará viviendo una vida que no es la suya.
 
¿Y descubrirlo es crecer?
Para crecer tienes que tomar conciencia de ese guión que tu familia escribió para ti: descubrir el papel que te asignaron y por qué.
 
Por ejemplo...
Tal vez la familia necesitaba un mochuelo que cargara con las culpas de todos, o un cerebrín que les compensara con sus éxitos de cierta marginación social... Y te tocó a ti serlo. Las razones por las que te asignan un papel son infinitas, pero lo importante es que las descubras. Sólo cuando lo hagas podrás empezar a ser tú mismo.
 
¿Y si sigo viviendo tan tranquilo?
Estarás condenado a repetir las pautas y los valores que te dio tu familia. Tal vez nunca entres en conflicto con ellos, porque es más cómodo representar el papel que te asignaron que vivir tu propia vida. Si tu familia era rica, conservadora y biempensante y tú jamás te planteaste dejar de serlo, serás un hijo obediente, pero... ¿serás tú?
 
¿Y si me hago monje zen?
De algún modo –al revelarte– sin saberlo estarás viviendo su guión, no el tuyo: lo estarás cumpliendo, aunque sea al revés.
 
No veo a tanta gente atormentada.
Hasta que un día entran en crisis. Y entonces todos queremos una solución rápida.
 
¿La hay?
Si llevas 20, 30, 40, 50, 60 años viviendo una vida que no es la tuya, no esperes descubrirlo y reconstruirte en diez minutos. Tienes que comprenderte a ti mismo.
 
¿Cómo?
Los caminos son muchos y cada uno elige el suyo: psicoanálisis, constelaciones familiares, meditación o simplemente aprender a autoanalizarse... Cualquier método de introspección puede ayudarnos a descubrir y después reescribir el guión de nuestras vidas.
 
Me alegro de que no venda una receta.
Ni siquiera creo descubrir nada. Lo que yo digo es tan antiguo como la humanidad, pero por eso mismo se ha vuelto tan actual olvidarlo: conócete a ti mismo.
 
¿Por qué lo olvidamos tan fácilmente?
Porque así eludimos responsabilidad: es más cómodo pensar que la causa de nuestros problemas siempre es externa. Lo que te pasa siempre es culpa del trabajo, de tu pareja, de tus padres, de tus hijos... cuando, si tienes cuarenta años, lo cierto es que llevas cuarenta años montando ese problema que te estalla ahora. Tu vida es un puzle que has construido contigo atrapado dentro. Tienes que entender cómo lo armaste para aprender a salir de él.
 
De nuevo: ¿cómo?
La mayoría de nosotros no tenemos una mirada global sobre nuestra propia construcción psíquica. Vemos nuestra vida como una obra de veinte actores en que cada uno repite como un loro su guión sin escuchar a los demás. Para empezar, debes dejar deempeñarte en tener siempre la razón y empezar a preocuparte por tener la verdad.
 
¿Qué me sugiere?
Bájate del escenario de la vida para ver qué papel haces en ella y lo que se organiza a su alrededor. Y para bajarte, encuentra a alguien que te diga lo que no quieres oír. ¡Eso es muy fácil! No me refiero a tus enemigos, sino a un amigo que te diga la verdad, porque el enemigo te dirá cosas que no te gustan pero que no siempre son ciertas; el amigo te dirá cosas ciertas, aunque no siempre te gusten.
 
¿Por dónde empezamos?
Pon en perspectiva: admite que ni tú ni tus problemas son tan importantes.
 
¿Por qué no empieza usted misma?
Yo me quedé embarazada y fui madre sin quererlo, sin que mi identidad fuera la maternidad. De repente, me di cuenta de que tenía un niño que requería toda mi persona y no sólo el trocito de madre que le quedaba a él después de haberme realizado en todo lo demás: profesional, mujer atractiva, intelectual, mujer con vida social...
 
¿Y cómo lo solucionó?
No hay soluciones, sólo hay verdades y mentiras. La verdad es que mi hijo había nacido para ser el centro de mi vida, pero él percibía que no lo era y llamaba la atención sobre eso portándose mal.
 
¿Eso acaba en trauma de por vida?
No sólo de por vida, también de generación en generación: si usted no aprende a amar del amor de sus padres, ¿dónde va a aprender cómo dárselo a sus hijos? ¿Cómo cortar ese encadenamiento de desamparos?
 
¿...?
De nuevo, con conciencia. Tienes que descubrir que lo que viviste de niño es diferente de lo que crees que viviste o te han hecho creer que viviste...
 
¡Y volvemos al principio!
Porque nuestros recuerdos son los que nos han dado y no lo que en verdad sucedió. Pero eso no es sólo un drama, también es una oportunidad. Es un trabajo emocionante el que tenemos por delante hasta descubrirlos y así descubrirnos.

Morían antes los egoístas que los altruistas

Stéphane Hessel, participó en la Declaración Universal de los Derechos Humanos

IMA SANCHÍS

Contra la indiferencia
Último superviviente de las personas que hicieron posible la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un marco sólido por el que luchar, este veterano de la resistencia, que sobrevivió a la tortura y la deportación en el campo de concentración de Buchenwald, ha dedicado su vida como embajador de Francia a combatir los totalitarismos y las injusticias políticas y sociales. Con ¡Indignaos!, superventas en Francia, llama a la insurrección pacífica, sobre todo de los jóvenes, a no claudicar ante la dictadura actual de los mercados financieros que amenazan la democracia, a no permitir tanta injusticia. “Coged el relevo, ¡indignaos!, porque la peor actitud es la indiferencia”.
Hablemos de la suerte.
Yo soy un suertudo. He estado confinado en campos de concentración de los que me escapé en dos ocasiones, fui condenado a muerte..., pero he sobrevivido.
Era usted Greco, el espía.
Debía reorganizar la red de radios clandestinas para preparar la llegada del ejército aliado a Francia. La Gestapo me detuvo en julio de 1944, lo que significaba el fin de mi vida.
Se salvó por los pelos...
La noche antes de mi ejecución, gracias a Eugen Kogon, que llevaba tres años en Buchenwald trabajando con el jefe del hospital y lo convenció de que podría paliar su pena si salvaba a tres oficiales aliados.
¿Y cómo lo hizo?
Cuando tres jóvenes franceses moribundos fueron enviados al crematorio, lo hicieron con nuestra identidad.
Qué duro.
El día que cumplí 24 años me convertí en otro. Es una historia trágica, sí. Es duro sobrevivir a un muerto.Medejó un gran sentimiento de responsabilidad: considero que una vida ganada tiene que ser una vida comprometida, y todo lo que hago lo hago porque sobreviví.
¿Cree en el destino?
Sí, creo que cada uno de nosotros tiene la posibilidad de hacer algo con su vida que sea significativo no sólo para sí mismo, sino también para los demás.
¿Qué ha entendido del ser humano?
En los campos de concentración las personas reaccionaban de dos maneras: estaban los que luchaban por su vida, los que se protegían y lo querían todo para ellos; y estaban los que ayudaban a los demás.
¿Y?
Morían antes los egoístas que los altruistas. Y este es un mensaje para todos nosotros: hacer algo por los demás nos hace bien; sólo mirar por uno mismo nos hace caer, pero pensamos que es al contrario. Sé que lo que digo parece muy ético y moral, pero para mí fue una experiencia vital.
Con 92 años se fue con su mujer a la franja de Gaza.
Sí, justo después de la operación Plomo Fundido. Tengo la suerte de tener un cuerpo que funciona. Sólo me falta un ojo. Si me tapo el bueno, no la veo, pero con los dos veo su sonrisa y vi la destrucción que el ejército israelí hizo en ese pequeño territorio con una brutalidad insoportable para mí.
¿Producto del miedo?
Se consideran un país pequeño, democrático y moderno, rodeado de gente que se puede volver loca y provocar atentados, así que eligen políticos estúpidos que creen que se puede vencer mediante la fuerza. Pero lo inteligente sería ayudar a los palestinos a tener un Estado y trabajar conjuntamente, porque siempre van a estar ahí.
¿Qué virtud le ha ayudado en la vida, la alegría, la inteligencia, la valentía...?
Mi madre; una mujer excepcional, muy libre. “Tienes que ser feliz para que los demás sean felices”, me repetía, y yo hago lo que puedo.
Es usted jovial, lo ha conseguido.
La gente que me conoce me considera un optimista empedernido, y yo siempre les digo: he vivido muchos problemas y siempre se fueron resolviendo. Hemos vencido al nazismo, al fascismo, al franquismo, al estalinismo, y vamos a vencer también al bushismo, ja, ja, ja.
¿Ese es su caballo de batalla?
Sabemos que si seguimos con una explotación loca de los recursos en 50 años ya no se podrá vivir aquí en la Tierra. Y que la inmensa distancia que existe entre ricos y pobres no para de aumentar.
¿Qué entendió del ejercicio de la diplomacia?
Es lo contrario a hablar sin decir nada. La auténtica diplomacia dice lo que piensa a su gobierno y al gobierno con el que trabaja.
¿Qué ha aprendido de la muerte?
Yo soy goloso de la muerte, pienso que cuando venga, pronto, la acogeré como una amiga. Acabar la vida es algo maravilloso, ya ha durado suficiente, y no sabemos nada de la muerte, pero le puedo citar a Shakespeare.
En La tempestad él dice: “Estamos hechos de la misma materia que los sueños y nuestra breve vida cierra su círculo con otro sueño”. Me desperté ya hace mucho y un día me dormiré, y me gusta dormir.
¿Qué ha descubierto sobre sí mismo?
Que lo desagradable que me ha ocurrido se puede superar e incluso olvidar. No guardo recuerdos de lo queme hirió, guardo recuerdos de lo que funcionó, de lo que me alegró. Considero que para los problemas más graves de nuestro mundo actual podemos encontrar respuestas positivas. Por supuesto, muchos de mis amigos me llaman iluso.
¿La mejor herramienta para vivir?
Confianza y valor. Necesitamos confiar, en primer lugar en nosotros mismos, y después en los demás; y hay que saber que sólo funciona si ponemos también valor. Las dos cosas que tenemos que evitar son la indiferencia y la desesperación: aquello que probé y no funcionó y no volveré a probar.
¿Cuál es su consejo para los jóvenes?
Tened confianza, sed valientes, tenéis muchas cosas que hacer y más medios de los que nosotros tuvimos cuando éramos jóvenes, herramientas como internet para trabajar juntos como acaban de hacerlo los egipcios. ¡Adelante!