20 de enero de 2014

Camino del corazón | Un viaje, fotografías, trabajo psicológico y búsqueda espiritual

por Aurelio Alvarez, Revista TÚ MISMO

Un viaje, fotografías, trabajo psicológico y búsqueda espiritual


Original, práctico y motivador. Con estas tres palabras podríamos describir “Camino de Santiago, camino del corazón. Cartas del peregrino”, el reciente trabajo editorial realizado por Pablo Arturi, psicólogo, terapeuta y colaborador de TÚ MISMO. Entre la variedad de libros que han tenido este tema como eje central, nos comenta que “me pareció interesante sintetizar experiencias únicas, inolvidables, que me pasaron en el Camino. Lo hice dos veces, la primera en bicicleta, fue hermosa, pero el dueño de un albergue en Santiago de Compostela me aconsejó que lo hiciera a pie ya que sería distinto. Y así fue: el andar, el ritmo de cada paso…, vas con otro tiempo. El esfuerzo físico, el hecho de estar disfrutando con otra regularidad permite bajar las revoluciones de la cabeza, se aquietan los pensamientos, todo ello permite vivirlo de otra forma”.
De manera que, reconoce, “el camino va haciendo mella”. Como situándose en esos escenarios, lejanos de los avatares de la gran urbe, Pablo señala: “El camino pone a prueba tanto tu fortaleza física como la interior. Vives días espectaculares, unos muy simples, agradables, y otros duros, difíciles. Afrontas desafíos corporales, salen ampollas en los pies, dolores en otras partes y no aguantas la mochila. A la par empiezan a moverse cosas internas que no sabes cómo gestionarlas. En algunos momentos, cuando el esfuerzo supera el placer, te cuestionas qué haces ahí, por qué, para qué recorres ese camino”.
A pesar de todo ello, “hay magia en el Camino”. Alternativamente van apareciendo y esfumándose personajes con quienes el peregrino se encuentra en el sendero. “Te das cuenta de que al estar más en sincronía con la naturaleza –dice–, vuelves a sintonizar con lo simbólico a través de sutiles experiencias. El hecho de encontrarte en un entorno más afín con lo humano, más tranquilo, armónico, como son los pueblos y la naturaleza, hace más fácil percibir las señales externas vinculadas con realidades internas. Lo simbólico se manifiesta más simplemente que en una gran ciudad, saturada de ruidos y estímulos”.
“Camino de Santiago, camino del corazón. Cartas del peregrino” está estructurado en 34 cartas o capítulos. Pablo explica que “son las 34 jornadas que te llevan de Francia a Finisterre, para reflexionar un tema por día”. Artísticas fotografías ilustran la travesía, con distintos paisajes y personajes. La disposición de las imágenes “no siempre responde a un orden cronológico, pero muestran los diferentes entornos, destacando experiencias que suelen suceder y que son muy comunes, con lo cual ofrezco una visión externa del Camino”, y a continuación invito a reconducir esa visión a nuestro mundo interior, teniendo en cuenta que “si el Camino no te resuena internamente, no tiene sentido”.
Es decir que “el propósito es buscar tu propio camino interior, por eso lo llamo Camino del Corazón, y la idea principal del libro es que lo transites”, resalta Pablo, quien propone que “tú lo puedas vivir como una experiencia a fin de descubrir tu propio camino de vida”. A modo de ejemplo señala que hay peregrinos que no saben porque están allí… pero sienten ‘algo’ que los movió a hacerlo. Lo que yo llamo ‘la llamada del alma’”. Propongo un ejercicio para saber cómo conectar con esa voz interior, descubrirla, identificarla más claramente, utilizarla en nuestro favor”.
Como hay “señales que no las percibimos porque no estamos atentos –explica Pablo–, trato de dejar implícito que nos encontramos en un mar de energía, conectados con el universo, razón por la cual éste responde a lo que vamos irradiando. Si preguntamos al universo, nos enviará señales contestándonos”.
Otro ejercicio que el autor incluye en esta guía del Camino hace referencia al concepto del hogar. “Un ejemplo concreto es el albergue, y doy testimonio de la experiencia cotidiana en estos lugares donde encontramos compañeros circunstanciales con quienes compartimos momentos memorables. Esta imagen la reconduzco hacia nuestro espacio interior: cómo lo cuidamos, qué pasa dentro de nosotros… Y propongo un ejercicio desde lo simbólico para trabajar con el hogar interior”.
Imágenes, ejercicios con visualizaciones, reflexiones… Sobre estos recursos, Pablo manifiesta que el texto “tiene varios niveles de comunicación: el más superficial, las imágenes, el relato que hago acerca de la experiencia; otro nivel más profundo, que es la reflexión de un tema y la meditación, con la puesta en práctica de lo que surge”.
El lector al que va dirigido este e-book es tanto quien ha hecho el Camino como quien aún no. “Incluso para quien no lo piense hacer”, aclara Pablo. “Utilizo la metáfora de lo que es el camino exterior para descubrir cuál es tu propio camino de vida, para ayudar a clarificar tu propio camino, transitándolo, independientemente de que lo hagas o no. Tal vez si lo has hecho te reconecte con esa energía, y si no es así te inspire para concretarlo”. Es más, “sugiero –acota– que hagan esta experiencia única, aunque comprendo que hay que disponer de tiempo y dinero, no mucho, pero sí de algunas cosas necesarias”.
Entre los infinitos aspectos que destacan del Camino, rescata uno en particular: la amistad. “Con los amigos del Camino se va abriendo el corazón. Se suceden conversaciones de lo cotidiano, lo fácil o difícil que has enfrentado ese día. Algunas anécdotas resultan ser muy  divertidas, pero también cuando pasan las horas empiezas a compartir tus experiencias personales, cada uno cuenta qué es lo que lo ha traído hasta ahí. Te puedes encontrar relatos de lo más variopintos, habiendo peregrinos de 133 países que recorren esta vía”.
Y una cuestión importante: ¿al regresar eres el mismo que partió? Pablo recuerda que “recientemente hablaba con una mujer que había hecho el camino en el 82 y lo repitió años después, enferma de cáncer. Decíamos lo mismo acerca de cómo quedamos enganchados con el Camino, que es transformador”, por lo cual advierte: “Si alguien lo hace pensando que cuando vuelva a casa todo será igual, se equivoca y puede tener un pequeño problema. Hay que estar preparado”. Todo ello siempre y cuando se viaje una semana o dos, como mínimo. “En el último capítulo sugiero que, al regreso, uno debe plantearse nuevos sueños, proyectos, porque si creemos que todo será igual nos encontraremos con desajustes interiores, frustraciones. Sucede…”.
Se puede descargar “Camino de Santiago, camino del corazón. Cartas del peregrino” en iTunes, disponible en español e inglés, en 51 países, para iPad y cualquier tipo de Mac.   TM
Más info en https://www.facebook.com/caminodesantiagolibro
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