19 de febrero de 2011

Sostener la luz en las tinieblas

En varias ocasiones me he encontrado con gente muy sensible asustada y dolida por lo que pasa en el mundo. Los comprendo porque he estado muchas veces por ese estado. Pero muchos sabíamos que no veníamos a una fiesta al encarnar y esto recién comienza. El miedo es otra forma de controlarnos. Por eso es importante darnos cuenta que el planeta y nuestros hermanos, nos necesitan interiormente firmes, de pie frente a los acontecimientos. Recordemos que hemos sido monjes y también guerreros. Es momento de fusionar las esas vidas. Siendo guerreros de la Luz.

17 de febrero de 2011

Hay que aprender a recibir y olvidar el paternalismo


17/02/2011 - 00:11 | 

Tengo 52 años. Nací en Orihuela y llevo media vida en África, 14 años en RD Congo y 12 en Camerún. Soy religiosa de la Congregación de Santo Domingo y dirijo un centro hospitalario en Yaundé (Camerún). Estar al servicio del otro es la única política que yo apoyaría. 
Foto: XAVIER CERVERA
Una vida lograda
Para la presentación de su nueva campaña de sensibilización para el desarrollo que se centra en la lucha contra la mortalidad infantil, la oenegé Manos Unidas ha traído a una de esas personas ¿que ellos alientan y apoyan¿ sin las cuales el mundo sería un lugar peor. Desde hace 26 años Cristina ha ido incorporando especialidades a su saber para poder atender a los enfermos, empezó trabajando en un hospital de RD Congo a los 26 años como único médico. Ahora, en Camerún, además de ejercer la medicina en el hospital, acude a la selva, donde su congregación tiene once puestos de salud y opera sin esterilizadora, sin luz y con un material quirúrgico rudimentario, pero sigue salvando vidas
Dígame qué la hace feliz.

Siendo niña vi una imagen de un hospital en África: “Quiero ser médico, me dije, pero también quiero ser misionera”. Y ahí estoy.

Lo mismo trata un paludismo que opera unas cataratas... Atrevida, ¿no?
Cuando vengo de vacaciones aprendo nuevas especialidades, porque allí la necesidad obliga. He operado a niños siguiendo las instrucciones de un libro de medicina, pero si no lo hacía morían.

¿Y cuando sale mal?
Me he culpabilizado, pero lo que he aprendido en África es que tienes que fijarte en las cosas buenas que puedes hacer y has hecho si no quieres paralizarte.

¿Cómo fue el aterrizaje?
Era como un recién nacido, tuve que aprender hasta a hablar para poder entenderme. Escuchar y observar fue lo primero.

En un hospital con un único médico.
Sí, un congoleño que se moría de cáncer y que intentó transmitirme toda su sabiduría. Lo más importante para mí fue el “tú puedes” que constantemente me repetía.

¿Qué le hizo ir adquiriendo seguridad?
Otra frase que me han repetido los pacientes cuyas enfermedades crónicas o extremas nos han unido mucho: “A través de tu presencia veo a Dios”, “ a través de tus manos...”, “a través de tus ojos...”. Y me lo dicen incluso sin ser de la misma religión; algo reciben que es grande, y me gusta ser el mensajero.

Recogió usted a un muchacho.
Sí, en Camerún. Tenía 14 años, vino a verme con su hermano pequeño, que tenía una conjuntivitis aguda. Le dije que debía haber venido antes y me contestó que eran huérfanos y que había estado trabajando para juntar el dinero que costaba la consulta. No quise cobrarle, pero él se empeñó en pagar.

Y se le partió el alma.
Sí, le pagamos los estudios y ahora trabaja en el hospital. Me llama mamá. Cuando quiso casarse tuve que ir a hacer la petición de mano, preparar la dote y acudir a la mezquita el día de la boda.

¿Algún aprendizaje?
Libertad interior. Lo importante es la cercanía entre unos y otros, y el amor, más que la confesión concreta que tú tengas.

Los misioneros se alejan bastante de los dogmas de la Iglesia católica.
Encontramos problemas muy duros en el día a día que nos exigen dar una respuesta.

Dicen que duerme tumbada en el suelo junto a los pacientes.
Cuando la gente lo necesita me doy del todo. Si le da seguridad que le dé la mano toda la noche, se la doy. Eso me hace feliz.

Explíqueme momentos de estos 26 años que le hayan hecho evolucionar.
Durante la guerra del Congo los soldados atacaron nuestra comunidad; nos metieron a todas en una iglesia con otros misioneros mientras saqueaban nuestra casa. Lo terrible fue que la población acabó de arrasar con lo que quedaba. En el hospital ocurrió lo mismo, aparatos que yo había traído con muchísimo esfuerzo fueron destruidos.

Eso debió de doler mucho.
Sí, pero obtuve grandes lecciones, entendí que es más importante trabajar por ese intangible que es el amor que por conseguir aparatos. Me di cuenta de que quizás no habíamos vivido con la suficiente cercanía e igualdad con la población. Y, por supuesto, aprendí algo muy grande: que la vida la puedes perder en dos segundos.

¿Sintió su vida amenazada?
Sí, a la iglesia entraban soldados totalmente drogados pegando tiros para asustarnos. Uno me puso la bayoneta en el pecho, durante diez minutos me gritó y amenazó, quería 2.000 dólares que yo no tenía. No clavó la bayoneta, pero podía haberlo hecho. Así que supe que había vuelto a nacer.

¿Qué sentía?
Miedo, pero a la vez una fuerza interior que me hacía seguir de pie y buscar un momento en el que los soldados estuvieran distraídos para salir corriendo con toda mi comunidad y, perseguidas por los tiros, internarnos en la selva.

¿Nunca ha llegado a sentir odio?
Sentí rabia hacia esas personas que habíamos ayudado tanto y destrozaron aparatos de los que ya nadie se beneficiaría. Tuve que hacer un trabajo de reconciliación y decidí no rehacer la casa, adaptarme a la situación.

¿Cuál era la situación?
Nos habían robado el frigorífico y decidimos no comprar otro; nos habían roto la cocina y decidimos cocinar con carbón..., vivir como ellos. Y entonces ocurrió algo, las cosas nos llovían, venían con gallinas, con huevos, con plátanos... Durante tres meses no tuvimos que comprar nada.

¿Qué entendió?
Que habíamos tenido demasiados manojos de llaves y puertas cerradas. Al vivir como ellos se sintieron más cerca de nosotras y se volcaron. Es importante aprender a recibir y olvidar el paternalismo.

¿Cómo lleva la muerte de un paciente?
Mal, a veces no puedes ni calmarles el dolor, pero incluso entonces han agradecido mi presencia. La capacidad de aceptación, de, a pesar de vivir ese sufrimiento, no renegar, me parece inmensa.

¿Qué hace falta para estar satisfecho de uno mismo?
Realizar lo que llevas dentro y asumir lo que te ocurre. El hoy no lo puedes cambiar, acéptalo y trabaja para cambiar el mañana.

13 de febrero de 2011

León Tolstói

‎"Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo."


"El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere sino en querer siempre lo que se hace." 

Burbujas de protección - Del libro "Las energías protectoras" de William Bloom

La estrategia más conocida para protegerse psíquicamente es la de crear una burbuja o huevo protector alrededor de sí. Usted se imagina y se percibe dentro de una burbuja en la que no pueden penetrar vibraciones desagradables.



Póngase cómodo y relájese.
Conecte con la tierra y encauce su respiración hasta conseguir un ritmo sosegado, tranquilo.
Imagine y sienta que está rodeado por una burbuja o huevo protector transparente que le protege de las vibraciones negativas.  Durante un rato, perciba esta burbuja a su alrededor. Por encima de su cabeza. Bajo sus pies. Protegiéndole totalmente la espalda. Le rodea por completo.
Sienta que sus propias vibraciones pueden salir a través de la membrana de la burbuja. Sienta que la burbuja no impide que entren las buenas vibraciones.
Esté muy relajado y muy a gusto dentro de ella. Perciba claramente que las energías externas des 
agradables no pueden penetrar.
Luego hay ciertas exquisiteces que puede usted añadir a su burbuja. Siéntase en libertad de experimentar con ellas y descubrir con cuál se encuentra más a gusto, o cuál de ellas le resulta más fácil hacer.


 Cuando haya hecho su burbuja, exhale aire lentamente y perciba cómo su húmeda y cálida respiración inunda la burbuja de su vibración pura, de su «esencia». Llene la burbuja con su propia vibración. Hágalo repetidas veces. 
Llene la burbuja de diferentes colores. ¿Qué tal una burbuja verde o azul? Sea psicodélico y pruebe con una burbuja multicolor. En distintos momentos o en distintas situaciones, comprobará que ciertos color es son más convenientes para usted. (Cada color, como cada sonido, tiene una vibración diferente. A medida que vaya cambiando su estado de ánimo o la situación en que se encuentre, también irán cambiando las vibraciones del color que más le convenga.) No deje de experimentar con aquello que le da mejor resultado. 
Llene la burbuja de imágenes protectoras que le gusten.
En muchos casos suelen ser símbolos religiosos: la cruz, la estrella de David, la estrella de cinco puntas o el símbolo hindú del Om, que se considera el sonido sagrado de la creación. Pueden ser imágenes míticas tales como Hércules y Diana o imágenes de personajes religiosos en los que usted confía: Jesús, Buda o Kuan Yin. (Más adelante explicaré cómo y por qué estos símbolos constituyen una verdadera ayuda en el plano energético.)
Siéntase libre para decorar el interior de su burbuja y haga allí dentro cualquier cosa que le guste, que le ayude y que dé a la burbuja una vibración más fuerte.
Imagine símbolos especialmente potentes —como la cruz o la estrella de cinco puntas— en el exterior de la burbuja; con ello reforzará la membrana. Escriba consignas en la parte externa de la burbuj a, como por ejemplo: «Por favor, no entre» o «Absténganse las malas vibraciones».

Importante: Asegúrese siempre de que la burbuja pase por debajo de sus pies y cubra su espalda. Y
como siempre, manténgase conectado con la tierra y respire. 

Descubre el poder de tu intencion

Descubre el poder de tu intención. Prueba en antes de iniciar situaciones simples como: reunion de trabajo, con un amigo, una meditacion, sanacion o actividad cotidiana; "La intención de ... es..". Notaras como la situacion se desarrolla con otra dinamica. Tal vez necesites en medio de la situación recordar: "cual era mi intencion, mi proposito?" ; o tal vez decidas cambiarlo. Notaras como la energia te responde y lo que no sea afin se empieza a alejar. Despues con situaciones mas importantes. Pruebalo y espero tus comentarios.

QUÉ SIGNIFICA ESTAR EN LA UNICIDAD - libro : Wayne W. Dyer - Construye tu destino.

Lo que hemos dado en llamar «la voluntad de Dios» no es más que una invención del hombre para conseguir control sobre los demás. Si estás convencido de que existe una voluntad de Dios separada de la tuya, te verás controlado y dominado por quienes afirman conocer la voluntad de Dios. Si adoptas este sistema de creencias caerás en la trampa de «tu voluntad contra mi voluntad».

Querrás hacer ciertas cosas, pero «la voluntad de Dios» te dictará otras. Expresar amor incondicional y participar en la creación de la propia vida sólo es posible cuando se sabe que Dios no está separado de ti. Tú y Dios sois uno. En el Nuevo Testamento, Jesús les dice a las multitudes: «Yo he dicho: dioses sois», y más tarde: «El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha enviado; y el que me ve a mí, ve a aquel queme ha enviado» (Juan, 10, 34; 12, 44).

Estar en un estado de unicidad significa saber que el amor incondicional que tiene Dios por toda la creación
es también el amor incondicional que puede haber en ti si así lo decides. Tu libre albedrío es la libertad para abrazar cualquier pensamiento que desees. Ese libre albedrío es el don que te ha dado Dios. Utilízalo con un espíritu de amor sobre el que no se imponga ninguna condición.

El amor que tiene Dios por ti es incondicional. En ese amor que te concede el creador divino no hay
restricción o censura alguna. Dispones de la más completa libertad para hacer lo que quieras, pues tu voluntad y la voluntad de Dios son una misma cosa. Tienes libertad para elegir tus pensamientos dentro de este gran esquema de amor incondicional.

Si tú y el amor de Dios por ti sois una misma cosa, formas parte de una unidad incondicional. Si impones
restricciones a ese amor, o si lo basas en tus juicios y aversiones, lo conviertes en un amor condicionado y te
alejas de la posibilidad de participar en el acto de la creación con Dios. Entras entonces en conflicto con la esencia divina que es Dios, debido a la imposición de condiciones sobre tu capacidad para amar.

Supongamos que Dios decidiera retirar su amor incondicional, tanto por ti como por el mundo e impusiera
en vez de eso ciertas condiciones. En esa clase de mundo, la gente tendría que funcionar sin la libertad de
pensamiento y de expresión. Todo el cosmos se colapsaría en un instante.

La vida fluye con la libertad del amor incondicional. Esa es la esencia misma de la vida. Ninguna divinidad
exige que uno piense de una determinada manera si no quiere verse maldecido o destruido. En nuestro mundo, tenemos libertad incondicional para que nuestros pensamientos sean lo que queramos que sean. Esa es la manera que tiene Dios de expresar su amor por ti, es el don que te ha concedido el creador, expresado a través de tu individualidad. Elimina esa libertad y dejarás de ser humano. Se pierde la propia humanidad cuando se pierde el amor incondicional que nos permite pensar lo que queramos.

Supongamos que puedes funcionar de la misma forma incondicionalmente amorosa, mediante el simple
procedimiento de no emitir juicios. ¿Qué ocurre si no tienes odio y sólo extiendes hacia los demás la libertad para elegir? Experimentarás lo que se denomina «unicidad». Tu voluntad y la voluntad de Dios no entrarán en conflicto.

Los conflictos que experimentas proceden del ego. Tu ego es la idea que tienes de ti mismo como separado
de Dios y de todas las creaciones de Dios. El ego necesita que le recuerden su superioridad sobre los demás. Así es como se crea el conflicto. Pero no tienes por qué participar en esta estupidez. Tu yo superior sólo desea paz y es amor incondicional.

Utiliza este amor para el propósito de la cocreación. Cada momento que creas al irradiar pensamientos
incondicionalmente amorosos es un reflejo del mismo amor que fue el responsable de tu creación. Crear (o
manifestar) es el acto de extraer amor incondicional desde dentro de uno mismo, para darle una forma que
llamamos el mundo de lo concreto. En este sentido, pues, el amor incondicional puede concebirse como el poder para participar en el acto de la cocreación.


12 de febrero de 2011

EL ENIGMA DEL AQUÍ - CHARANANAND

Viktor Frankl - En busca del sentido - Logoterapia

Yo diría que lo que el hombre quiere realmente no es, al fin y al cabo, la felicidad en sí, sino un motivo para ser feliz. En cuanto lo encuentra, la felicidad y el placer surgen por sí mismos. 

...sólo hay una cosa que hace al hombre capaz de soportar  lo peor  y  realizar  lo  imposible.  Y esto es precisamente el tener un deseo de sentido  y  el  convencimiento  de  que el hombre es responsable de encontrar ese sentido a su vida.

Los que estuvimos en campos de  concentración  recordamos  a  los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba.   Puede que fueran  pocos en número,  pero ofrecían pruebas suficientes  de que al hombre  se  le puede arrebatar todo  salvo una cosa:   La  última  de  las libertades humanas   –La elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias-


Bragavad Gita


«El hombre no nace, y tampoco muere nunca. Puesto que existe, nunca dejará de hacerlo, porque es eterno y permanente.

»Al igual que un hombre desecha las ropas usadas y empieza a usar nuevas vestimentas, el alma desecha el cuerpo viejo y asume otro nuevo.

»Pero el alma es indestructible: las espadas no pueden tajarla, ni el fuego quemarla, el agua no la moja y el viento jamás la reseca. Está más allá de la influencia de todas estas cosas.

»Como el hombre es indestructible, él sale siempre victorioso (incluso en sus derrotas), y por eso no debe lamentarse jamás».

3 de febrero de 2011

Relato de cómo Assagioli enfrento el encarcelamiento

Este es un extracto de "El poder de elegir" de Annie Marquier, que cita otro libro fantástico "Psicosistesis" de Pierro ferrucci.
Al leerlo me impresiono la conciencia de su poder frente a la situación y me vino a la memoria la experiencia similar de Nelson Mandela.
Podemos verlo como una actitud heroica en situaciones limites pero para mi son un ejemplo a seguir en miles de carceles que podemos llegar a vivir en situaciones cotidianas: trabajo, relaciones, etc. Cuando nos vemos atrapados sin salida no debemos olvidar que SI tenemos el poder de elegir como responder.  Saludos. 



Piero Ferruci, sobre la página 133 de su libro La Psicosíntesis, ofrece un excelente ejemplo de este estado de ánimo. Nos cuenta cómo Assagioli, fundador de la Psicosíntesis, hizo frente en 1938 a su encarcelamiento por los fascistas a causa de sus ideas pacifistas, presentando un extracto de las notas que el mismo Assagioli había escrito durante su estancia en la cárcel:

«Me di cuenta que era libre de adoptar una actitud entre varias frente a la situación que vivía. Podía acordarle un valor u otro, o servirme de ella de una forma u otra. También podía rebelarme interiormente y maldecir la situación o podía someterme a ella pasiva y vegetativamente. Podía complacerme en el placer morboso de la compasión y representar el papel de mártir, o podía tomar la situación deportivamente y con sentido del humor, considerándola como una experiencia nueva e interesante... Podría hacer de ella una cura de reposo o un período de reflexión intensa, ya fuera sobre cuestiones personales —rever y a evaluar mi vida pasada— o sobre problemas científicos y filosóficos. Podía sacar provecho de la situación para emprender un entrenamiento filosófico personal, o finalmente, podía hacer de ella un retiro espiritual. He tenido la percepción pura y clara que el asunto era cosa enteramente mía, que era libre de elegir una o varias de esas actitudes y actividades, que esta elección tendría efectos inevitables que podría prever y de los cuales era plenamente responsable. No había ninguna duda en mi espíritu en cuanto a ese poder y a esa libertad esenciales y a sus privilegios y responsabilidades inherentes." 

Este estado de ánimo que acabamos de definir, esta forma de percibimos nosotros mismos como siendo totalmente dueños de nuestros estados interiores y de nuestras elecciones de actividades cualesquiera que sean las circunstancias, es un buen antídoto contra la victimitis. Redefinimos el poder sobre nuestra vida y eso nos llevara a hacer un trabajo de transformación interior (transformación de nuestros contextos de pensamientos) en lugar de querer cambiar a los otros o al mundo.



Saranya Zaveri, canal creador de la técnica de Gaiadon Heart

1 de febrero de 2011

Una de mis frases predilectas frente a problemas cotidianos

Un hombre puede hallarse prisionero en una habitación con una puerta que no está cerrada, sino que se abre hacia dentro; y no saldra de ella hasta que no se le ocurre tirar de ella en lugar de empujarla - Ludwig Wittgensteijn