10 de febrero de 2008

Krishnamurti

El hombre que realmente quiere descubrir si existe o no existe un estado más allá de la estructura del tiempo, tiene que estar libre de la civilización; o sea, tiene que estar libre de la voluntad colectiva y permanecer internamente solo. Y esta es una parte esencial de la educación: aprender a permanecer solos a fin de no caer presos ni en la voluntad de muchos ni en la voluntad de uno y, por tanto, ser capaces de descubrir por nosotros mismos lo que es verdadero.

Uno puede conocer muchísimo, acumular grandes depósitos de información; pero una mente nublada por el conocimiento, cargada de información, es incapaz de descubrir. Puede utilizar un descubrimiento mediante su información y su técnica, pero el descubrimiento es en sí mismo algo original que, de manera súbita, irrumpe en la mente prescindiendo del conocimiento; esta explosión del descubrimiento es lo esencial.

¿Saben ustedes qué significa ser sensible? Significa, ciertamente, sentir afecto por todas las cosas; ver un animal que está sufriendo y hacer algo al respecto, quitar una piedra del sendero porque por él transitan muchos pies desnudos, levantar un clavo de la carretera porque el auto de alguien podría pinchar un neumático...Ser sensible es compadecerse de las personas, de los pájaros, de las flores, de los árboles, no porque sean de uno, sino simplemente porque uno está despierto a la extraordinaria belleza de las cosas.

Cuando somos profundamente sensibles, es natural que no arranquemos las flores; hay un deseo espontáneo de no destruir cosas, de no hacer daño a la gente, lo cual implica tener verdadero respeto, amor.

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