13 de noviembre de 2008

AMOR: EL TRABAJO DEL ALMA - Dr. Bernie Siegel

Como me dijo una mujer alguna vez: "Cuando resolví ir feliz a mi trabajo, cada persona a mi alrededor se hizo feliz". Había decidido renunciar a un trabajo que ella odiaba, pero el primer día de sus dos últimas semanas, se despertó feliz. Al final del día se dio cuenta de que todos los que la rodeaban estaban felices también y entonces decidió que, a pesar de todo, no renunciaría, sino que tomaría su trabajo con alegría. Han pasado ya dos años y ella continúa yendo a la oficina e irradiando amor y felicidad.

Para parafrasear algo que una vez dijo el antropólogo Ashley Montagu, la forma de cambiar mi vida es actuando como si yo fuera la persona que deseo ser. Para mí, éste es el consejo más sencillo y sabio que uno puede darle a cualquier persona. Cuando te despiertas y actúas como una persona que ama, te das cuenta no sólo de que tú te transformas, sino también las personas que están a tu alrededor porque cada uno sufre una transformación al recibir ese amor. De este principio yo he aprendido a responsabilizarme por lo que me molesta. No culpo a mi esposa por no apagar las luces o por no llenar todas mis expectativas; y si hago algo que le disgusta, le digo que lo siento y actúo de una manera más amorosa; entonces cambio yo y ella cambia también; me siento más feliz, y esto repercute sobre todas las personas que rodean.

Vivir con Amor es también a decir "no". Esto puede sonar egoísta, pero significa que estamos escogiendo cómo amaremos al mundo ése día. Si alguien te llama y te pide que cambies tus planes, pero tú no quieres, no necesitas decir que estás enfermo o inventar otras excusas, puedes simplemente decir "no".

Decir sí por amor está bien. ¡Si alguien te llama y te pregunta si le puedes ayudar y, como una expresión de amor hacia esa persona, tu decides dejar todo para ayudarle, perfecto! Pero actuar sin que a uno le nazca, por sentimiento de culpa o por obligación, más que por amor, eso no es algo que salga del alma.

Encuentra tu verdadera senda. Es muy fácil convertirse en alguien que uno no quiere ser, sin ni siquiera darse cuenta de que eso está pasando. Nos creamos a nosotros mismos, en las elecciones que hacemos cada día. Y si sólo actuamos de cierta forma para agradar a alguna figura de autoridad, de pronto un día nos despertaremos y diremos: "Este no soy yo. Yo nunca quise ser esta persona".

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