Annie Marquier
2010 La transformadora llegada de la luz
Buenos días a todos:
El 2009 se ha acabado. ¡Bienvenido 2010!
En estas fechas en las que comenzamos el año, tengo mucho gusto en compartir con vosotros algunas de las cosas sobre las que he reflexionado, y también algunos mensajes que pueden servirnos de apoyo en estos tiempos de paso, que no van a resultar fáciles, ni mucho menos. He lanzado una
sonda al depósito del Universo, y he aquí lo que he obtenido para nosotros.
En primer lugar, en cursiva y en respuesta a mis preguntas, una comunicación de «nuestros hermanos de las estrellas», un colectivo de consciencia con el que he entrado en contacto a menudo durante el taller Helios. Ahora, al comenzar el año, han decidido hablarnos más ampliamente.
Después siguen mis propias reflexiones.
¿Qué nos reserva el nuevo año a través de las vicisitudes de nuestro mundo? Sin duda será mensajero de energías, pero ¿de cuáles?
Aunque vuestro mundo está aparentemente sumido en una gran crisis, el nuevo año aportará mucha luz. En realidad, estáis saliendo del túnel. Es evidente que, con el año 2009, ha terminado una fase de vuestro pasaje, pues habéis abandonado viejas estructuras. Aún no es evidente en el plano material, pero sí lo es en los planos sutiles. La manifestación material vendrá después.
En cambio, no os resultará fácil recibir la luz que tendréis disponible a lo largo del 2010. Porque pondrá en evidencia, de un modo cruel tal vez, vuestros errores y debilidades, vuestros engaños y egoísmo, todo aquello que habéis evitado hacer; en una palabra, vuestro estado de separación. Pero no será sino para trascenderlo mejor. Porque, en efecto, será una luz muy dinámica: no sólo desvelará vuestras carencias sino también, y sobre todo, tratará de propulsaros energéticamente a otro nivel si
sois suficientemente receptivos a ella. Ésta es una de las características fundamentales de este año:
podréis recibir una fuerza inmensa, una luz específica, muy potente, que os aportará toda la energía necesaria para superar los límites de vuestra personalidad habitual. No se hará de un modo lineal, racional, ni tampoco en medio del tormento y las angustias de la transformación. Es una experiencia que ya vivisteis en el pasado. Así que, como estáis abiertos y preparados para recibir la nueva frecuencia vibratoria, no os resultará difícil. Os sorprenderéis…
Habrá una gran limpieza, ciertamente, con el fin de deshacer determinados bloqueos que impiden que nazca lo nuevo, y ocurrirá tanto a nivel individual como planetario, pues los dos procesos van a la par y son muy semejantes. Eso no significa que los problemas personales o colectivos vayan a ser resueltos como vosotros deseáis, es decir, a la manera en que vosotros consideráis resueltas las dificultades. En realidad, podríamos decir que vuestros problemas, más que resueltos van a ser pulverizados. Porque no será un proceso gradual, sino que tendrá lugar en forma de estallidos, de
impactos rápidos e inesperados. Ése será el efecto de la potente luz que, a lo largo del año, va a hacerse notar cada vez con más intensidad. En ese sentido vuestra vida no siempre va a ser fácil. En cambio, si conseguís sintonizaros con la vibración de esa luz, comenzaréis a sentir que vuestro corazón se expande de una manera inhabitual, como si se llenara de una especie de éxtasis. Experimentaréis una sanación
espontánea en el cuerpo. Y la mente, en calma, será un sencillo reflejo de la voluntad del alma. Pero tendréis que ajustaros a su vibración, pues la resistencia, consciente o inconsciente, hará que os resulte todo muy duro y difícil, con lo que tendréis la impresión de que se agravan vuestras dificultades. Pero no será el caso. Se tratará, simplemente, de una confrontación más directa, para acabar siendo pulverizadas también. Y esto, tanto a nivel personal como planetario. Si aprendéis a ver los
acontecimientos exteriores desde ese ángulo, comprenderéis mejor su sentido.
¿Cómo prepararos a ello? Las enseñanzas de los grandes Maestros de Sabiduría os lo han dicho desde hace mucho tiempo: silencio mental. El silencio os conducirá a una intuición clara que os guiará perfectamente, y a un desprendimiento tan sereno que quizá no os reconozcáis… Continuad limpiando a fondo vuestros pensamientos y vuestros viejos esquemas emocionales. La luz que viene a vosotros ahora, esa vibración limpiadora, por no decir corrosiva, os ayudará mucho. Basta que tengáis la firme
intención de liberaros de las cadenas de la personalidad y que realicéis algunas prácticas sencillas para que, en muy poco tiempo, sean allanadas verdaderas montañas de karma. Hay ya un número suficiente de individuos cuya consciencia está preparada para que la liberación, realizada en forma de estallidos sucesivos, se convierta en un proceso en masa.
Además, no permanezcáis solos. Si vivís el advenimiento de la luz junto a otros seres, lo viviréis más intensa y positivamente. Reuníos para recibir la nueva luz, bien físicamente, bien a través del pensamiento. Han llegado los tiempos en los que la iniciación tiene lugar en grupo, no puede vivirse en solitario. Buscad vuestro grupo, vuestra familia de almas, y participad juntos en el despertar de la consciencia colectiva, cuyo sentido profundo debéis cultivar. El ego os ha mantenido separados unos de otros durante miles de años. Tuvo su utilidad en el pasado, ciertamente, pero al mismo tiempo ha generado el mundo que tenéis en la actualidad, lleno de enormes limitaciones, tensiones y desequilibrio.
Las vibraciones planetarias (y las cósmicas) ya no pueden tolerar esto. Si continuáis viviendo centrados en vosotros mismos incluso en la búsqueda espiritual, vais por mal camino, y la luz colectiva os sacudirá en lo más profundo de vuestro egoísmo, sea éste material o espiritual.
El verano será especialmente «caliente» y luminoso, seguido probablemente de fuertes
tormentas para permitir el paso de grandes fragmentos vibratorios todavía no resueltos. Pero, pase lo que pase, su objetivo será haceros evolucionar rápidamente para destruir las estructuras de vuestro viejo mundo y permitir la emergencia del nuevo. A veces tendréis la impresión de que soplan grandes vendavales sobre las actividades humanas. Pero vosotros sed como la caña, flexibles: doblaos sin
romperos, para levantaros de nuevo cuando la tormenta haya pasado. Conseguiréis ser flexibles si confiáis serenamente en que el proceso es el correcto, si os desprendéis realmente de los miedos y no tenéis apego a vuestras expectativas, esperanzas y deseos, cualesquiera que sean. En cambio, si seguís anclados en la rigidez del egoísmo, del miedo y del orgullo, corréis el riesgo de quebraros.
Pero no temáis. Si tenéis el espíritu y el corazón suficientemente abiertos, las tempestades no harán sino pasar, aportándoos, a su paso, más fuerza y resplandor, y una alegría de vivir que nada, nunca, podrá hacer vacilar.
Si queréis, podéis visualizar la potente luz que viene a iluminar vuestro año 2010 como
proveniente de una estrella en particular, porque, de hecho, ésa es la realidad. Somos vuestros hermanos de luz. Los que estáis abiertos a nuestra presencia debéis saber que, efectivamente, estamos ahí, supervisando un proceso tan especial, con el fin de preservar algunas cosas hermosas de vuestro planeta y la joya que reside en vuestro corazón. Eso nunca se verá amenazado. Porque nosotros
velamos…
******************
Es evidente que a lo largo del 2010 las cosas van a ir alterándose cada vez más. Los cambios no se producirán sólo en el solsticio de invierno del 2012, al que nos vamos acercando, sino también en torno a esa fecha. Han empezado a producirse antes, es decir, en estos momentos, cuando la influencia de la
luz que procede del centro de la galaxia se hace sentir cada vez más; y seguirán produciéndose después, cuando la energía galáctica haya alcanzado plenamente nuestro planeta y tengamos que integrarla. Su influencia ya ha desencadenado todo un programa de transformación ―y seguirá activándolo cada vez más― de dimensión extraplanetaria*.
* Los que no estén al corriente del especial alineamiento de la Tierra con el centro de la galaxia que tendrá lugar en el solsticio de invierno
de 2012, pueden consultar nuestra página Web (www.idp.qc.ca), y leer allí el documento «2012 — El comienzo de una nueva era».
¿Cómo hacer frente a todo eso? ¿A lo nuevo, a las sorpresas ―algunas, agradables; otras, no tanto―
que van a venir? ¿Cómo podemos participar serena y eficazmente en ese gran proceso? En el mensaje anterior, nuestros hermanos mayores nos han recordado la importancia del silencio mental. En efecto, en
cuanto logramos que la mente automática deje de gobernarnos, entramos espontáneamente en contacto con la consciencia del alma, y nuestra frecuencia vibratoria aumenta. Sobre ese punto es sobre el que
hemos de trabajar.
Aumentar nuestra frecuencia vibratoria:
En realidad, las acciones exteriores no tienen importancia en sí mismas. Lo que cuenta es la intención, consciente o inconsciente, que subyace en ellas, es decir, la frecuencia vibratoria en el seno de la cual actuamos.
No es lo que hacemos exteriormente lo que produce resultados. Respecto al mundo material, de todas formas es demasiado tarde: las cartas están echadas. Estamos en un aprieto. Pero también tenemos todo lo necesario para salir del aprieto. Porque, según un principio fundamental de la manifestación, los acontecimientos exteriores son la resultante directa y precisa de nuestro estado vibratorio. Es el estado de espíritu, el estado de ser en el que hacemos las cosas cotidianamente lo que hace vibrar nuestro ser a un cierto nivel; es él el que propaga esa vibración y crea unos resultados concretos, se reconozca o no. Antes, las vibraciones planetarias eran lentas y la influencia de nuestras
propias vibraciones era menos fuerte y menos evidente. En cambio, la energía actual, extraordinariamente sensible y rápida, amplifica cualquier vibración y crea resultados concretos mucho más rápidamente. (Tal vez habréis observado que las sincronicidades son cada vez más frecuentes...).
Así pues, sólo podemos actuar sobre la frecuencia vibratoria, pero nuestra influencia a ese nivel puede ser muy grande. Por ejemplo, si protestamos contra la contaminación con el corazón lleno de odio y de ira, «vibramos bajo», propagamos esa baja vibración por el mundo y alimentamos la sombra, cualquiera que sea la forma en la que ésta se manifieste. Si, por el contrario,
realizamos la misma acción con fuerza, valor, equilibrio y desapego, entonces emitimos una vibración elevada que alimenta la luz en el mundo. Si compramos los alimentos con sensatez, consciencia y
gratitud hacia la vida por permitirnos obtenerlos para satisfacer nuestras necesidades vitales, nuestra vibración es elevada. Si los compramos con el corazón lleno de rabia hacia los explotadores del mundo, o con una avidez que nos hace comprar cualquier cosa procedente de cualquier sitio con tal de que
tenga buen sabor, la vibración es baja... En cada momento emitimos una vibración de consciencia a un cierto nivel. La vibración del corazón nos mantiene con buena salud física y moral; los deseos del ego nos destruyen y destruyen el planeta. Todo es cuestión de energía. Cultivemos pues la vibración de la inteligencia del corazón**.
Podemos ayudarnos también desde el exterior frecuentando personas y lugares de alto nivel de energía, de dinamismo fuerte; es decir, tomar baños de energía elevada con tanta frecuencia como sea posible.
Los espacios de frecuencia vibratoria elevada deberían favorecer, sobre todo en estos tiempos intensos, nuevos encuentros de almas. Tenemos que despertar y alimentar el fuego interior para poder hacer frente con fuerza, valor y poder a lo que va a llegar. Porque el mundo nos va a sorprender...
Por último, para no caer en la ira o en la frustración ante la miseria del mundo, ante las maniobras violentas e inaceptables de algunos seres humanos, frente a la ignorancia y la inconsciencia de muchos, para ayudarnos a no resistir a lo que es, es bueno recordar que, según las enseñanzas de la sabiduría antigua, estamos actualmente al final de la era Kali Yuga (Los que no estén familiarizados con
estos datos, pueden consultar en nuestra página Web el documento citado arrriba: «2012 — El comienzo de una nueva era»). Ese periodo, el nuestro, ha durado 432.000 años. Es un periodo de ignorancia profunda y de dominación de las fuerzas de la sombra. La humanidad ha de pasar necesariamente por esas pruebas para avanzar en su proceso evolutivo. De modo que no podemos hacer otra cosa sino acoger ese gran ciclo y hacer cuanto podamos para asegurar el pasaje al ciclo siguiente. Porque, he aquí una buena noticia: Por una parte, estamos al final de un gran ciclo. ¿Para cuándo está previsto?... Alrededor del 2012... Y, por otra, el ciclo siguiente será «una edad de oro», es decir, un mundo con frecuencia vibratoria extraordinariamente elevada. Así son los ciclos de la Naturaleza.
Conocerlos nos permite comprender mejor la realidad actual y no perder energía resistiéndonos a ello;lo que hemos de hacer es, sencillamente, irradiar la luz y la sabiduría de nuestro corazón para que elpasaje tenga lugar del mejor modo posible.
En definitiva, lo único que hemos de hacer en estos tiempos inquietantes es continuar nuestro trabajointerior, actuar en la luz del corazón, hacer lo que nos parezca justo y apropiado para nosotros y para el planeta, todo ello en medio de un divino desapego frente a los resultados. Es muy posible que los
resultados exteriores no sean los que esperamos, o los que quisiéramos; no hay que olvidar que las fuerzas que están en juego en estos momentos a nivel cósmico son inmensas, y nos superan ampliamente. Debemos trascender las inquietudes procedentes del pasado y las expectativas del futuro
mediante un importante trabajo de consciencia. De hecho, ha llegado el momento de pasar a otra percepción de la realidad, la realidad «vertical», la que nos hace vivir en contacto directo con el poder, la serenidad y la capacidad creadora del alma.
Así pues, no tenemos más que sintonizarnos con las vibraciones más elevadas en medio de la sencillez, la impersonalidad y el desapego y, a partir de ahí, actuar lo mejor que podamos. Recordemos la respuesta de Gandalf a Fodro en El Señor de los Anillos:
-Frodo : Desearía que el anillo nunca hubiera venido a mí, que nada de todo esto hubiera pasado.
-Gandalf : Como todos los que viven horas tan sombrías. Pero no son ellos los que han de decidir.
Todo lo que nosotros tenemos que decidir es qué hacer del tiempo que se nos ha concedido.
Os deseo un hermoso año de transformación,
de revelaciones y de apertura a la maravillosa
realidad de un mundo nuevo.
** Cuando escribí Le Maître dans le Coeur tuve en cuenta, precisamente, ese trabajo concreto que debe realizarse ahora, el del cambio de
frecuencia vibratoria,. Os recomiendo que lo leáis, lo releáis y lo déis a leer a otras personas, sobre todo el capítulo 6 y la 2ª parte
completa, que es una respuesta directa a los cuestionamientos actuales. (Si no queréis o no podéis comprarlo, pedid a la biblioteca
municipal o escolar próxima a vuestro domicilio que lo encarguen; al mismo tiempo resultará de utilidad para otras muchas personas.)
*** Pronto estará disponible gratuitamente en nuestra página de Internet Le Defí de l´Humanité (El Desafío de la Humanidad), libro que
escribí en 1987 (!) y que está muy de actualidad. Una llamada a todos...
http://www.idp.qc.ca/html/annie_marquier2.html
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