17 de enero de 2011

Entrevista a Javier Melloni - especialista en el diálogo interreligioso vinculado a la reflexión antropológica y filosófica.

M. Carme Sans Moyà
Barcelona, noviembre de 2006

¿Qué es la vida?

¡Interesante pregunta que lo engloba todo¡ La vida es un impulso hacia el Ser, hecho de consciencia, de receptibilidad y donación. Digo en primer lugar que es un impulso porque conocemos la Vida en cuanto a proceso y movimiento. Solo tenemos una pequeña prueba de este impulso que reside en cada uno. Es “consciencia” porque la Vida la sentimos, la experimentamos en cada uno de nosotros, sabemos que estamos vivos en cada célula de nuestro cuerp. Es la evidencia primera que me permite escribir estas líneas y a ti leerlas. Lo que nos une es la “Vida” que nos contiene a todos, en cada instante. Y es “receptibilidad” y “donación” porque éste es el ritmo de todas las cosas, empezando por nuestra respiración. Existimos porque continuamente estamos recibiendo (inspirando) y dando (expirando). Lo mismo con todas las cosas. Vivir es el arte de tomar y de desprendernos, es lo que tenemos que aprender a cada instante.

 ¿Quién es Dios?

Para mi, Dios es la personificación de la Vida, como Fuente continua de donación y de receptibilidad. Dios es la plenitud del Ser que deja ser en plenitud. Por eso no lo vemos. Si lo viéramos, ocuparía un espacio y dejaría de estar en los otros sitios. A Dios no lo vemos, sino que es el que hace que las cosas puedan ser vistas; no lo sentimos, sino que es el que hace que las cosas puedan ser sentidas; no lo comprendemos, sino que es el que hace que podamos comprender las cosas. Dios es la terminación de lo que seremos. Dios es lo que somos sin que aún lo sepamos. El es Todo. Nosotros, el fragmento. Por eso Dios, siendo el Todo, está en todos y hace que cada ser y cada existencia sea sagrada y esté atravesada de eternidad.

 ¿Qué es la religión hoy día?

Religión es todo lo que nos religa; todo lo que nos posibilita percibir que estamos en relación, es más, en comunión, que no estamos en ningún momento solos ni vivimos aislados. Pero por Religión también se entienden las constelaciones de creencias, textos, ritos y normas que se han ido creando a lo largo de la historia. Las religiones son dedos que señalan la luna. La necedad está cuando nos ponemos a discutir o a competir sobre las formas de los dedos, olvidándonos de la luna. Las religiones están en crisis no tanto porque hay una crisis de lo sagrado sino una crisis de lenguaje. Son las formas las que no satisfacen, pero la gente continua teniendo sed de Dios, sed de trascendencia.

 ¿Qué es la espiritualidad?

La espiritualidad es el instinto de lo divino, el dinamismo hacia el Invisible escondido en el visible. Es el dinamismo interno de las cosas y de las personas que nos empuja a buscar la plenitud y presencia, profundidad, sentido y perdurabilidad en lo que hacemos y vivimos. Es el que da calidad a cada acto, a cada gesto, a cada palabra. La espiritualidad es constitutiva del ser humano. Se ha dicho que no es que las personas seamos seres materiales que, de vez en cuado, tenemos experiencias espirituales, sino que somos seres espirituales que, de vez en cuando, tenemos experiencias materiales. La espiritualidad es el instinto de nuestro orígen.

¿Qué es la trascendencia? ¿Existe el más allá?

La trascendencia es todo aquello que está más allá del fragmento de realidad que captamos con nuestros sentidos y de lo que entendemos con nuestra mente. Es el horizonte abierto de cada situación que permite captarlo con otras claves que no sean las de la mera supervivencia. La trascendencia es el espacio de la gratuidad  y de la sorpresa, la promesa de un crecimiento sin límites. No hay más allá ni más acá; sino una única Realidad, con multiplicidad de ámbitos y de niveles. La vida humana tal como la conocemos aquí es solo un ámbito de realidad; hay muchos otros planos y niveles que ni tan solo podemos imaginar.

 ¿Qué es la fe y en qué tenemos que creer hoy día?

La fe es un estado de apertura. Creer quiere decir estar receptivos a mucha más realidad y mucha más Presencia de la que captamos normalmente. La fe es lo que nos da la verdadera perspectiva de las cosas. Nuestro problema es que normalmente vamos con las luces de posición. De vez en cuando encendemos las luces cortas y pensamos que vemos mucho, cuando solo percibimos un pequeño tramo de carretera, a duras penas la próxima curva. Tener fe es tratar de situarse desde la perspectiva de Dios, creyendo que nuestros pequeños episodios de cada día forman parte de un trayecto mucho más amplio y profundo, que proviene de Dios y vuelve a Dios, a través de la aventura de nuestra existencia individual.

 ¿Que recursos existen para creer, para ser mejores y para mejorar nuestro mundo?

Lo resumiría en dos palabras: interioridad y solidaridad. La interioridad supone cuidar nuestro mundo interno. Eso supone preservar diariamente un tiempo de silencio para ofrecer la jornada que vamos a vivir o que hemos vivido, en abrirnos a la Presencia en la cual siempre estamos, nos movemos y existimos. En este momento nos hacemos conscientes, para retornar a nuestro centro y poder ir al centro de las personas y las situaciones, no desde nuestra periferia. La solidaridad es el aspecto complementario: es recordar que siempre estamos con los otros y para los otros. Supone un acto de abertura a la alteridad que nos hace crecer en fraternidad y en la conciencia que el destino del otro es también mi destino y el de todos. Supone una mirada universal. Son dos aspectos que se necesitan mutuamente. Sin ellos no podemos ser humanos.

Javier Melloni es un guia espiritual que, con su experiencia, ayuda a las personas  a encontrase a sí mismas y en solidaridad con los demás. Es una persona que aporta luz en la oscuridad del camino.
M. Carme Sans Moyà
Barcelona, noviembre de 2006
http://www.mariapallares.org/esp/entrevistas/entrevista_xavier_melloni.asp

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